¡Ay, Dios mío! Esto sí que es un despiche. Lo que se suponía que sería la noche más linda para los 45 alumnos de quinto de Cartago, se convirtió en un verdadero brete, plagado de desapariciones, sospechas y una salada pérdida de 20 millones de colones. Imagínate la cara de esos muchachos, ¡qué pena!
Todo empezó a torcerse hace unos días, justo a tres días de que tocaran las melodías y bailen hasta cansarse en el baile de graduación. Los papás, preocupados y ansiosos por darle una despedida memorable a sus hijos, descubrieron que faltaba una suma considerable de dinero de la arca destinada a la fiesta. Meses de rifas, aportes familiares y arduo trabajo del comité organizador parecían haberse esfumado como humo.
Según los denunciantes, la llave del cerrojo financiero estaba en manos de un tal Calderón, un señor que parecía tener todo bajo control. Él gestionaba las cuentas bancarias, hablaba con la empresa productora –Full Party–, y se comunicaba constantemente con los padres. Pero cuando llegó el momento crucial de hacer el pago final, la empresa gritó hasta las paredes que nunca había recibido ni un colón. ¡Imagínate el susto!
Para añadirle más drama a esta telenovela, el lunes pasado, la familia de Calderón salió en redes sociales buscando ayuda porque ‘el mae’ había desaparecido. Una incertidumbre que te cala hondo, ¿verdad? Las horas siguientes fueron de angustia, hasta que, milagrosamente, el martes apareció en el hospital de Heredia, pero nadie ha querido dar muchos detalles sobre qué pasó realmente. ¿Se habrá ido a esconder con el dinero?
Con su regreso, los padres, ya desconfiados y con el corazón en la boca, empezaron a revisar cada movimiento financiero. Ahí encontraron unas irregularidades que apuntan directo a Calderón. Ahora mismo, están preparando una denuncia formal ante el OIJ por supuesto delito de estafa. Como dice el dicho, 'la verdad siempre sale a la luz', y vaya que esta vara está bien cargada.
“Es muy triste ver cómo nuestros hijos se quedaron sin su noche soñada,” lamentaba una madre, pidiendo mantener su anonimato. “Cada familia se rompió el lomo durante meses para que esto fuera posible, y ahora parece que todo se fue al traste junto con el dinero.” Una frase que te golpea como un balde de agua fría, ¿no creen?”
Los padres están juntando todos los comprobantes, capturas de pantalla de conversaciones y cualquier documento que pueda probar los pagos realizados, listos para entregarlo a las autoridades. Se busca evidencia contundente para demostrar que, efectivamente, hubo una jugarreta. Según se pudo averiguar, ese dinerito se iba a destinar a pagar la producción, la decoración, el sonido, la comida… ¡todo para que la fiesta estuviera a full! Pero ahora, con estos problemas, el evento corre peligro, dejando una profunda decepción en esos 45 jóvenes que soñaban con cerrar su etapa escolar con una gran celebración. ¡Qué bronca!
Y ahora me pregunto, queridos lectores del Foro de Costa Rica, ¿creen que la justicia hará lo correcto y recuperará el dinero para que estos jóvenes puedan disfrutar de su merecido baile de graduación? ¿Será posible encontrar al responsable y evitar que otras familias pasen por esta experiencia tan amarga? ¡Den su opinión!
Todo empezó a torcerse hace unos días, justo a tres días de que tocaran las melodías y bailen hasta cansarse en el baile de graduación. Los papás, preocupados y ansiosos por darle una despedida memorable a sus hijos, descubrieron que faltaba una suma considerable de dinero de la arca destinada a la fiesta. Meses de rifas, aportes familiares y arduo trabajo del comité organizador parecían haberse esfumado como humo.
Según los denunciantes, la llave del cerrojo financiero estaba en manos de un tal Calderón, un señor que parecía tener todo bajo control. Él gestionaba las cuentas bancarias, hablaba con la empresa productora –Full Party–, y se comunicaba constantemente con los padres. Pero cuando llegó el momento crucial de hacer el pago final, la empresa gritó hasta las paredes que nunca había recibido ni un colón. ¡Imagínate el susto!
Para añadirle más drama a esta telenovela, el lunes pasado, la familia de Calderón salió en redes sociales buscando ayuda porque ‘el mae’ había desaparecido. Una incertidumbre que te cala hondo, ¿verdad? Las horas siguientes fueron de angustia, hasta que, milagrosamente, el martes apareció en el hospital de Heredia, pero nadie ha querido dar muchos detalles sobre qué pasó realmente. ¿Se habrá ido a esconder con el dinero?
Con su regreso, los padres, ya desconfiados y con el corazón en la boca, empezaron a revisar cada movimiento financiero. Ahí encontraron unas irregularidades que apuntan directo a Calderón. Ahora mismo, están preparando una denuncia formal ante el OIJ por supuesto delito de estafa. Como dice el dicho, 'la verdad siempre sale a la luz', y vaya que esta vara está bien cargada.
“Es muy triste ver cómo nuestros hijos se quedaron sin su noche soñada,” lamentaba una madre, pidiendo mantener su anonimato. “Cada familia se rompió el lomo durante meses para que esto fuera posible, y ahora parece que todo se fue al traste junto con el dinero.” Una frase que te golpea como un balde de agua fría, ¿no creen?”
Los padres están juntando todos los comprobantes, capturas de pantalla de conversaciones y cualquier documento que pueda probar los pagos realizados, listos para entregarlo a las autoridades. Se busca evidencia contundente para demostrar que, efectivamente, hubo una jugarreta. Según se pudo averiguar, ese dinerito se iba a destinar a pagar la producción, la decoración, el sonido, la comida… ¡todo para que la fiesta estuviera a full! Pero ahora, con estos problemas, el evento corre peligro, dejando una profunda decepción en esos 45 jóvenes que soñaban con cerrar su etapa escolar con una gran celebración. ¡Qué bronca!
Y ahora me pregunto, queridos lectores del Foro de Costa Rica, ¿creen que la justicia hará lo correcto y recuperará el dinero para que estos jóvenes puedan disfrutar de su merecido baile de graduación? ¿Será posible encontrar al responsable y evitar que otras familias pasen por esta experiencia tan amarga? ¡Den su opinión!
