¡Ay, Dios mío! Esto del fútbol tico está que arde, pura humareda. Parece que los técnicos no aguantan ni un respiro y los dirigentes andan buscando reemplazos a la velocidad de la luz. A propósito de eso, la inestabilidad en los banquillos sigue siendo la protagonista del campeonato, demostrando que la paciencia es un bien escaso en nuestro deporte rey.
La temporada Apertura 2025 arrancó con altas expectativas, pero a medida que avanzamos, la realidad nos golpea con fuerza. Desde que sonó el silbato inicial en junio, hasta estos días de diciembre, hemos visto cómo trece entrenadores han tenido que recoger sus cosas y buscar nuevos rumbos. Eso significa, mis queridos foreros, que un técnico dice 'adiós' cada 22 días aproximadamente. ¡Qué despiche!
El detonante más reciente fue la salida de Fernando Palomeque de Guadalupe. Después de unos cuantos partidos donde el equipo no mostraba la actitud esperada, los directivos decidieron darle el corte. Pero él no es el único; mirénla ustedes, el Club Sport Herediano mandó al frente a Pablo Salazar luego de una derrota dolorosa en suelo nicaragüense, y prácticamente no le dieron chance de demostrar su valía. Luego vino Hernán Medford, conocido como 'Pelícano', pero tampoco logró mantener el puesto.
Saprissa tampoco se quedó atrás, y sacudió al mundo futbolístico al despedir a Paulo César Wanchope, un ídolo para muchos, pero que aparentemente no cumplió con las expectativas del club. Lo mismo le ocurrió a Luis Marín en Sporting, y a Geiner Segura en San Carlos, que anda colero en la tabla, viviendo momentos difíciles. ¡Qué sal!
Si bien hay quienes sufren el rigor de la barra y la necesidad urgente de triunfos, otros han logrado mantener la calma y la confianza en sus estrategas. Alajuela, con Óscar Ramírez, parece encaminado a conseguir un tricampeonato copero y también lidera el campeonato local. Cartaginés, Liberia, Puntarenas y Pérez Zeledón son ejemplos de equipos que han apostado por la estabilidad, aunque los resultados no sean necesariamente espectaculares.
El caso de Pérez Zeledón es digno de mención, pues decidieron renovarle el contrato a Luis Orozco por tres torneos cortos, hasta junio del 2027. Una jugada audaz, considerando que están peleando por un cupo a semifinales. Quizás esta apuesta por la continuidad les brinde una ventaja crucial cuando llegue el momento del descenso, cuando la competencia será aún más feroz y la estabilidad será fundamental para mantenerse a flote.
Es evidente que la presión de la afición, que exige resultados inmediatos, juega un papel importante en estas decisiones apresuradas. Las dirigencias, muchas veces, ceden a la demanda popular y terminan tomando medidas que pueden perjudicar a largo plazo el desarrollo de un proyecto deportivo sólido. A ver, ¿cuántos proyectos se fueron al traste por querer ir rápido?
Con este panorama tan caótico y lleno de cambios, surge la gran pregunta: ¿Creemos que esta constante rotación de técnicos es perjudicial para el fútbol costarricense, o es simplemente parte del ciclo natural de este deporte? ¿Hasta cuándo podremos esperar que un entrenador tenga la oportunidad de implementar su visión y construir un equipo ganador sin tener que vivir con la espada de Damocles colgando sobre su cabeza?
La temporada Apertura 2025 arrancó con altas expectativas, pero a medida que avanzamos, la realidad nos golpea con fuerza. Desde que sonó el silbato inicial en junio, hasta estos días de diciembre, hemos visto cómo trece entrenadores han tenido que recoger sus cosas y buscar nuevos rumbos. Eso significa, mis queridos foreros, que un técnico dice 'adiós' cada 22 días aproximadamente. ¡Qué despiche!
El detonante más reciente fue la salida de Fernando Palomeque de Guadalupe. Después de unos cuantos partidos donde el equipo no mostraba la actitud esperada, los directivos decidieron darle el corte. Pero él no es el único; mirénla ustedes, el Club Sport Herediano mandó al frente a Pablo Salazar luego de una derrota dolorosa en suelo nicaragüense, y prácticamente no le dieron chance de demostrar su valía. Luego vino Hernán Medford, conocido como 'Pelícano', pero tampoco logró mantener el puesto.
Saprissa tampoco se quedó atrás, y sacudió al mundo futbolístico al despedir a Paulo César Wanchope, un ídolo para muchos, pero que aparentemente no cumplió con las expectativas del club. Lo mismo le ocurrió a Luis Marín en Sporting, y a Geiner Segura en San Carlos, que anda colero en la tabla, viviendo momentos difíciles. ¡Qué sal!
Si bien hay quienes sufren el rigor de la barra y la necesidad urgente de triunfos, otros han logrado mantener la calma y la confianza en sus estrategas. Alajuela, con Óscar Ramírez, parece encaminado a conseguir un tricampeonato copero y también lidera el campeonato local. Cartaginés, Liberia, Puntarenas y Pérez Zeledón son ejemplos de equipos que han apostado por la estabilidad, aunque los resultados no sean necesariamente espectaculares.
El caso de Pérez Zeledón es digno de mención, pues decidieron renovarle el contrato a Luis Orozco por tres torneos cortos, hasta junio del 2027. Una jugada audaz, considerando que están peleando por un cupo a semifinales. Quizás esta apuesta por la continuidad les brinde una ventaja crucial cuando llegue el momento del descenso, cuando la competencia será aún más feroz y la estabilidad será fundamental para mantenerse a flote.
Es evidente que la presión de la afición, que exige resultados inmediatos, juega un papel importante en estas decisiones apresuradas. Las dirigencias, muchas veces, ceden a la demanda popular y terminan tomando medidas que pueden perjudicar a largo plazo el desarrollo de un proyecto deportivo sólido. A ver, ¿cuántos proyectos se fueron al traste por querer ir rápido?
Con este panorama tan caótico y lleno de cambios, surge la gran pregunta: ¿Creemos que esta constante rotación de técnicos es perjudicial para el fútbol costarricense, o es simplemente parte del ciclo natural de este deporte? ¿Hasta cuándo podremos esperar que un entrenador tenga la oportunidad de implementar su visión y construir un equipo ganador sin tener que vivir con la espada de Damocles colgando sobre su cabeza?