¡Ay, Dios mío, qué desenfreno! El Presidente Rodrigo Chaves ha sacudido el avispero político al anunciar que irá personalmente al Congreso a defender su inmunidad. ¿Se imaginan la escena? El hombre, en plena campaña, enfrentándose a los diputados… Esto promete ser más entretenido que ver un partido de Liga!
Como les recordaremos, la polémica gira en torno a 15 denuncias por presunta beligerancia política, señaladas por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). En septiembre, cuando tocó discutir el caso del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Chaves prefirió hacerle bucito al Congreso y no apareció. Pero ahora, parece que cambió de parecer radicalmente. Ojalá que tenga bien pensado este movimiento, porque si no, se le va a armar la bronca.
La movida es particularmente delicada porque coincide con las restricciones electorales que limitan la participación política del Poder Ejecutivo. ¡Qué carga! Aparecer en el centro del debate nacional justo ahora le da a Chaves una vitrina mediática que, vamos a ser honestos, de otra forma sería imposible conseguir. Algunos analistas ya están especulando si esta jugada es pura estrategia para ganar puntos con sus seguidores, o si realmente siente que tiene que defenderse de acusaciones injustas.
Y ni hablar del Plenario Legislativo. Dicen que tuvieron que reorganizar toda la agenda para acomodar la visita presidencial. Inicialmente pensaban votarlo para el lunes 15, pero lo movieron al martes 16 para que Chaves pudiera asistir. Al parecer, el Presidente tenía una citita médica el lunes, ¡y no se la podían perder! Un acuerdo entre fracciones, una muestra más de que en la política nacional hasta las citas médicas tienen su importancia.
La sesión promete ser larga, desde la 1:00 p.m. hasta las 7:00 u 8:00 p.m., con turnos para cada bancada y un tiempo limitado para que el Presidente exponga su defensa. Primero, la Comisión Especial tendrá su turno; luego, Chaves tendrá 30 minutos para argumentar. Después, se abre el debate, y finalmente, la votación. ¡Que empiece la función!
Desde el Frente Amplio, la diputada Rocío Alfaro aseguró que el debate estará a la medida de cada bancada, enfatizando que el cambio de fecha fue un gesto de cortesía hacia el Presidente, considerando su salud. ¡Qué tuanis mostrar consideración! A pesar de la aparente cordialidad, todos saben que la tensión está latente y que las cosas podrían ponerse feísimas en cualquier momento. Se avecinan debates acalorados y acusaciones cruzadas, ¡pura pólvora!
Este escenario contrasta muchísimo con la votación del caso BCIE, donde la oposición no pudo levantar la inmunidad y Chaves decidió ausentarse. Esta vez, la cosa pinta diferente. La simple presencia del Presidente en el Plenario podría marcar un antes y un después en la campaña electoral. Algunos analistas dicen que esto podría darle un respiro a Chaves, que necesita desesperadamente visibilidad mediática para impulsar su candidatura. Otros, más críticos, sugieren que este movimiento solo servirá para alimentar la controversia y ponerlo aún más en la mira de sus opositores. ¡Qué dilema!
Más allá de las consecuencias políticas inmediatas, la comparecencia de Chaves representa un hito histórico: un mandatario costarricense defendiendo su inmunidad ante el Congreso, en vivo y en directo, para que todos podamos echarle ojo. Una escena que seguramente quedará grabada en la memoria colectiva de los costarricenses... Entonces, mi gente, ¿creen que el Presidente está jugando bien sus cartas o se está metiendo en un brete del que difícilmente podrá salir ileso?
Como les recordaremos, la polémica gira en torno a 15 denuncias por presunta beligerancia política, señaladas por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). En septiembre, cuando tocó discutir el caso del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Chaves prefirió hacerle bucito al Congreso y no apareció. Pero ahora, parece que cambió de parecer radicalmente. Ojalá que tenga bien pensado este movimiento, porque si no, se le va a armar la bronca.
La movida es particularmente delicada porque coincide con las restricciones electorales que limitan la participación política del Poder Ejecutivo. ¡Qué carga! Aparecer en el centro del debate nacional justo ahora le da a Chaves una vitrina mediática que, vamos a ser honestos, de otra forma sería imposible conseguir. Algunos analistas ya están especulando si esta jugada es pura estrategia para ganar puntos con sus seguidores, o si realmente siente que tiene que defenderse de acusaciones injustas.
Y ni hablar del Plenario Legislativo. Dicen que tuvieron que reorganizar toda la agenda para acomodar la visita presidencial. Inicialmente pensaban votarlo para el lunes 15, pero lo movieron al martes 16 para que Chaves pudiera asistir. Al parecer, el Presidente tenía una citita médica el lunes, ¡y no se la podían perder! Un acuerdo entre fracciones, una muestra más de que en la política nacional hasta las citas médicas tienen su importancia.
La sesión promete ser larga, desde la 1:00 p.m. hasta las 7:00 u 8:00 p.m., con turnos para cada bancada y un tiempo limitado para que el Presidente exponga su defensa. Primero, la Comisión Especial tendrá su turno; luego, Chaves tendrá 30 minutos para argumentar. Después, se abre el debate, y finalmente, la votación. ¡Que empiece la función!
Desde el Frente Amplio, la diputada Rocío Alfaro aseguró que el debate estará a la medida de cada bancada, enfatizando que el cambio de fecha fue un gesto de cortesía hacia el Presidente, considerando su salud. ¡Qué tuanis mostrar consideración! A pesar de la aparente cordialidad, todos saben que la tensión está latente y que las cosas podrían ponerse feísimas en cualquier momento. Se avecinan debates acalorados y acusaciones cruzadas, ¡pura pólvora!
Este escenario contrasta muchísimo con la votación del caso BCIE, donde la oposición no pudo levantar la inmunidad y Chaves decidió ausentarse. Esta vez, la cosa pinta diferente. La simple presencia del Presidente en el Plenario podría marcar un antes y un después en la campaña electoral. Algunos analistas dicen que esto podría darle un respiro a Chaves, que necesita desesperadamente visibilidad mediática para impulsar su candidatura. Otros, más críticos, sugieren que este movimiento solo servirá para alimentar la controversia y ponerlo aún más en la mira de sus opositores. ¡Qué dilema!
Más allá de las consecuencias políticas inmediatas, la comparecencia de Chaves representa un hito histórico: un mandatario costarricense defendiendo su inmunidad ante el Congreso, en vivo y en directo, para que todos podamos echarle ojo. Una escena que seguramente quedará grabada en la memoria colectiva de los costarricenses... Entonces, mi gente, ¿creen que el Presidente está jugando bien sus cartas o se está metiendo en un brete del que difícilmente podrá salir ileso?
