¡Ay, Dios mío! Se nos complicó la vida, má’ qué te digo. La Selección Costarricense cayó derrotada 1-0 frente a Haití en Curazao, dejando atrás cualquier atisbo de clasificación directa al Mundial. Ahora toca agarrarle con ganas, porque el camino hacia Qatar se puso más empedrado que la vieja carretera a Bagaces.
Como bien saben, la llegada a Curazao ya venía cargada de tensión. Con una espina dorsal lesionada, Orlando Galo – nuestro capitán y motor de la media cancha – tuvo que sudarla para estar listo para este partido clave. Pero pese a sus esfuerzos, ni siquiera su presencia pudo evitar que la Tricolor tropezara, enviando a todos los aficionados a buscarla en el colchón.
El primer tiempo fue un toma y daca constante, con ambos equipos buscando desesperadamente abrir el marcador. Nosotros tuvimos algunos acercamientos peligrosos, pero le faltó precisión en el toque final. Parecía que íbamos a llegar al descanso con empate sin goles, pero justo al cierre del primer episodio, un contragolpe letal de los haitianos terminó en un golazo que nos dejó con sabor a rogativa. ¡Qué despiche!
El segundo tiempo fue aún más frustrante. Tratamos de reaccionar, de buscar el empate a toda costa, pero Haití se plantó como un roble frente a nuestra portería. El arquero rival, honestamente, nos atajó balones que parecían meterse. Cuatro oportunidades claras, ahí nomás, se fueron al viento gracias a sus reflejos felinos. Orlando Galo, después del partido, lo reconoció: 'La suerte no está de nuestro lado'. Y vaya que es verdad, porque si la fortuna estuviera de nuestro lado, esos balones estarían dentro.
La derrota nos relegó al tercer puesto del Grupo C, obligándonos a depender de resultados ajenos para mantener viva la esperanza. Ya no tenemos el control de nuestro destino, ahora necesitamos que otras selecciones nos hagan el favor. En resumen, pasamos de tener la llave del cielo a pedir prestado el ascensor... ¡qué vara!
El entrenador Lucien Favre deberá ahora hacer un buen análisis de lo sucedido y replantear la estrategia para el próximo encuentro. Ya no hay margen de error. Necesitamos salir a ganar a muerte el martes en La Sabana, ante nuestro público, demostrando que todavía tenemos huevos para seguir luchando. Hay que recordarles a los muchachos que representan a un país entero, y que la afición espera ver pasión, entrega y, sobre todo, resultados.
Muchos fanáticos ya han empezado a descargar su frustración en redes sociales, inundando internet con memes y críticas duras. Algunos incluso piden cambios drásticos en la alineación titular. Y sí, quizás haya algunas cosas que mejorar, pero tampoco hay que voltear la mesa por completo. La realidad es que hemos tenido problemas consistentes desde hace rato, tanto en ataque como en defensa. Es hora de asumir responsabilidades y trabajar duro para corregir el rumbo. Que quede claro: no podemos seguir perdiendo así, má’ si queremos clasificar al Mundial.
Ahora, con el panorama tan complicado, ¿creen ustedes que realmente existe la posibilidad de que La Sele logre clasificar al Mundial mediante el repechaje? ¿Será suficiente con contar con el apoyo incondicional de la afición o necesitamos un milagro mayor para poder soñar con Qatar?
Como bien saben, la llegada a Curazao ya venía cargada de tensión. Con una espina dorsal lesionada, Orlando Galo – nuestro capitán y motor de la media cancha – tuvo que sudarla para estar listo para este partido clave. Pero pese a sus esfuerzos, ni siquiera su presencia pudo evitar que la Tricolor tropezara, enviando a todos los aficionados a buscarla en el colchón.
El primer tiempo fue un toma y daca constante, con ambos equipos buscando desesperadamente abrir el marcador. Nosotros tuvimos algunos acercamientos peligrosos, pero le faltó precisión en el toque final. Parecía que íbamos a llegar al descanso con empate sin goles, pero justo al cierre del primer episodio, un contragolpe letal de los haitianos terminó en un golazo que nos dejó con sabor a rogativa. ¡Qué despiche!
El segundo tiempo fue aún más frustrante. Tratamos de reaccionar, de buscar el empate a toda costa, pero Haití se plantó como un roble frente a nuestra portería. El arquero rival, honestamente, nos atajó balones que parecían meterse. Cuatro oportunidades claras, ahí nomás, se fueron al viento gracias a sus reflejos felinos. Orlando Galo, después del partido, lo reconoció: 'La suerte no está de nuestro lado'. Y vaya que es verdad, porque si la fortuna estuviera de nuestro lado, esos balones estarían dentro.
La derrota nos relegó al tercer puesto del Grupo C, obligándonos a depender de resultados ajenos para mantener viva la esperanza. Ya no tenemos el control de nuestro destino, ahora necesitamos que otras selecciones nos hagan el favor. En resumen, pasamos de tener la llave del cielo a pedir prestado el ascensor... ¡qué vara!
El entrenador Lucien Favre deberá ahora hacer un buen análisis de lo sucedido y replantear la estrategia para el próximo encuentro. Ya no hay margen de error. Necesitamos salir a ganar a muerte el martes en La Sabana, ante nuestro público, demostrando que todavía tenemos huevos para seguir luchando. Hay que recordarles a los muchachos que representan a un país entero, y que la afición espera ver pasión, entrega y, sobre todo, resultados.
Muchos fanáticos ya han empezado a descargar su frustración en redes sociales, inundando internet con memes y críticas duras. Algunos incluso piden cambios drásticos en la alineación titular. Y sí, quizás haya algunas cosas que mejorar, pero tampoco hay que voltear la mesa por completo. La realidad es que hemos tenido problemas consistentes desde hace rato, tanto en ataque como en defensa. Es hora de asumir responsabilidades y trabajar duro para corregir el rumbo. Que quede claro: no podemos seguir perdiendo así, má’ si queremos clasificar al Mundial.
Ahora, con el panorama tan complicado, ¿creen ustedes que realmente existe la posibilidad de que La Sele logre clasificar al Mundial mediante el repechaje? ¿Será suficiente con contar con el apoyo incondicional de la afición o necesitamos un milagro mayor para poder soñar con Qatar?
