¡Aguante, mi gente! Parece que Francisco Calvo, nuestro Capitán América, le está echando un buen brete a esta situación de la Selección Costarricense. Después de esos resbalones contra Nicaragua y Haití, que nos dejaron con cara de limón, el mae está claro: ya quedó eso atrás. No hay tiempo pa’ echarse las manos a la cabeza ni lamentarse por los puntos perdidos, porque ahí no va ninguna vara.
La verdad, esos empates dolieron duro. Se siente la presión, el corazón se apura cuando ves cómo se te escapa un resultado así, especialmente en casa contra Haití. Ese 2-0 que teníamos, diay, parecía seguro, pero de pronto se fue todo al garete. Como dicen por ahí, “el río suena, agua no lleva”, y en este caso, el río era la frustración recorriendo todo el país. Pero Calvo sabe que quedarse atascado en el pasado es darle una ventaja a los rivales.
Y vaya que tiene razón, el fútbol es así: si te quedas pensando en lo que pudo haber sido, te comes un pelón bien grande. Calvo, con toda la experiencia que tiene, entendió que la clave está en ajustar el rumbo y ponerle turbo a las próximas dos fechas. Lo importante es aprender de los errores y transformarlos en motivación, porque la Copa del Mundo no espera a nadie. ¡Ni siquiera a Keylor!
El liderazgo de Calvo, junto con el regreso triunfal de Don Keylor, está dando un aire fresco a la Tricolor. Ahora comparten el brazalete, lo cual demuestra la confianza que el cuerpo técnico tiene en ambos. El Buitre regresa, y con él, un montón de esperanza. Keylor, con su magia bajo los palos y su espíritu guerrero, es justo lo que necesitamos para impulsar al equipo hacia adelante. Es un chunche que levanta el ánimo a cualquiera.
Ahora bien, la tarea no es sencilla. Las eliminatorias son una jungla, y cada punto vale oro. Hay que meterle pata adentro a los próximos duelos, analizar cada detalle, cada movimiento del rival, cada posible escenario. El Piojo Lasso sabe que necesita sacar todo provecho de sus jugadores y encontrar la fórmula que les permita sumar victorias consistentes. Esa es la vara que tienen que levantar.
Muchos critican, claro, es fácil hacerlo desde la comodidad de la butaca. Pero Calvo y sus compañeros están en la cancha, enfrentándose a la realidad. Ellos sienten la presión, la responsabilidad de representar a un país entero. Y ellos también saben que tienen talento suficiente para lograrlo. Que no falten ánimos, mi gente, la Tricolor siempre da pelea, siempre nos hace sentir orgullosos. Aunque a veces nos dé un sustito, sabemos que al final podemos salir airosos.
Pero no todo es color de rosa. Joseph Mora, por ejemplo, ha tenido que lidiar con un cambio notable en la estrategia del entrenador. Antes era un fijo en el mediocampo, pero ahora parece que Lasso prefiere otras opciones. ¿Será una decisión acertada? El tiempo lo dirá. Lo importante es que siga entrenando duro y listo para aprovechar cualquier oportunidad que se le presente. Porque en esto del fútbol, nunca se sabe cuándo te toca entrar a salvar el día. Un mae debe estar preparado.
En fin, Calvo tiene toda la razón: dejar atrás el pasado y enfocarse en el presente es fundamental. Las dos finales que se avecinan son cruciales, y necesitan salir a darlo todo en cada partido. Así que, mi pregunta para ustedes, fanáticos puros: ¿creen que la Tricolor realmente puede clasificar al Mundial con el panorama actual? ¿Qué cambios tácticos deberían implementar para asegurar la victoria y dejar atrás esas malas rachas?
La verdad, esos empates dolieron duro. Se siente la presión, el corazón se apura cuando ves cómo se te escapa un resultado así, especialmente en casa contra Haití. Ese 2-0 que teníamos, diay, parecía seguro, pero de pronto se fue todo al garete. Como dicen por ahí, “el río suena, agua no lleva”, y en este caso, el río era la frustración recorriendo todo el país. Pero Calvo sabe que quedarse atascado en el pasado es darle una ventaja a los rivales.
Y vaya que tiene razón, el fútbol es así: si te quedas pensando en lo que pudo haber sido, te comes un pelón bien grande. Calvo, con toda la experiencia que tiene, entendió que la clave está en ajustar el rumbo y ponerle turbo a las próximas dos fechas. Lo importante es aprender de los errores y transformarlos en motivación, porque la Copa del Mundo no espera a nadie. ¡Ni siquiera a Keylor!
El liderazgo de Calvo, junto con el regreso triunfal de Don Keylor, está dando un aire fresco a la Tricolor. Ahora comparten el brazalete, lo cual demuestra la confianza que el cuerpo técnico tiene en ambos. El Buitre regresa, y con él, un montón de esperanza. Keylor, con su magia bajo los palos y su espíritu guerrero, es justo lo que necesitamos para impulsar al equipo hacia adelante. Es un chunche que levanta el ánimo a cualquiera.
Ahora bien, la tarea no es sencilla. Las eliminatorias son una jungla, y cada punto vale oro. Hay que meterle pata adentro a los próximos duelos, analizar cada detalle, cada movimiento del rival, cada posible escenario. El Piojo Lasso sabe que necesita sacar todo provecho de sus jugadores y encontrar la fórmula que les permita sumar victorias consistentes. Esa es la vara que tienen que levantar.
Muchos critican, claro, es fácil hacerlo desde la comodidad de la butaca. Pero Calvo y sus compañeros están en la cancha, enfrentándose a la realidad. Ellos sienten la presión, la responsabilidad de representar a un país entero. Y ellos también saben que tienen talento suficiente para lograrlo. Que no falten ánimos, mi gente, la Tricolor siempre da pelea, siempre nos hace sentir orgullosos. Aunque a veces nos dé un sustito, sabemos que al final podemos salir airosos.
Pero no todo es color de rosa. Joseph Mora, por ejemplo, ha tenido que lidiar con un cambio notable en la estrategia del entrenador. Antes era un fijo en el mediocampo, pero ahora parece que Lasso prefiere otras opciones. ¿Será una decisión acertada? El tiempo lo dirá. Lo importante es que siga entrenando duro y listo para aprovechar cualquier oportunidad que se le presente. Porque en esto del fútbol, nunca se sabe cuándo te toca entrar a salvar el día. Un mae debe estar preparado.
En fin, Calvo tiene toda la razón: dejar atrás el pasado y enfocarse en el presente es fundamental. Las dos finales que se avecinan son cruciales, y necesitan salir a darlo todo en cada partido. Así que, mi pregunta para ustedes, fanáticos puros: ¿creen que la Tricolor realmente puede clasificar al Mundial con el panorama actual? ¿Qué cambios tácticos deberían implementar para asegurar la victoria y dejar atrás esas malas rachas?