¡Oe, fíjate tú! Resulta que el Banco Central nos trae buenas noticias, aunque siempre hay que tomarlo con pinzas, ¿verdad? Parece que la economía nacional podría tener un respiro y hasta crecerle un poquito entre 2026 y 2027. El asunto es que no va a ser magia, sino gracias a unos cuantos bretes que, si van bien, le pueden echar una mano.
Según los expertos del BCR, cuatro actividades clave serán las encargadas de mover la aguja del PIB esos años: los servicios empresariales, la manufactura, el transporte y el comercio. Ya sabes, esas cosas que nos dan chamba y mueven la lana por todos lados. Pero ojo, no todo es color de rosa, porque también hay factores externos que pueden jugarnos una mala pasada. Que ni me digas de Estados Unidos y sus aranceles… ¡uff!
Empecemos por los servicios empresariales, que según las proyecciones, podrían crecerle un 6,2%. Esto significa que las consultorías, los abogados, los contadores… toda esa gente que te asesora para hacer funcionar el negocio, van a estar trabajando a marchas forzadas. Especialmente las empresas que le venden sus servicios afuera, pues ahí sí se ven oportunidades de oro. También cuentan los que le echan ganas a la asesoría para los negocios nacionales, ya sea finanzas o cualquier otra cosita, porque la demanda interna se mantiene activa.
Luego tenemos la manufactura, que se espera un crecimiento de casi el 3,9%. Ahora, acá viene el detalle: Intel cerró sus puertas hace poco, así que eso le da un golpe al sector. Pero a la vez, hay otras fábricas que siguen echándole cabeza, aunque el ritmo no será el mismo de antes. Además, Estados Unidos puede ponerles trabas con sus aranceles, y eso tampoco ayuda. Imagínate, parece que vamos a andar dando vueltas como pez en un estanque chico.
El transporte y almacenamiento, esos sí que andan con brío, previendo un crecimiento de 6,3% durante esos dos años. Esto se debe a que estamos moviéndonos más, tanto nosotros como los turistas. Más autobuses, más taxis, más camiones llevando mercancía... y hasta los muelles y puertos tienen que trabajar doble para mantener el ritmo. Es una pena que la infraestructura no haya avanzado al mismo paso, pero bueno, qué le vamos a hacer… diay.
Y llegamos al comercio, que se proyecta un crecimiento de 2,8%. Este brete depende de cómo le vayan a la agropecuaria, la construcción, las fábricas y los hoteles. Si esos sectores funcionan, el comercio también se beneficia. Además, estamos comprando más, tanto nosotros como los que vienen de visita, así que eso impulsa las ventas. Pero la inflación sigue siendo una amenaza, ¡qué sal!
No todo es tan rosadito, claro. Hoteles y restaurantes tendrán un crecimiento más lento, alrededor del 1,9%, aunque los restaurantes parecen ir mejor que los hoteles por ahora. La construcción se recuperará un poco, con un 2,6%, impulsada por la obra pública y los proyectos privados, aunque todavía estamos lejos de los tiempos dorados. Y la agropecuaria, bueno, ahí siempre hay problemas con el clima y las plagas, esperando que no nos agarre con sorpresa. De hecho, esperan un crecimiento muy modesto del 0,7%.
En resumen, el Banco Central dice que la economía crecerá en promedio 3,6% entre 2026 y 2027. Suena bien, ¿verdad? Pero recuerda, estas son solo proyecciones. Las cosas pueden cambiar rápido, especialmente con lo que está pasando en el mundo. Y hablando de cambios, con tanta incertidumbre y estos tiempos difíciles, ¿ustedes creen que el gobierno debería enfocarse más en apoyar a las pequeñas y medianas empresas para asegurar este crecimiento o invertir en educación para prepararnos para el futuro?
Según los expertos del BCR, cuatro actividades clave serán las encargadas de mover la aguja del PIB esos años: los servicios empresariales, la manufactura, el transporte y el comercio. Ya sabes, esas cosas que nos dan chamba y mueven la lana por todos lados. Pero ojo, no todo es color de rosa, porque también hay factores externos que pueden jugarnos una mala pasada. Que ni me digas de Estados Unidos y sus aranceles… ¡uff!
Empecemos por los servicios empresariales, que según las proyecciones, podrían crecerle un 6,2%. Esto significa que las consultorías, los abogados, los contadores… toda esa gente que te asesora para hacer funcionar el negocio, van a estar trabajando a marchas forzadas. Especialmente las empresas que le venden sus servicios afuera, pues ahí sí se ven oportunidades de oro. También cuentan los que le echan ganas a la asesoría para los negocios nacionales, ya sea finanzas o cualquier otra cosita, porque la demanda interna se mantiene activa.
Luego tenemos la manufactura, que se espera un crecimiento de casi el 3,9%. Ahora, acá viene el detalle: Intel cerró sus puertas hace poco, así que eso le da un golpe al sector. Pero a la vez, hay otras fábricas que siguen echándole cabeza, aunque el ritmo no será el mismo de antes. Además, Estados Unidos puede ponerles trabas con sus aranceles, y eso tampoco ayuda. Imagínate, parece que vamos a andar dando vueltas como pez en un estanque chico.
El transporte y almacenamiento, esos sí que andan con brío, previendo un crecimiento de 6,3% durante esos dos años. Esto se debe a que estamos moviéndonos más, tanto nosotros como los turistas. Más autobuses, más taxis, más camiones llevando mercancía... y hasta los muelles y puertos tienen que trabajar doble para mantener el ritmo. Es una pena que la infraestructura no haya avanzado al mismo paso, pero bueno, qué le vamos a hacer… diay.
Y llegamos al comercio, que se proyecta un crecimiento de 2,8%. Este brete depende de cómo le vayan a la agropecuaria, la construcción, las fábricas y los hoteles. Si esos sectores funcionan, el comercio también se beneficia. Además, estamos comprando más, tanto nosotros como los que vienen de visita, así que eso impulsa las ventas. Pero la inflación sigue siendo una amenaza, ¡qué sal!
No todo es tan rosadito, claro. Hoteles y restaurantes tendrán un crecimiento más lento, alrededor del 1,9%, aunque los restaurantes parecen ir mejor que los hoteles por ahora. La construcción se recuperará un poco, con un 2,6%, impulsada por la obra pública y los proyectos privados, aunque todavía estamos lejos de los tiempos dorados. Y la agropecuaria, bueno, ahí siempre hay problemas con el clima y las plagas, esperando que no nos agarre con sorpresa. De hecho, esperan un crecimiento muy modesto del 0,7%.
En resumen, el Banco Central dice que la economía crecerá en promedio 3,6% entre 2026 y 2027. Suena bien, ¿verdad? Pero recuerda, estas son solo proyecciones. Las cosas pueden cambiar rápido, especialmente con lo que está pasando en el mundo. Y hablando de cambios, con tanta incertidumbre y estos tiempos difíciles, ¿ustedes creen que el gobierno debería enfocarse más en apoyar a las pequeñas y medianas empresas para asegurar este crecimiento o invertir en educación para prepararnos para el futuro?