¡Aguante, pura vida! Resulta que el tipo de cambio del dólar contra nuestro lempita – perdón, colón – se levantó hoy, dejando a muchos con la boca abierta. Después de unos días de respiro, parece que quiso recordarnos quién manda y volvió a subir, haciendo temblar a los comerciantes y a esos que tienen ahorritos en dólares.
Según los números duros del Banco Central, este martes cerramos la pauta en ¢491,38. Sí, ya sé, suena parecido al viernes, pero fíjate que subió ¢1,10. ¡Una diferencia que duele en el bolsillo!, máxime cuando todavía estamos digiriendo el aumento de la gasolina y otras cositas así. Y eso que dicen que la economía va bien... ¡Diay!
Se movieron unos $87,78 millones en el Monex, una suma considerable que demuestra que hay bastante actividad, pero también incertidumbre. El Banco Central, como buen papá bueno, compró unos $16 millones para ayudar al sector público, pa’ que los ministerios puedan pagar sus cuentas a tiempo. Y luego se fajó otros $55,16 millones en sus propias operaciones, tratando de estabilizar la cosa. Uno se pregunta si con tanto esfuerzo van a poder mantenerlo bajo control, ¿verdad?
Ahora, hablando claro, esto del tipo de cambio siempre es un tema complicado. Hay un montón de factores que influyen: desde lo que pasa afuera, en Estados Unidos y otros países, hasta cómo nos vaya a nosotros con nuestras exportaciones y turismo. Todo está conectado, mae, como un apretón de manos. Si alguien piensa que esto es sencillo, ¡se ha equivocado de brete!
Recuerdo cuando mi abu decía: 'Cuando el dólar sube, aprieta el cinturón'. Pues parece que doña Elena tenía toda la razón. Con este nuevo brinquito, los productos importados van a seguir siendo más caros, y eso afecta a todos, especialmente a los que menos tienen. Pero bueno, siempre hay que buscarle el lado positivo, ¿no creen? Quizás ahora compremos menos chunches y empecemos a valorar más lo que tenemos acá mismo, hecho en Costa Rica.
Algunos economistas dicen que esto es temporal, que es solo un ajuste pasajero. Otros, más pesimistas, advierten que podríamos estar entrando en una etapa de mayor volatilidad. Lo cierto es que nadie sabe qué pasará mañana. Esto es como jugar al billar, dale duro a una bola y ves cómo reaccionan las demás. Es pura especulación, pero da para conversar y analizar qué tan preparados estamos los ticos para enfrentar estos desafíos económicos.
Y ni hablar de las financieras no reguladas, esas que andan sueltas ofreciendo intereses altísimos. Según algunos reportes, están acumulando más y más morosidad. ¡Qué sal! Esos tipos son como tiburones buscando dónde morder. Hay que tener mucho cuidado con ellos y tratar de evitar caer en sus redes, porque al final terminamos pagando caro la jugada.
En fin, vamos viendo cómo sigue esta telenovela económica. El tipo de cambio ha sido un tema recurrente en nuestra vida diaria, y parece que no quiere desaparecer. Con tanta subida y bajada, uno ya ni sabe qué esperar. Ahora me pregunto, ¿crees tú que el gobierno debería implementar medidas más drásticas para controlar el tipo de cambio, o deberíamos simplemente acostumbrarnos a esta montaña rusa financiera?
Según los números duros del Banco Central, este martes cerramos la pauta en ¢491,38. Sí, ya sé, suena parecido al viernes, pero fíjate que subió ¢1,10. ¡Una diferencia que duele en el bolsillo!, máxime cuando todavía estamos digiriendo el aumento de la gasolina y otras cositas así. Y eso que dicen que la economía va bien... ¡Diay!
Se movieron unos $87,78 millones en el Monex, una suma considerable que demuestra que hay bastante actividad, pero también incertidumbre. El Banco Central, como buen papá bueno, compró unos $16 millones para ayudar al sector público, pa’ que los ministerios puedan pagar sus cuentas a tiempo. Y luego se fajó otros $55,16 millones en sus propias operaciones, tratando de estabilizar la cosa. Uno se pregunta si con tanto esfuerzo van a poder mantenerlo bajo control, ¿verdad?
Ahora, hablando claro, esto del tipo de cambio siempre es un tema complicado. Hay un montón de factores que influyen: desde lo que pasa afuera, en Estados Unidos y otros países, hasta cómo nos vaya a nosotros con nuestras exportaciones y turismo. Todo está conectado, mae, como un apretón de manos. Si alguien piensa que esto es sencillo, ¡se ha equivocado de brete!
Recuerdo cuando mi abu decía: 'Cuando el dólar sube, aprieta el cinturón'. Pues parece que doña Elena tenía toda la razón. Con este nuevo brinquito, los productos importados van a seguir siendo más caros, y eso afecta a todos, especialmente a los que menos tienen. Pero bueno, siempre hay que buscarle el lado positivo, ¿no creen? Quizás ahora compremos menos chunches y empecemos a valorar más lo que tenemos acá mismo, hecho en Costa Rica.
Algunos economistas dicen que esto es temporal, que es solo un ajuste pasajero. Otros, más pesimistas, advierten que podríamos estar entrando en una etapa de mayor volatilidad. Lo cierto es que nadie sabe qué pasará mañana. Esto es como jugar al billar, dale duro a una bola y ves cómo reaccionan las demás. Es pura especulación, pero da para conversar y analizar qué tan preparados estamos los ticos para enfrentar estos desafíos económicos.
Y ni hablar de las financieras no reguladas, esas que andan sueltas ofreciendo intereses altísimos. Según algunos reportes, están acumulando más y más morosidad. ¡Qué sal! Esos tipos son como tiburones buscando dónde morder. Hay que tener mucho cuidado con ellos y tratar de evitar caer en sus redes, porque al final terminamos pagando caro la jugada.
En fin, vamos viendo cómo sigue esta telenovela económica. El tipo de cambio ha sido un tema recurrente en nuestra vida diaria, y parece que no quiere desaparecer. Con tanta subida y bajada, uno ya ni sabe qué esperar. Ahora me pregunto, ¿crees tú que el gobierno debería implementar medidas más drásticas para controlar el tipo de cambio, o deberíamos simplemente acostumbrarnos a esta montaña rusa financiera?