¡Qué torta nos cayó encima! Un escándalo digno de novela está dando vueltas por Europa: resulta que un capitán de Avion Express, una aerolínea que vuela charter por ahí, andaba comandando aviones SIN tener los papeles en regla. Imagínate el brío, ¡volando como si nada!
Según reporta AeroTelegraph – esos siempre buscando la carnita asada – el tipo solamente tenía habilitación de primer oficial, o sea, copiloto, pero se fajó la vida y consiguió documentación falsificada para subir de rango. Y no fueron unos cuantos vuelos, diay, estuvo manejando aviones en varios países de Europa occidental, incluyendo Alemania, donde precisamente la supervisión aeronáutica es más dura que rocas volcánicas.
El mae, que también trabajó como copiloto en Garuda Indonesia – ahí sí tenía sus credenciales en orden – aparentemente usó esa experiencia para maquinarle y armarle un buen churrito a sus antecedentes. Esto pasó durante la temporada alta del verano, cuando todos quieren irse de vacaciones y hay más movimiento que en la Central de Abastecimiento un día sábado. Piensa en cuánta gente pudo haber tenido cerca de él en esos vuelos…
Avion Express, como cualquier empresa seria, ya abrió una investigación interna. Aseguran que sus procesos de contratación cumplen con las normas internacionales, pero este caso les da duro golpe a su reputación, ¿eh? Lo más importante ahora es que digan qué van a hacer para que esto no se repita, porque la confianza de los pasajeros es lo primero, mángue.
Expertos en aviación están diciendo que esto, aunque raro, pone de relieve la necesidad de fortalecer los controles entre países, aerolíneas y las autoridades que regulan todo esto. Con los pilotos moviéndose constantemente de un lugar a otro, es crucial poder rastrear sus licencias y cuántas horas han volado. Porque a fin de cuentas, hablamos de seguridad de vidas, no de jugar al dominó.
Este caso, además de hacernos cuestionar la capacidad de algunos para evadir los sistemas, nos obliga a pensar en qué tan fuertes son realmente los mecanismos internacionales para evitar estas cosas. ¿Cómo es posible que alguien pueda volar como capitán sin la debida acreditación? ¿Dónde fallaron los filtros?
Nos viene bien recordar el caso de la señora que grabó a su esposo siendo infiel, o la de la hija que quedó ciega… Son historias impactantes que nos muestran que la vida está llena de sorpresas, algunas desagradables. En este caso, la sorpresa es el riesgo al que pudieron estar expuestos pasajeros inocentes debido a la negligencia de alguien que se creyó más listo que nadie. Realmente, ¡qué despiche!
En fin, la cosa pinta turbia y nos deja pensando: ¿Con qué medidas deberían reforzar las aerolíneas y las autoridades reguladoras para garantizar que todos los pilotos tengan las certificaciones necesarias antes de tomar el control de una aeronave? ¿Creen que deberíamos implementar chequeos más exhaustivos y aleatorios, o simplemente confiar en los procesos existentes?
Según reporta AeroTelegraph – esos siempre buscando la carnita asada – el tipo solamente tenía habilitación de primer oficial, o sea, copiloto, pero se fajó la vida y consiguió documentación falsificada para subir de rango. Y no fueron unos cuantos vuelos, diay, estuvo manejando aviones en varios países de Europa occidental, incluyendo Alemania, donde precisamente la supervisión aeronáutica es más dura que rocas volcánicas.
El mae, que también trabajó como copiloto en Garuda Indonesia – ahí sí tenía sus credenciales en orden – aparentemente usó esa experiencia para maquinarle y armarle un buen churrito a sus antecedentes. Esto pasó durante la temporada alta del verano, cuando todos quieren irse de vacaciones y hay más movimiento que en la Central de Abastecimiento un día sábado. Piensa en cuánta gente pudo haber tenido cerca de él en esos vuelos…
Avion Express, como cualquier empresa seria, ya abrió una investigación interna. Aseguran que sus procesos de contratación cumplen con las normas internacionales, pero este caso les da duro golpe a su reputación, ¿eh? Lo más importante ahora es que digan qué van a hacer para que esto no se repita, porque la confianza de los pasajeros es lo primero, mángue.
Expertos en aviación están diciendo que esto, aunque raro, pone de relieve la necesidad de fortalecer los controles entre países, aerolíneas y las autoridades que regulan todo esto. Con los pilotos moviéndose constantemente de un lugar a otro, es crucial poder rastrear sus licencias y cuántas horas han volado. Porque a fin de cuentas, hablamos de seguridad de vidas, no de jugar al dominó.
Este caso, además de hacernos cuestionar la capacidad de algunos para evadir los sistemas, nos obliga a pensar en qué tan fuertes son realmente los mecanismos internacionales para evitar estas cosas. ¿Cómo es posible que alguien pueda volar como capitán sin la debida acreditación? ¿Dónde fallaron los filtros?
Nos viene bien recordar el caso de la señora que grabó a su esposo siendo infiel, o la de la hija que quedó ciega… Son historias impactantes que nos muestran que la vida está llena de sorpresas, algunas desagradables. En este caso, la sorpresa es el riesgo al que pudieron estar expuestos pasajeros inocentes debido a la negligencia de alguien que se creyó más listo que nadie. Realmente, ¡qué despiche!
En fin, la cosa pinta turbia y nos deja pensando: ¿Con qué medidas deberían reforzar las aerolíneas y las autoridades reguladoras para garantizar que todos los pilotos tengan las certificaciones necesarias antes de tomar el control de una aeronave? ¿Creen que deberíamos implementar chequeos más exhaustivos y aleatorios, o simplemente confiar en los procesos existentes?