¡Ay, Dios mío! Esto se puso bueno. Resulta que el Presidente Rodrigo Chaves decidió que tenía cosas más interesantes que atender que responder preguntas a los diputados en la comisión investigadora sobre la supuesta beligerancia política. Después de medio siglo – sí, cincuenta minutos– de arengas contra el TSE, la Asamblea y hasta presidentes anteriores, se mandó pa’l carro, diciendo que prefería estar con el ‘pueblo’. ¡Qué jugada!
Para refrescarles la memoria a los que andan distraídos, esto viene de una solicitud del Tribunal Electoral (TSE) para investigar al Presidente por presuntamente usar recursos públicos y sus influencias para favorecer alguna candidatura política. Dicen que el TSE está buscando quitarle la inmunidad para poder avanzar con la investigación, y ahí fue donde se complicó todo.
Las diputadas Rocío Alfaro (Frente Amplio) y Alejandra Larios (PLN), no se quedaron calladas. Las critican durísimo, alegando que Chaves no solo evitó responder preguntas clave, sino que además pasó el tiempo atacando a todos los que se le cruzaron en el camino: magistrados, diputados, ¡hasta los expresidentes! Dijeron que mostró una actitud de “cobardía y misoginia”. ¡Uy, qué caliente!
Durante su presentación, el Presidente soltó verdades que dejaron a muchos boquiabiertos. Puso en tela de juicio la imparcialidad del TSE, argumentando que la magistrada presidenta, Eugenia Zamora, está siendo utilizada para perseguirlo políticamente. Recalcó, usando unas palabras fuertes, que el árbitro del juego se había puesto la camiseta de un equipo, refiriéndose a situaciones pasadas con otros presidentes y el TSE. ¡Se fajó como campeón mundial!
Volviendo al momento del abandono, según testigos, Chaves simplemente se levantó de su silla y salió del recinto rumbo a… ¡adivinen! Exacto, a reunirse con su gente. Como si fuera una especie de escapada romántica, dejando atrás a los legisladores esperando pacientemente sus respuestas. Algunos dicen que buscaba abaratar el asunto y evitar una confrontación directa. Otros aseguran que es pura estrategia política. ¡Esto tiene de todo!
Pero ojo, que este no es el primer problema legal que enfrenta el Presidente. Ya había sido investigado por otro presunto delito de concusión, relacionado con corrupción, aunque esa vez no lograron reunir suficientes votos para levantarle la inmunidad. Así que, parece que el tema de la inmunidad se ha convertido en una constante en su gestión. Un brete eterno.
Ahora, el destino de su inmunidad queda en manos del Plenario Legislativo, que deberá votar sobre si se levanta o no. Si así sucede, el TSE podrá proceder formalmente con la investigación por el presunto delito de beligerancia política. De ser encontrado culpable, Chaves podría perder su cargo e incluso ser inhabilitado para ocupar cargos públicos por unos cuantos años. ¡Qué panorama!
En fin, este episodio ha encendido aún más el debate sobre la relación entre el Poder Ejecutivo y los otros poderes del Estado. Parece que la tensión está a flor de piel y las cosas podrían escalar aún más. Pero dime tú, ¿crees que el Presidente tuvo razón en abandonar la Comisión Investigadora, o simplemente huyó de sus responsabilidades?
Para refrescarles la memoria a los que andan distraídos, esto viene de una solicitud del Tribunal Electoral (TSE) para investigar al Presidente por presuntamente usar recursos públicos y sus influencias para favorecer alguna candidatura política. Dicen que el TSE está buscando quitarle la inmunidad para poder avanzar con la investigación, y ahí fue donde se complicó todo.
Las diputadas Rocío Alfaro (Frente Amplio) y Alejandra Larios (PLN), no se quedaron calladas. Las critican durísimo, alegando que Chaves no solo evitó responder preguntas clave, sino que además pasó el tiempo atacando a todos los que se le cruzaron en el camino: magistrados, diputados, ¡hasta los expresidentes! Dijeron que mostró una actitud de “cobardía y misoginia”. ¡Uy, qué caliente!
Durante su presentación, el Presidente soltó verdades que dejaron a muchos boquiabiertos. Puso en tela de juicio la imparcialidad del TSE, argumentando que la magistrada presidenta, Eugenia Zamora, está siendo utilizada para perseguirlo políticamente. Recalcó, usando unas palabras fuertes, que el árbitro del juego se había puesto la camiseta de un equipo, refiriéndose a situaciones pasadas con otros presidentes y el TSE. ¡Se fajó como campeón mundial!
Volviendo al momento del abandono, según testigos, Chaves simplemente se levantó de su silla y salió del recinto rumbo a… ¡adivinen! Exacto, a reunirse con su gente. Como si fuera una especie de escapada romántica, dejando atrás a los legisladores esperando pacientemente sus respuestas. Algunos dicen que buscaba abaratar el asunto y evitar una confrontación directa. Otros aseguran que es pura estrategia política. ¡Esto tiene de todo!
Pero ojo, que este no es el primer problema legal que enfrenta el Presidente. Ya había sido investigado por otro presunto delito de concusión, relacionado con corrupción, aunque esa vez no lograron reunir suficientes votos para levantarle la inmunidad. Así que, parece que el tema de la inmunidad se ha convertido en una constante en su gestión. Un brete eterno.
Ahora, el destino de su inmunidad queda en manos del Plenario Legislativo, que deberá votar sobre si se levanta o no. Si así sucede, el TSE podrá proceder formalmente con la investigación por el presunto delito de beligerancia política. De ser encontrado culpable, Chaves podría perder su cargo e incluso ser inhabilitado para ocupar cargos públicos por unos cuantos años. ¡Qué panorama!
En fin, este episodio ha encendido aún más el debate sobre la relación entre el Poder Ejecutivo y los otros poderes del Estado. Parece que la tensión está a flor de piel y las cosas podrían escalar aún más. Pero dime tú, ¿crees que el Presidente tuvo razón en abandonar la Comisión Investigadora, o simplemente huyó de sus responsabilidades?