¡Tremenda bronca, pura vida! Aquí les va la nota que está haciendo temblar las redes sociales este día. Una perrita, a quien cariñosamente han llamado Renata, está dando pelea por su vida después de ser rescatada en condiciones deplorables dentro de un búnker en el Invu de Alajuela. La pobre, parece sacada de película, pero la realidad supera cualquier ficción. Esta vainera nos deja pensando en cómo algunos humanos podemos ser tan crueles con los animales.
Todo empezó con un allanamiento policial este miércoles pasado, 12 de noviembre. Según la Asociación de Rescate y Adopción Zagua-TEX, la encontraron atada al fondo del búnker, en un estado de pánico absoluto. Imagínate la tortura, la oscuridad… ¡qué sal! Lo peor es que tenía una inflamación horrible en sus genitales y señales claras de haber sido abusada y descuidada de manera extrema. Un verdadero espanto, mae.
Al principio, hubo confusión sobre qué pasaría con la pobrecita. Algunos testigos dijeron que iban a abandonarla en la calle después del operativo, ¡una barbaridad! Pero, afortunadamente, un policía que participó en el allanamiento tuvo un poquito de conciencia y se comunicó con Zagua-TEX para coordinar su rescate. Avisenle a esos otros que andan pensando diferente, porque esto no tiene perdón ni olvido.
En Zagua-TEX le pusieron un nombre muy significativo: Renata, que significa “renacida”. Dicen que es un símbolo de esperanza, de un nuevo comienzo después de tantos años de sufrimiento. Ojalá que así sea, porque la necesita con creces. Desde el momento en que la encontraron, se notaba que estaba hecha pedazos, con mucho miedo y una tristeza profunda.
La perrita fue llevada corriendo al Hospital Veterinario Santamaría en Alajuela, donde le hicieron unos exámenes bien exhaustivos. Los veterinarios se llevaron una sorpresa desagradable: le encontraron tumores en varias partes del cuerpo y además padece piometra, una infección uterina súper peligrosa que puede matarla si no la tratan pronto. ¡Qué torta!, realmente esta chinita ha tenido que pasar por muchas cosas.
Ahora, Renata está internada y recibiendo todos los cuidados necesarios para poder someterse a una cirugía urgente mañana mismo. Su estado emocional tampoco es el mejor; está paralizada por el miedo y apenas se mueve. Parece que todavía no cree que está a salvo. Hay gente que contactó a la organización contando que varios sabían de esta situación, pero nadie hizo nada por temor a los responsables. ¡Eso sí da pena!, qué cobardía.
Pero no todo está perdido. Hoy, Renata está segura y recibe amor, atención médica y cuidados constantes. Sus rescatistas tienen mucha fe en que, con el tiempo y la paciencia, podrá superar este terrible trauma y volver a confiar en los humanos. Seamos claros, esto no es solo recuperar una mascota, sino salvar una vida llena de dolor y abandono. Deberíamos estar avergonzados de permitir que estas situaciones ocurran en nuestro país, y exigir cambios reales en las leyes de protección animal.
Y ahora, mi pregunta para ustedes, compas: ¿Qué medidas creen que deberíamos tomar como sociedad para evitar que casos como el de Renata vuelvan a ocurrir? ¿Deberíamos endurecer las penas para quienes maltratan animales? ¿Cómo podemos fomentar una cultura de respeto y responsabilidad hacia nuestros compañeros peludos? Denle duro al debate en el foro, ¡esto amerita una conversación seria!
Todo empezó con un allanamiento policial este miércoles pasado, 12 de noviembre. Según la Asociación de Rescate y Adopción Zagua-TEX, la encontraron atada al fondo del búnker, en un estado de pánico absoluto. Imagínate la tortura, la oscuridad… ¡qué sal! Lo peor es que tenía una inflamación horrible en sus genitales y señales claras de haber sido abusada y descuidada de manera extrema. Un verdadero espanto, mae.
Al principio, hubo confusión sobre qué pasaría con la pobrecita. Algunos testigos dijeron que iban a abandonarla en la calle después del operativo, ¡una barbaridad! Pero, afortunadamente, un policía que participó en el allanamiento tuvo un poquito de conciencia y se comunicó con Zagua-TEX para coordinar su rescate. Avisenle a esos otros que andan pensando diferente, porque esto no tiene perdón ni olvido.
En Zagua-TEX le pusieron un nombre muy significativo: Renata, que significa “renacida”. Dicen que es un símbolo de esperanza, de un nuevo comienzo después de tantos años de sufrimiento. Ojalá que así sea, porque la necesita con creces. Desde el momento en que la encontraron, se notaba que estaba hecha pedazos, con mucho miedo y una tristeza profunda.
La perrita fue llevada corriendo al Hospital Veterinario Santamaría en Alajuela, donde le hicieron unos exámenes bien exhaustivos. Los veterinarios se llevaron una sorpresa desagradable: le encontraron tumores en varias partes del cuerpo y además padece piometra, una infección uterina súper peligrosa que puede matarla si no la tratan pronto. ¡Qué torta!, realmente esta chinita ha tenido que pasar por muchas cosas.
Ahora, Renata está internada y recibiendo todos los cuidados necesarios para poder someterse a una cirugía urgente mañana mismo. Su estado emocional tampoco es el mejor; está paralizada por el miedo y apenas se mueve. Parece que todavía no cree que está a salvo. Hay gente que contactó a la organización contando que varios sabían de esta situación, pero nadie hizo nada por temor a los responsables. ¡Eso sí da pena!, qué cobardía.
Pero no todo está perdido. Hoy, Renata está segura y recibe amor, atención médica y cuidados constantes. Sus rescatistas tienen mucha fe en que, con el tiempo y la paciencia, podrá superar este terrible trauma y volver a confiar en los humanos. Seamos claros, esto no es solo recuperar una mascota, sino salvar una vida llena de dolor y abandono. Deberíamos estar avergonzados de permitir que estas situaciones ocurran en nuestro país, y exigir cambios reales en las leyes de protección animal.
Y ahora, mi pregunta para ustedes, compas: ¿Qué medidas creen que deberíamos tomar como sociedad para evitar que casos como el de Renata vuelvan a ocurrir? ¿Deberíamos endurecer las penas para quienes maltratan animales? ¿Cómo podemos fomentar una cultura de respeto y responsabilidad hacia nuestros compañeros peludos? Denle duro al debate en el foro, ¡esto amerita una conversación seria!