¡Ay, mi gente! La Comisión de Asuntos Económicos le dio luz verde al proyecto que busca perdonar esas multas gordas que nos cayeron durante la época de la pandemia por la restricción vehicular. Imagínate, miles de familias que estaban apurándose para llegar a fin de mes, recibiendo esos tickets que les hacían temblar hasta el bolso. Parece que alguien arriba escuchó nuestras plegarias, o bueno, al menos los diputados tuvieron buen corazón.
Para refrescarle la memoria a algunos, la movida es simple: el Cosevi podría echar a perder –en el buen sentido– todas esas deudas acumuladas entre el 2020 y el 2022, tanto el mandado inicial como los intereses. Eso significa que si te sacaron multa porque te pasaste de velocidad o por estar en el día prohibido, podrías tener una segunda oportunidad y dejar atrás ese problema. ¡Imagínate el ahorro!
Y no es solo eso, chunches. El proyecto también le da la posibilidad al Cosevi de armar planes de pago personalizados, pa’ que aquellos que no tienen el changuito a mano ahora mismo, puedan ir pagando poco a poco y sin que les cierren el paso a movilidad. ¡Más flexible que el taxista en hora pico, diay!
Según los números del Cosevi, estamos hablando de más de 700 mil boletas pendientes por pagar, que suman unos ¢55 mil millones. ¡Un dinerito, mae! Esa plata podría destinarse a otras cosas más productivas, ¿no creen? Piénsenlo bien, la crisis económica golpeó duro a muchos y esas multas eran como una piedra en el zapato.
La diputada María Marta Carballo, quien propuso el proyecto, dijo que esto es “un alivio justo” para quienes sufrieron bajo las medidas sanitarias. Tiene razón, nadie espera ser castigado cuando se trata de cuidar la salud pública, pero tampoco es fácil sobrevivir cuando las cosas están apretadas. Además, poder recuperar la licencia de conducir es crucial para muchas personas que dependen de su carro para trabajar y mantener a sus familias. Un brete haberla perdido por culpa de esas multas.
Pero ojo, que todavía no hay fideo en la olla. Aunque la Comisión de Económicos aprobó el proyecto, ahora depende del Gobierno decidir si lo lleva al Plenario Legislativo para que se vote. Y ahí es donde empieza la chincha. Si el Poder Ejecutivo decide no meterle mano, el proyecto quedará congelado hasta febrero, cuando los diputados recuperen el control de la agenda.
Estamos en tiempos de incertidumbre política, ya saben cómo andan las cosas por acá. El Presidente Chaves tiene el poder de acelerar o frenar este proyecto, y todos estaremos esperando ansiosamente su decisión. Algunos dicen que puede que lo use como palanca para negociar otras cosas, otros que simplemente no quiere darle bola a la oposición... ¡Quién sabe qué estará tramando!
En fin, parece que hay esperanza, pero todavía queda camino por recorrer. ¿Ustedes creen que el Gobierno va a aceptar este proyecto y darle una bocanada de aire fresco a tanta gente endeudada? ¿O pensan que preferirá seguir aferrado a cobrar esas multas, aunque la economía esté tambaleante? ¡Déjenme saber qué piensan en los comentarios! Vamos a ver qué sale de esta vaina.
Para refrescarle la memoria a algunos, la movida es simple: el Cosevi podría echar a perder –en el buen sentido– todas esas deudas acumuladas entre el 2020 y el 2022, tanto el mandado inicial como los intereses. Eso significa que si te sacaron multa porque te pasaste de velocidad o por estar en el día prohibido, podrías tener una segunda oportunidad y dejar atrás ese problema. ¡Imagínate el ahorro!
Y no es solo eso, chunches. El proyecto también le da la posibilidad al Cosevi de armar planes de pago personalizados, pa’ que aquellos que no tienen el changuito a mano ahora mismo, puedan ir pagando poco a poco y sin que les cierren el paso a movilidad. ¡Más flexible que el taxista en hora pico, diay!
Según los números del Cosevi, estamos hablando de más de 700 mil boletas pendientes por pagar, que suman unos ¢55 mil millones. ¡Un dinerito, mae! Esa plata podría destinarse a otras cosas más productivas, ¿no creen? Piénsenlo bien, la crisis económica golpeó duro a muchos y esas multas eran como una piedra en el zapato.
La diputada María Marta Carballo, quien propuso el proyecto, dijo que esto es “un alivio justo” para quienes sufrieron bajo las medidas sanitarias. Tiene razón, nadie espera ser castigado cuando se trata de cuidar la salud pública, pero tampoco es fácil sobrevivir cuando las cosas están apretadas. Además, poder recuperar la licencia de conducir es crucial para muchas personas que dependen de su carro para trabajar y mantener a sus familias. Un brete haberla perdido por culpa de esas multas.
Pero ojo, que todavía no hay fideo en la olla. Aunque la Comisión de Económicos aprobó el proyecto, ahora depende del Gobierno decidir si lo lleva al Plenario Legislativo para que se vote. Y ahí es donde empieza la chincha. Si el Poder Ejecutivo decide no meterle mano, el proyecto quedará congelado hasta febrero, cuando los diputados recuperen el control de la agenda.
Estamos en tiempos de incertidumbre política, ya saben cómo andan las cosas por acá. El Presidente Chaves tiene el poder de acelerar o frenar este proyecto, y todos estaremos esperando ansiosamente su decisión. Algunos dicen que puede que lo use como palanca para negociar otras cosas, otros que simplemente no quiere darle bola a la oposición... ¡Quién sabe qué estará tramando!
En fin, parece que hay esperanza, pero todavía queda camino por recorrer. ¿Ustedes creen que el Gobierno va a aceptar este proyecto y darle una bocanada de aire fresco a tanta gente endeudada? ¿O pensan que preferirá seguir aferrado a cobrar esas multas, aunque la economía esté tambaleante? ¡Déjenme saber qué piensan en los comentarios! Vamos a ver qué sale de esta vaina.