¡Aguante, pura vida! Resulta que la diabetes, ese negocio que te complica la existencia, sigue pegándole duro a nosotros, los ticos. Según datos fresquitos de la CCSS, casi el quince por ciento de la población ya tiene diagnóstico, ¡eso es un montón de gente, mae! Y eso ni contamos a aquellos que andan por ahí sin saberlo, así que la cifra seguramente es aún más alta. Este 14 de noviembre celebramos el Día Mundial de la Diabetes, pero más que festejos, deberíamos estar pensando en cómo cuidarnos porque, díganle a mis primos, esto no pinta nada bien.
Ya saben, desde el lejano 1991 que la Federación Internacional de Diabetes y la Organización Mundial de la Salud empezaron a hacer ruido sobre esta enfermedad silenciosa. La ONU se sumó oficialmente en 2006, y la CCSS no ha parado de sonar las alarmas para prevenirla y controlarla. Pero parece que entre tanto churro con gaseosa y poca caminata, nos vamos olvidando de cuidarnos, ¿no?
Si hablamos de números fríos, la CCSS reporta que al 2024, un 14.8% de los ticos camina con este escolta. Pero ojo, dicen los doctores que esto es solo la punta del iceberg. Hay muchos que andan sin saberlo, viviendo despreocupadamente hasta que les da un susto y tienen que ir corriendo al centro de salud. Porque, díganle a sus abuelos, la diabetes es una manteniga que te complica la vida a largo plazo.
Y la cosa no mejora, pues la diabetes tipo 2 está creciendo a pasos agigantados. Ese negocio del sobrepeso, la falta de ejercicio y la comida chatarra que nos tragamos todos los días está generando estadísticas que dan escalofrío. Se pronostican 735 millones de personas con diabetes en todo el mundo para el 2045. ¡Eso sí es una torta monumental!
Ahora, si empiezan a sentir ganas de tomar agua seguido, a pipiar cada cinco minutos, a ver las cosas borrosas o a sentirse cansados sin motivo aparente, ¡ojo abierto! Podría ser la diabetes avisándoles que hay que ponerle freno a los excesos. Aunque también puede ser que simplemente necesiten unas buenas horas de sueño, pero mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
María Isabel Solís, una paciente que lleva ocho años luchando contra la diabetes, nos cuenta que ella nunca sintió ninguno de esos síntomas. Empezó con unos mareos y fue así como descubrieron el problema. ¡Imagínense! Cuando se dio cuenta, sus niveles de azúcar estaban por las nubes, ¡en 400! Eso demuestra lo sigilosa que puede ser esta enfermedad y lo importante que es hacerse chequeos regulares, aunque te sientas como la leche.
La diabetes no discrimina edades, y ahora está afectando a gente cada vez más joven. Esto trae consecuencias graves, porque puede dañar el corazón, los ojos, los riñones y los nervios. Además, aumenta el riesgo de tener problemas en los pies, heridas que no cicatrizan y, en los peores casos, incluso llegar a necesitar una amputación. ¡Qué sal, mándalos! Es un asunto serio que no podemos tomar a broma.
El doctor Noel Ruiz, un reconocido internista, nos recomienda adoptar hábitos saludables como parte de nuestro estilo de vida. Nos dice que hacer ejercicio diario, comer frutas y verduras en porciones adecuadas, dejar el cigarrillo, dormir bien y decirle “no” a las comidas llenas de grasas y azúcares puede hacernos la diferencia. Así que, ¿qué esperan para empezar a moverse y a comer rico? ¿Ustedes creen que las campañas de prevención realmente llegan a la gente o siguen siendo un mensaje que pasa volando por encima de nuestras cabezas? Cuéntenos qué opinan y compartan sus experiencias en el foro, ¡porque juntos podemos vencer esta batalla contra la diabetes!
Ya saben, desde el lejano 1991 que la Federación Internacional de Diabetes y la Organización Mundial de la Salud empezaron a hacer ruido sobre esta enfermedad silenciosa. La ONU se sumó oficialmente en 2006, y la CCSS no ha parado de sonar las alarmas para prevenirla y controlarla. Pero parece que entre tanto churro con gaseosa y poca caminata, nos vamos olvidando de cuidarnos, ¿no?
Si hablamos de números fríos, la CCSS reporta que al 2024, un 14.8% de los ticos camina con este escolta. Pero ojo, dicen los doctores que esto es solo la punta del iceberg. Hay muchos que andan sin saberlo, viviendo despreocupadamente hasta que les da un susto y tienen que ir corriendo al centro de salud. Porque, díganle a sus abuelos, la diabetes es una manteniga que te complica la vida a largo plazo.
Y la cosa no mejora, pues la diabetes tipo 2 está creciendo a pasos agigantados. Ese negocio del sobrepeso, la falta de ejercicio y la comida chatarra que nos tragamos todos los días está generando estadísticas que dan escalofrío. Se pronostican 735 millones de personas con diabetes en todo el mundo para el 2045. ¡Eso sí es una torta monumental!
Ahora, si empiezan a sentir ganas de tomar agua seguido, a pipiar cada cinco minutos, a ver las cosas borrosas o a sentirse cansados sin motivo aparente, ¡ojo abierto! Podría ser la diabetes avisándoles que hay que ponerle freno a los excesos. Aunque también puede ser que simplemente necesiten unas buenas horas de sueño, pero mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
María Isabel Solís, una paciente que lleva ocho años luchando contra la diabetes, nos cuenta que ella nunca sintió ninguno de esos síntomas. Empezó con unos mareos y fue así como descubrieron el problema. ¡Imagínense! Cuando se dio cuenta, sus niveles de azúcar estaban por las nubes, ¡en 400! Eso demuestra lo sigilosa que puede ser esta enfermedad y lo importante que es hacerse chequeos regulares, aunque te sientas como la leche.
La diabetes no discrimina edades, y ahora está afectando a gente cada vez más joven. Esto trae consecuencias graves, porque puede dañar el corazón, los ojos, los riñones y los nervios. Además, aumenta el riesgo de tener problemas en los pies, heridas que no cicatrizan y, en los peores casos, incluso llegar a necesitar una amputación. ¡Qué sal, mándalos! Es un asunto serio que no podemos tomar a broma.
El doctor Noel Ruiz, un reconocido internista, nos recomienda adoptar hábitos saludables como parte de nuestro estilo de vida. Nos dice que hacer ejercicio diario, comer frutas y verduras en porciones adecuadas, dejar el cigarrillo, dormir bien y decirle “no” a las comidas llenas de grasas y azúcares puede hacernos la diferencia. Así que, ¿qué esperan para empezar a moverse y a comer rico? ¿Ustedes creen que las campañas de prevención realmente llegan a la gente o siguen siendo un mensaje que pasa volando por encima de nuestras cabezas? Cuéntenos qué opinan y compartan sus experiencias en el foro, ¡porque juntos podemos vencer esta batalla contra la diabetes!