¡Ay, pata! El Presidente Chaves anduvo bien candela ayer en Acosta, soltando verdades a diestra y siniestra durante una visita oficial. El mae, como siempre, no se anda con rodeos y metió hasta ‘repelones’ en medio del discurso, demostrando que sí sabe apreciar las cosas buenas de este país. La visita tenía como objetivo destacar las mejoras en infraestructura luego de la tormenta Nate, pero como ya saben, con Chaves siempre hay tela que cortar.
Acosta, recordaremos, sufrió bastante con Nate hace unos años. El acceso principal quedó hecho trizas, dejando a la comunidad aislada, sin doctores y hasta sin clases para los pajaritos. Una verdadera tragedia que, según el Presidente, la administración anterior prefirió ignorar, dejándolos a la deriva. Hablando en plata, acusó al pasado gobierno de haberle dado la espalda a estas comunidades rurales, sumiéndolas en el olvido y la desesperanza. Un buen churro, dicen algunos…
Pero Chaves no llegó solo a llorar sobre el café. El tipo se encargó de mostrar las obras que se han realizado, exhibiendo puentes nuevos, carreteras pavimentadas y alumbrado público donde antes reinaba la tiniebla. “Hoy se ve clarito como el amanecer aquí en Acosta,” exclamó el Presidente, con evidente satisfacción. Se nota que el mae sí puso ganas y se fajó a trabajar para mejorar la calidad de vida de estos compatriotas.”
Entre risas y guiños al público, Chaves aprovechó la oportunidad para responder a las críticas que seguramente vendrán con la factura en mano. “Alguna prensa canalla va a decir, Chaves vino a la repela de jocotes a Acosta. Y la verdad es que sí. La fruta más rica del mundo y mi vicio favorito para comer”, dijo, provocando las carcajadas de los presentes. Parece que el mae ya sabe cómo enfrentar a esos periodistas que siempre buscan el pelo blanco.
Ahora bien, lo importante acá no es el jueguete con los jocotes, sino la promesa de cambio que represente esta visita. Chaves insistió en que aún queda mucho por hacer para sanar las heridas del abandono histórico. Señaló que la indignación del pueblo debe transformarse en exigencia de resultados concretos, no en resignación. Una verdadera llamada de atención para todos aquellos que se conforman con migajas.
El Presidente también remarcó la necesidad de acabar con la doble vara de medir en la justicia, aquella en la que los poderosos tienen leyes diferentes a las del resto de mortales. “Mientras el futuro esté en sus manos, yo estoy seguro y agradecido con el pueblo y nuestro creador que lo mejor para Acosta, para Costa Rica, está por venir,” sentenció, apelando a la conciencia cívica de los ciudadanos y recordando que la patria pertenece a todos, no a una élite privilegiada. Que lo entiendan en el Poder Judicial, diay!
Y claro, no podía faltar el discurso motivador sobre la importancia de apropiarse del poder democrático. Según Chaves, la paz no implica ser menguado, ni aceptar injusticias. “Ustedes son los dueños de esta patria, iguales ante Dios, pero no han sido iguales ante la ley ni las instituciones,” recalcó, instando al pueblo a exigir cuentas y a no conformarse con promesas vacías. El mae quiere que todos estemos activos y participativos en la construcción de un país mejor. Un buen brete, sin lugar a dudas.
Así que ahí lo tienen, compas. Un discurso lleno de pasión, críticas y promesas. Ahora me pregunto… ¿realmente veremos un cambio significativo en comunidades como Acosta, o esto será solo otra campaña publicitaria más? ¿Creen que la indignación social se traducirá en acciones concretas o seguirá siendo solo un eco vacío?
Acosta, recordaremos, sufrió bastante con Nate hace unos años. El acceso principal quedó hecho trizas, dejando a la comunidad aislada, sin doctores y hasta sin clases para los pajaritos. Una verdadera tragedia que, según el Presidente, la administración anterior prefirió ignorar, dejándolos a la deriva. Hablando en plata, acusó al pasado gobierno de haberle dado la espalda a estas comunidades rurales, sumiéndolas en el olvido y la desesperanza. Un buen churro, dicen algunos…
Pero Chaves no llegó solo a llorar sobre el café. El tipo se encargó de mostrar las obras que se han realizado, exhibiendo puentes nuevos, carreteras pavimentadas y alumbrado público donde antes reinaba la tiniebla. “Hoy se ve clarito como el amanecer aquí en Acosta,” exclamó el Presidente, con evidente satisfacción. Se nota que el mae sí puso ganas y se fajó a trabajar para mejorar la calidad de vida de estos compatriotas.”
Entre risas y guiños al público, Chaves aprovechó la oportunidad para responder a las críticas que seguramente vendrán con la factura en mano. “Alguna prensa canalla va a decir, Chaves vino a la repela de jocotes a Acosta. Y la verdad es que sí. La fruta más rica del mundo y mi vicio favorito para comer”, dijo, provocando las carcajadas de los presentes. Parece que el mae ya sabe cómo enfrentar a esos periodistas que siempre buscan el pelo blanco.
Ahora bien, lo importante acá no es el jueguete con los jocotes, sino la promesa de cambio que represente esta visita. Chaves insistió en que aún queda mucho por hacer para sanar las heridas del abandono histórico. Señaló que la indignación del pueblo debe transformarse en exigencia de resultados concretos, no en resignación. Una verdadera llamada de atención para todos aquellos que se conforman con migajas.
El Presidente también remarcó la necesidad de acabar con la doble vara de medir en la justicia, aquella en la que los poderosos tienen leyes diferentes a las del resto de mortales. “Mientras el futuro esté en sus manos, yo estoy seguro y agradecido con el pueblo y nuestro creador que lo mejor para Acosta, para Costa Rica, está por venir,” sentenció, apelando a la conciencia cívica de los ciudadanos y recordando que la patria pertenece a todos, no a una élite privilegiada. Que lo entiendan en el Poder Judicial, diay!
Y claro, no podía faltar el discurso motivador sobre la importancia de apropiarse del poder democrático. Según Chaves, la paz no implica ser menguado, ni aceptar injusticias. “Ustedes son los dueños de esta patria, iguales ante Dios, pero no han sido iguales ante la ley ni las instituciones,” recalcó, instando al pueblo a exigir cuentas y a no conformarse con promesas vacías. El mae quiere que todos estemos activos y participativos en la construcción de un país mejor. Un buen brete, sin lugar a dudas.
Así que ahí lo tienen, compas. Un discurso lleno de pasión, críticas y promesas. Ahora me pregunto… ¿realmente veremos un cambio significativo en comunidades como Acosta, o esto será solo otra campaña publicitaria más? ¿Creen que la indignación social se traducirá en acciones concretas o seguirá siendo solo un eco vacío?
