Bueno, pues resulta que la licenciada Laura Fernández, del Pueblo Soberano, anda rescatando ideas que ya había soltado Don Rodrigo. ¿Se acuerdan cuando Chaves prometió que íbamos a tener losmedicamentos más baratos del mundo, como si estuviéramos en Nicaragua o Guatemala? Pues ahora la licenciada viene con lo mismo, reciclando la idea de agilizar el papeleo y andar con el compuesto químico en lugar de la marca. ¡Una torta!
El plan de gobierno de Fernández, con nombre rebuscado de 'Más oportunidades, un mismo rumbo', dice textualmente que van a hacer toda una estrategia para bajar los precios. Hablan de agilizar el registro sanitario, recalificar productos cosméticos (¿y eso pa’ qué?), fomentar los genéricos obligando a los doctores a recetar por el compuesto y meterse con las importaciones paralelas. Vamos, la misma vaina que intentó hacer Chaves y que, según parece, se fue al traste.
Porque miren, Don Rodrigo aceptó hace poco que no logró cumplir esa promesa. Dijo que se registraran para ver si él sí hizo todo lo posible. ¡Pero brete el que tiene! Porque los datos del INEC dicen otra cosa. Según ellos, los precios de los medicamentos apenas han bajado un poquito, casi nada. Nelson Castillo, del INEC, lo dejó claro: “la variación de precios es muy cercana a cero, incluso menor al 1%”. ¡Qué nivel de decepción!
Y si revisamos los números, se pone peor. Desde que asumió Chaves, el índice de precios de los medicamentos ha ido subiendo constantemente. En enero del 2025 llegó a tocar el pico, con 112.28 puntos. Después hubo algunas bajitas en febrero y marzo, pero luego se estabilizó en torno a los 110 puntos. ¡Imagínense la diferencia con el índice de 105.6 que teníamos al principio de su mandato! Una carga, vaya.
Ahora bien, no todo está perdido, porque hay un proyecto de ley en la Asamblea que podría darle solución a esto. Está impulsado por la diputada del PUSC, María Marta Carballo, quien señala que los precios de los medicamentos en Costa Rica son los más altos de la región. Ponemos un ejemplo clarito: un blister de omeprazol de 20 miligramos cuesta aquí unos 21 mil colones, mientras que en Nicaragua sale en 2 mil 650, en Guatemala en 4 mil 240, en El Salvador en 5 mil 300 y en Honduras en 6 mil 360. ¡Unos mangazos de diferencia!
El proyecto de Carballo propone varias cosas interesantes: un precio de entrada regulado basado en el valor terapéutico, un observatorio nacional de precios para comparar precios entre farmacias, facilitar la importación paralela para romper los monopolios y agilizar el reconocimiento de registros sanitarios internacionales. También prohíben los contratos de exclusividad para que las farmacias no estén atadas a ciertas droguerías. Parece que sí le están metiendo pila a la cosa, aunque todavía queda mucho camino por recorrer.
Lo que me preocupa es que siempre vemos estas iniciativas con mucha ilusión, pero luego terminan siendo un chururrismo. Ya hemos visto tantas promesas incumplidas que uno se empieza a cansar. Además, la Sala Constitucional ya le dio luz verde al proyecto, así que no deberían haber excusas para que se quede varado en la Asamblea. Esperemos que esta vez sí hagan las cosas bien, por el bienestar de todos los que necesitamos comprar medicinas regularmente. ¡Qué sal!
En fin, viendo todo este panorama, me pregunto: ¿cree usted que realmente vamos a ver una reducción significativa en los precios de los medicamentos pronto, o será otra promesa electoral que se va a ir al traste? Déjeme saber su opinión en los comentarios – ¡me interesa mucho saber qué piensa el pueblo!
El plan de gobierno de Fernández, con nombre rebuscado de 'Más oportunidades, un mismo rumbo', dice textualmente que van a hacer toda una estrategia para bajar los precios. Hablan de agilizar el registro sanitario, recalificar productos cosméticos (¿y eso pa’ qué?), fomentar los genéricos obligando a los doctores a recetar por el compuesto y meterse con las importaciones paralelas. Vamos, la misma vaina que intentó hacer Chaves y que, según parece, se fue al traste.
Porque miren, Don Rodrigo aceptó hace poco que no logró cumplir esa promesa. Dijo que se registraran para ver si él sí hizo todo lo posible. ¡Pero brete el que tiene! Porque los datos del INEC dicen otra cosa. Según ellos, los precios de los medicamentos apenas han bajado un poquito, casi nada. Nelson Castillo, del INEC, lo dejó claro: “la variación de precios es muy cercana a cero, incluso menor al 1%”. ¡Qué nivel de decepción!
Y si revisamos los números, se pone peor. Desde que asumió Chaves, el índice de precios de los medicamentos ha ido subiendo constantemente. En enero del 2025 llegó a tocar el pico, con 112.28 puntos. Después hubo algunas bajitas en febrero y marzo, pero luego se estabilizó en torno a los 110 puntos. ¡Imagínense la diferencia con el índice de 105.6 que teníamos al principio de su mandato! Una carga, vaya.
Ahora bien, no todo está perdido, porque hay un proyecto de ley en la Asamblea que podría darle solución a esto. Está impulsado por la diputada del PUSC, María Marta Carballo, quien señala que los precios de los medicamentos en Costa Rica son los más altos de la región. Ponemos un ejemplo clarito: un blister de omeprazol de 20 miligramos cuesta aquí unos 21 mil colones, mientras que en Nicaragua sale en 2 mil 650, en Guatemala en 4 mil 240, en El Salvador en 5 mil 300 y en Honduras en 6 mil 360. ¡Unos mangazos de diferencia!
El proyecto de Carballo propone varias cosas interesantes: un precio de entrada regulado basado en el valor terapéutico, un observatorio nacional de precios para comparar precios entre farmacias, facilitar la importación paralela para romper los monopolios y agilizar el reconocimiento de registros sanitarios internacionales. También prohíben los contratos de exclusividad para que las farmacias no estén atadas a ciertas droguerías. Parece que sí le están metiendo pila a la cosa, aunque todavía queda mucho camino por recorrer.
Lo que me preocupa es que siempre vemos estas iniciativas con mucha ilusión, pero luego terminan siendo un chururrismo. Ya hemos visto tantas promesas incumplidas que uno se empieza a cansar. Además, la Sala Constitucional ya le dio luz verde al proyecto, así que no deberían haber excusas para que se quede varado en la Asamblea. Esperemos que esta vez sí hagan las cosas bien, por el bienestar de todos los que necesitamos comprar medicinas regularmente. ¡Qué sal!
En fin, viendo todo este panorama, me pregunto: ¿cree usted que realmente vamos a ver una reducción significativa en los precios de los medicamentos pronto, o será otra promesa electoral que se va a ir al traste? Déjeme saber su opinión en los comentarios – ¡me interesa mucho saber qué piensa el pueblo!