¡Ay, Dios mío! Esto sí que es un rollo. Resulta que encontraron una avioneta abandonada en Bagazés, ¡en medio de la pura montaña! Pero la cosa no queda ahí, porque la Policía de Control de Drogas (PCD) decidió destrozarla apenas la vieron. Imagínate el fiaco, ¡a unas horas de encontrarla ya la hicieron pedazos!
Según nos cuentan los compañeros de Diario Extra, el hallazgo ocurrió el pasado domingo, gracias a un reporte de alguien que andaba por la zona. La avioneta estaba prácticamente caída, sin nadie alrededor, dando toques de alerta. Inmediatamente, las autoridades llegaron corriendo para investigar qué demonios estaba pasando ahí arriba. Uno piensa, ‘¿será que traían pura carga ilícita?’ pero salió todo diferente.
La Fiscalía Adjunta de Liberia entró en contacto con el caso y aseguró que dieron luz verde para que la PCD actuara. Al parecer, después de revisar toda la vaina, no encontraron ni drogas, ni cargamentos sospechosos, ni siquiera a algún piloto varado. Lo único que encontraron fueron unos pichingas de combustible, suficiente para echarle gasolina a una moto, pero ni cerca de llenar un tanque de avión. ¡Imagínate el esfuerzo por buscar alguien y no encontrar nada!
Pero aquí viene el detalle que me huele raro, maes. La PCD argumenta que la avioneta representaba un peligro para la seguridad aérea, que no tenía rastreo de uso y que, básicamente, era un problema que había que quitar de encima. Dicen que, después de verificar con la Dirección de Aviación Civil y con el ICD, le dieron el visto bueno para destruirla. ¡Como si fuera juego de niños, eh! No sé ustedes, pero a mí esto me parece demasiado rápido.
Y claro, preguntamos a la PCD cómo justifican tanta premura para deshacerse de la aeronave, cuánto tiempo tardaron en tomar la decisión y qué criterios utilizaron. Pues la respuesta fue escueta: “Para el Servicio de Vigilancia Aérea, el bien no mantenía ningún interés operativo”. ¡Eso es todo! Como si eso resolviera todas nuestras dudas. A ver, si no tenían nada que ocultar, ¿por qué tanta prisa?
Lo curioso también es que, pese a la operación de búsqueda en la zona montañosa, nunca lograron identificar quiénes eran los dueños de la avioneta o qué hacían por esos lados. Se sabe que la aeronave era monomotora, pero poco más. La información es muy limitada, y eso alimenta aún más las especulaciones. Algunos dicen que podría estar relacionada con vuelos clandestinos, otros que simplemente se trata de un accidente desafortunado. La verdad es que, con tanta opacidad, es difícil llegar a una conclusión concreta.
No quiero adelantarme, pero esto me recuerda a otras situaciones similares que hemos vivido en Costa Rica. Avionetas desaparecidas, operaciones encubiertas, fiscales con doble moral… ¡Una pena! Espero que las autoridades hagan una investigación exhaustiva y transparente, para aclarar todas las dudas que este caso ha generado. Porque así, con tanto silencio y secretismo, solo logran avivar los rumores y alimentar la desconfianza ciudadana. El país necesita respuestas claras, ¡y pronto!
Ahora les pregunto a ustedes, mi gente: ¿creen realmente que la destrucción de esta avioneta fue una medida justificada? ¿O hay algo más detrás de todo este asunto? Déjenme sus opiniones en los comentarios. ¡Me interesa saber qué piensan!
Según nos cuentan los compañeros de Diario Extra, el hallazgo ocurrió el pasado domingo, gracias a un reporte de alguien que andaba por la zona. La avioneta estaba prácticamente caída, sin nadie alrededor, dando toques de alerta. Inmediatamente, las autoridades llegaron corriendo para investigar qué demonios estaba pasando ahí arriba. Uno piensa, ‘¿será que traían pura carga ilícita?’ pero salió todo diferente.
La Fiscalía Adjunta de Liberia entró en contacto con el caso y aseguró que dieron luz verde para que la PCD actuara. Al parecer, después de revisar toda la vaina, no encontraron ni drogas, ni cargamentos sospechosos, ni siquiera a algún piloto varado. Lo único que encontraron fueron unos pichingas de combustible, suficiente para echarle gasolina a una moto, pero ni cerca de llenar un tanque de avión. ¡Imagínate el esfuerzo por buscar alguien y no encontrar nada!
Pero aquí viene el detalle que me huele raro, maes. La PCD argumenta que la avioneta representaba un peligro para la seguridad aérea, que no tenía rastreo de uso y que, básicamente, era un problema que había que quitar de encima. Dicen que, después de verificar con la Dirección de Aviación Civil y con el ICD, le dieron el visto bueno para destruirla. ¡Como si fuera juego de niños, eh! No sé ustedes, pero a mí esto me parece demasiado rápido.
Y claro, preguntamos a la PCD cómo justifican tanta premura para deshacerse de la aeronave, cuánto tiempo tardaron en tomar la decisión y qué criterios utilizaron. Pues la respuesta fue escueta: “Para el Servicio de Vigilancia Aérea, el bien no mantenía ningún interés operativo”. ¡Eso es todo! Como si eso resolviera todas nuestras dudas. A ver, si no tenían nada que ocultar, ¿por qué tanta prisa?
Lo curioso también es que, pese a la operación de búsqueda en la zona montañosa, nunca lograron identificar quiénes eran los dueños de la avioneta o qué hacían por esos lados. Se sabe que la aeronave era monomotora, pero poco más. La información es muy limitada, y eso alimenta aún más las especulaciones. Algunos dicen que podría estar relacionada con vuelos clandestinos, otros que simplemente se trata de un accidente desafortunado. La verdad es que, con tanta opacidad, es difícil llegar a una conclusión concreta.
No quiero adelantarme, pero esto me recuerda a otras situaciones similares que hemos vivido en Costa Rica. Avionetas desaparecidas, operaciones encubiertas, fiscales con doble moral… ¡Una pena! Espero que las autoridades hagan una investigación exhaustiva y transparente, para aclarar todas las dudas que este caso ha generado. Porque así, con tanto silencio y secretismo, solo logran avivar los rumores y alimentar la desconfianza ciudadana. El país necesita respuestas claras, ¡y pronto!
Ahora les pregunto a ustedes, mi gente: ¿creen realmente que la destrucción de esta avioneta fue una medida justificada? ¿O hay algo más detrás de todo este asunto? Déjenme sus opiniones en los comentarios. ¡Me interesa saber qué piensan!
