¡Qué desazón, pura desazón! La Selección Costarricense sufrió una derrota dolorosa ante Haití en suelo curazoleño, un golpe que deja al 'Pío' Herrera con pocas opciones de clasificarnos al Mundial. Con este resultado, la ilusión de ver a nuestra Tricolor en Qatar 2026 se desvanece más rápido que hielo en pleno agosto.
Desde que el entrenador mexicano llegó al país, la expectativa era alta. Promesas de revitalizar el fútbol nacional, de trabajar duro y clasificarnos sin despeinarnos. Hubo amistosos, partidos de la Liga de Naciones y hasta la Copa Oro, pero parece que todo fue un preludio a este triste final. Las victorias escasean y los resultados, francamente, dan pena.
Recordemos cómo empezó este proceso eliminatorio: empates magullones contra Nicaragua, Haití y Honduras. Un punto rescatado con sufrimiento en cada partido, dejando claro que no estábamos para hacer maravillas. La pequeña alegría llegó goleando a los pinoleros en La Sabana, un respiro efímero que nos hizo creer, aunque fuera por un momento, que podíamos remontar la papeleta.
Pero entonces llegó el fatídico encuentro en Curazao. Se esperaba un triunfo, un paso firme hacia la clasificación, pero lo que encontramos fue un Haití enchufado, decidido a complicarle la vida a la Sele. No supimos aprovechar la ventaja de jugar como locales y pagamos caro esa desconcentración. El resultado habla por sí solo: 0-1, una puñalada al corazón de todos los aficionados ticos.
Las estadísticas son despiadadas: solo una victoria en cinco partidos, tres empates y una derrota. Un rendimiento del alarmante 40%, cifra que pone en tela de juicio la estrategia del ‘Pio’ y la capacidad de respuesta de los jugadores. ¿Dónde quedaron los planteamientos tácticos que tanto pregonábamos? ¿Por qué no logramos imponer nuestro juego ante un rival que, honestamente, no debería habernos complicado tanto?
Muchos analistas ya pronuncian la palabra “destitución”. La afición, harta de promesas incumplidas y malos resultados, exige cambios urgentes. El ambiente en redes sociales es explosivo, lleno de críticas y memes ácidos. Diego Obando, reconocido periodista deportivo, no tardó en levantar la voz cuestionando la gestión del técnico y generando aún más controversia. ¿Será este el principio del fin para Miguel Herrera al mando de la Sele?
A pesar de la sombría realidad, todavía hay una pequeña esperanza. Quedan algunos partidos por disputar y matemáticamente, aún podemos soñar con clasificar. Pero para ello, necesitamos un milagro, una combinación de victorias convincentes y tropiezos de nuestros competidores directos. Tenemos que dejar atrás la autocomplacencia, corregir los errores y demostrar que el fútbol costarricense sigue vivo. Diay, ¡esta vara está difícil!
Considerando este panorama desalentador, y teniendo en cuenta la inexperiencia mostrada por muchos de nuestros jugadores en momentos clave, ¿cree usted que la Federación Costarricense de Fútbol debería tomar medidas drásticas ahora mismo, o esperar a ver si el 'Pio' puede dar la vuelta a esta situación tan complicada? ¿Y quién sería el reemplazo ideal para liderar a la Sele en caso de que se decida buscar nuevos rumbos?
Desde que el entrenador mexicano llegó al país, la expectativa era alta. Promesas de revitalizar el fútbol nacional, de trabajar duro y clasificarnos sin despeinarnos. Hubo amistosos, partidos de la Liga de Naciones y hasta la Copa Oro, pero parece que todo fue un preludio a este triste final. Las victorias escasean y los resultados, francamente, dan pena.
Recordemos cómo empezó este proceso eliminatorio: empates magullones contra Nicaragua, Haití y Honduras. Un punto rescatado con sufrimiento en cada partido, dejando claro que no estábamos para hacer maravillas. La pequeña alegría llegó goleando a los pinoleros en La Sabana, un respiro efímero que nos hizo creer, aunque fuera por un momento, que podíamos remontar la papeleta.
Pero entonces llegó el fatídico encuentro en Curazao. Se esperaba un triunfo, un paso firme hacia la clasificación, pero lo que encontramos fue un Haití enchufado, decidido a complicarle la vida a la Sele. No supimos aprovechar la ventaja de jugar como locales y pagamos caro esa desconcentración. El resultado habla por sí solo: 0-1, una puñalada al corazón de todos los aficionados ticos.
Las estadísticas son despiadadas: solo una victoria en cinco partidos, tres empates y una derrota. Un rendimiento del alarmante 40%, cifra que pone en tela de juicio la estrategia del ‘Pio’ y la capacidad de respuesta de los jugadores. ¿Dónde quedaron los planteamientos tácticos que tanto pregonábamos? ¿Por qué no logramos imponer nuestro juego ante un rival que, honestamente, no debería habernos complicado tanto?
Muchos analistas ya pronuncian la palabra “destitución”. La afición, harta de promesas incumplidas y malos resultados, exige cambios urgentes. El ambiente en redes sociales es explosivo, lleno de críticas y memes ácidos. Diego Obando, reconocido periodista deportivo, no tardó en levantar la voz cuestionando la gestión del técnico y generando aún más controversia. ¿Será este el principio del fin para Miguel Herrera al mando de la Sele?
A pesar de la sombría realidad, todavía hay una pequeña esperanza. Quedan algunos partidos por disputar y matemáticamente, aún podemos soñar con clasificar. Pero para ello, necesitamos un milagro, una combinación de victorias convincentes y tropiezos de nuestros competidores directos. Tenemos que dejar atrás la autocomplacencia, corregir los errores y demostrar que el fútbol costarricense sigue vivo. Diay, ¡esta vara está difícil!
Considerando este panorama desalentador, y teniendo en cuenta la inexperiencia mostrada por muchos de nuestros jugadores en momentos clave, ¿cree usted que la Federación Costarricense de Fútbol debería tomar medidas drásticas ahora mismo, o esperar a ver si el 'Pio' puede dar la vuelta a esta situación tan complicada? ¿Y quién sería el reemplazo ideal para liderar a la Sele en caso de que se decida buscar nuevos rumbos?