¡Ay, Dios mío, qué chiva! Andrea Ebanks, una jovencita de Belén, se comió el examen de admisión al TEC con una nota perfecta de 800 puntos. Esto sí que es romperla, compa. Ya nos tienen acostumbrados los belenenses a darle duro al estudio y esta muchacha vino a confirmar que estamos haciendo bien las cosas.
Para los que no estén al día, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) es la cuna de los ingenieros más crack del país. Entrar ahí no es pa' bromear, requiere sudor, esfuerzo y, aparentemente, un poquito de magia como la que demostró Andrea. Ella va a estudiar Ingeniería de Materiales, lo cual suena súper interesante – ¡quizás invente algún material nuevo que nos salve a todos!
Pero esto no es cuento ni telenovela, señores. Andrea viene arrastrando una trayectoria envidiable. Resulta que lleva tres años ganándose la medalla de oro en las Olimpiadas Costarricenses de Química. Imagínate el brete que se pone esa chica para estar siempre tan preparada. Parece que la química corre por sus venas, idiay.
Lo más loco de todo es que, según cuenta ella, no se preparó específicamente para sacar la nota más alta. “Desde niña siempre me han gustado los retos y esta prueba fue uno de ellos,” dijo. ¡Qué nivel! Pero cuando empezó el examen, se dio cuenta de que el nivel de dificultad era el justo. Con la práctica y dedicación que ha puesto, es normal que le haya salido fácil, mándale saludos a esa preparación.
Y hablando de recompensas, ¡Andrea se ganó una beca del 100%! Así que podemos decir que sus padres, especialmente su mamá Carolina Reyes, van a respirar tranquilos. La señora no podía estar más orgullosa: “Desde pequeña, mi hija ha sido muy perseverante y apasionada... hoy, verlo hacerse realidad llena mi corazón de alegría”. Se nota que hay un apoyo familiar fuerte detrás de esta superación.
Pero no es la única estrella de esta promoción. Esteban Alonso Arias, del Colegio Humanístico Campus Chorotega en Hojancha, Guanacaste, sacó un puntazo de 799,74. Este mae se apunta a Ingeniería Mecatrónica, una carrera que combina electrónica, mecánica y programación. Según él, quiere transformar ideas en soluciones reales. Qué ambición, ¿eh?
Rodrigo Javier Ureña, del Liceo de Tarrazú, completó el podio con un 785,79, también elegido para Ingeniería Mecatrónica. Así que parece que estos dos jóvenes van a revolucionar el mundo de la automatización. ¡Mándales mucha fuerza, que les vaya a todo dar!
En total, se inscribieron 20.154 personas en el proceso de admisión, ¡pero solo 16.406 llegaron hasta el final! Un número considerable, si consideramos el nerviosismo y la presión que implica un examen así. Ahora bien, teniendo en cuenta estas historias de éxito y el arduo camino que recorrieron, ¿creen que el sistema de admisión al TEC debería tener cambios para asegurar una evaluación aún más justa y equitativa, o consideran que funciona perfectamente como está?
Para los que no estén al día, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) es la cuna de los ingenieros más crack del país. Entrar ahí no es pa' bromear, requiere sudor, esfuerzo y, aparentemente, un poquito de magia como la que demostró Andrea. Ella va a estudiar Ingeniería de Materiales, lo cual suena súper interesante – ¡quizás invente algún material nuevo que nos salve a todos!
Pero esto no es cuento ni telenovela, señores. Andrea viene arrastrando una trayectoria envidiable. Resulta que lleva tres años ganándose la medalla de oro en las Olimpiadas Costarricenses de Química. Imagínate el brete que se pone esa chica para estar siempre tan preparada. Parece que la química corre por sus venas, idiay.
Lo más loco de todo es que, según cuenta ella, no se preparó específicamente para sacar la nota más alta. “Desde niña siempre me han gustado los retos y esta prueba fue uno de ellos,” dijo. ¡Qué nivel! Pero cuando empezó el examen, se dio cuenta de que el nivel de dificultad era el justo. Con la práctica y dedicación que ha puesto, es normal que le haya salido fácil, mándale saludos a esa preparación.
Y hablando de recompensas, ¡Andrea se ganó una beca del 100%! Así que podemos decir que sus padres, especialmente su mamá Carolina Reyes, van a respirar tranquilos. La señora no podía estar más orgullosa: “Desde pequeña, mi hija ha sido muy perseverante y apasionada... hoy, verlo hacerse realidad llena mi corazón de alegría”. Se nota que hay un apoyo familiar fuerte detrás de esta superación.
Pero no es la única estrella de esta promoción. Esteban Alonso Arias, del Colegio Humanístico Campus Chorotega en Hojancha, Guanacaste, sacó un puntazo de 799,74. Este mae se apunta a Ingeniería Mecatrónica, una carrera que combina electrónica, mecánica y programación. Según él, quiere transformar ideas en soluciones reales. Qué ambición, ¿eh?
Rodrigo Javier Ureña, del Liceo de Tarrazú, completó el podio con un 785,79, también elegido para Ingeniería Mecatrónica. Así que parece que estos dos jóvenes van a revolucionar el mundo de la automatización. ¡Mándales mucha fuerza, que les vaya a todo dar!
En total, se inscribieron 20.154 personas en el proceso de admisión, ¡pero solo 16.406 llegaron hasta el final! Un número considerable, si consideramos el nerviosismo y la presión que implica un examen así. Ahora bien, teniendo en cuenta estas historias de éxito y el arduo camino que recorrieron, ¿creen que el sistema de admisión al TEC debería tener cambios para asegurar una evaluación aún más justa y equitativa, o consideran que funciona perfectamente como está?