¡Aguántense!, pues porque esto sí que fue un bronco. El presidente Rodrigo Chaves hizo una jugada que nadie esperaba ayer en la Asamblea Legislativa. En lugar de enfrentarse a las preguntas de los diputados sobre su inmunidad, se levantó de la silla junto a su abogado, José Miguel Villalobos, y se fue, ¡caminando!, dejando a todos boquiabiertos. Un maje abandonando la sala mientras todavía quedaban temas por discutir… ¡qué cosa!
La sesión de la Comisión Especial que analizaba el pedido de levantarle la inmunidad estaba cargada de tensión desde el principio. La presidenta de la comisión, Alejandra Larios, había definido unos tiempos muy estrictos para que tanto el presidente como su abogado pudieran exponer sus argumentos, pero parece que esos tiempos no eran suficientes para el presidente, quien decidió que ya no iba a jalar ahí.
Como si fuera poco, luego de que Villalobos terminó de hablar, ambos se levantaron y se fueron, ignorando por completo el tiempo que quedaba para que los diputados hicieran sus preguntas y aclaraciones. ¡Un irrespeto!, dirían muchos. La diputada del Frente Amplio, Rocío Alfaro, no dudó en calificarlo como “la cobardía más grande que se ha visto en la historia de nuestro país”. Según ella, Chaves huyó de enfrentar las consecuencias de sus actos. No se andan con rodeos, pues.
Daniel Vargas, otro diputado, aunque oficialista, también expresó su desacuerdo con la actitud del presidente. Él mismo abandonó la sesión justo después de Chaves, declarando que no podía seguir siendo parte de un “foro” que consideró irrespetuoso hacia el marco jurídico. Anunció que presentará un informe negativo, recomendando al Plenario no levantarle la inmunidad. Ya ven, ni siquiera alguien del suyo se quedó callado con esto.
La verdad es que la situación recuerda mucho al caso BCIE-Cariñitos, cuando la Corte Suprema de Justicia pidió levantarle la inmunidad al entonces presidente Carlos Alvarado. Ese caso ya había dejado secuelas y ahora parece repetirse la historia, pero con un giro distinto. Esta vez, el propio involucrado decide irse antes de que lleguen a él las preguntas difíciles. Una verdadera película.
Después de la partida express del presidente y el diputado Vargas, la comisión continuó en sesión con las legisladoras Larios y Alfaro, tratando de analizar los documentos de acusación del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). Tienen plazo hasta final de mes para presentar sus informes al Plenario, lo cual les da margen para revisar bien toda la información. Pero queda claro que la ausencia de Chaves complica aún más el panorama y deja muchas interrogantes en el aire.
Ahora, el Plenario deberá decidir en diciembre si le levanta o no la inmunidad, requiriendo para ello 38 votos. Con la polarización política que vivimos, conseguir esa mayoría será tarea ardua. Y considerando el ambiente tenso generado por estos hechos, no es difícil imaginar que la votación estará plagada de controversias y debates acalorados. El brete está servido, diay.
En fin, este episodio ha abierto una gran polémica y ha generado mucha incertidumbre sobre el futuro político del presidente Chaves. Ahora, queremos saber qué piensan ustedes: ¿Consideran que la actitud del presidente fue justificable? ¿Creen que debería haber permanecido en la comparecencia para defenderse de las acusaciones, o su decisión de marcharse demuestra una falta de respeto hacia el proceso democrático? ¡Compartan sus opiniones en el foro!
La sesión de la Comisión Especial que analizaba el pedido de levantarle la inmunidad estaba cargada de tensión desde el principio. La presidenta de la comisión, Alejandra Larios, había definido unos tiempos muy estrictos para que tanto el presidente como su abogado pudieran exponer sus argumentos, pero parece que esos tiempos no eran suficientes para el presidente, quien decidió que ya no iba a jalar ahí.
Como si fuera poco, luego de que Villalobos terminó de hablar, ambos se levantaron y se fueron, ignorando por completo el tiempo que quedaba para que los diputados hicieran sus preguntas y aclaraciones. ¡Un irrespeto!, dirían muchos. La diputada del Frente Amplio, Rocío Alfaro, no dudó en calificarlo como “la cobardía más grande que se ha visto en la historia de nuestro país”. Según ella, Chaves huyó de enfrentar las consecuencias de sus actos. No se andan con rodeos, pues.
Daniel Vargas, otro diputado, aunque oficialista, también expresó su desacuerdo con la actitud del presidente. Él mismo abandonó la sesión justo después de Chaves, declarando que no podía seguir siendo parte de un “foro” que consideró irrespetuoso hacia el marco jurídico. Anunció que presentará un informe negativo, recomendando al Plenario no levantarle la inmunidad. Ya ven, ni siquiera alguien del suyo se quedó callado con esto.
La verdad es que la situación recuerda mucho al caso BCIE-Cariñitos, cuando la Corte Suprema de Justicia pidió levantarle la inmunidad al entonces presidente Carlos Alvarado. Ese caso ya había dejado secuelas y ahora parece repetirse la historia, pero con un giro distinto. Esta vez, el propio involucrado decide irse antes de que lleguen a él las preguntas difíciles. Una verdadera película.
Después de la partida express del presidente y el diputado Vargas, la comisión continuó en sesión con las legisladoras Larios y Alfaro, tratando de analizar los documentos de acusación del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). Tienen plazo hasta final de mes para presentar sus informes al Plenario, lo cual les da margen para revisar bien toda la información. Pero queda claro que la ausencia de Chaves complica aún más el panorama y deja muchas interrogantes en el aire.
Ahora, el Plenario deberá decidir en diciembre si le levanta o no la inmunidad, requiriendo para ello 38 votos. Con la polarización política que vivimos, conseguir esa mayoría será tarea ardua. Y considerando el ambiente tenso generado por estos hechos, no es difícil imaginar que la votación estará plagada de controversias y debates acalorados. El brete está servido, diay.
En fin, este episodio ha abierto una gran polémica y ha generado mucha incertidumbre sobre el futuro político del presidente Chaves. Ahora, queremos saber qué piensan ustedes: ¿Consideran que la actitud del presidente fue justificable? ¿Creen que debería haber permanecido en la comparecencia para defenderse de las acusaciones, o su decisión de marcharse demuestra una falta de respeto hacia el proceso democrático? ¡Compartan sus opiniones en el foro!
