¡Ay, pata! Se armó un buen rollo estos días con la subasta de frecuencias de radio y tele, y parece que el Presidente Chaves quiere restarle importancia. El mae anduvo reunido con gente religiosa y líderes del sector, tratando de apagar el fuego que se encendió entre algunos dueños de emisoras y canales.
La movida, como muchos ya saben, es que el gobierno está reorganizando cómo se reparten esas frecuencias, y eso ha levantado algunas cejas. Algunos dicen que hay cosas raras en las leyes, otros temen que esto pueda afectar cómo se transmite contenido religioso, y vaya que en Costa Rica eso mueve gallinas. Imagínate, el tema de la fe es más caliente que un carrete en diciembre.
La Ministra Paula Bogantes, la encargada de Micitt, tuvo que explicar hasta dónde llega la ley y qué pueden hacer los operadores de radio y tele. Fue una especie de clase magistral para aclarar dudas y tratar de dejar claro que todo va conforme a la mariposa. Pero, díganme, ¿ustedes realmente le creen?
El Presidente, por supuesto, salió a negar cualquier sospecha de censura. Afirmó que no van a mandar a nadie a cerrar, sino que quieren asegurarse de que todos tengan la oportunidad de transmitir... “la palabra de Dios y promover valores judeocristianos”. Eso sí que da mucho de qué hablar, ¿verdad? ¿Hasta dónde puede llegar el Estado en apoyar un tipo específico de mensaje?
Y ahí entró otra vara que no había salido a relucir: preocupaciones sobre decisiones de la Sala Constitucional. Parece que algunas sentencias han generado incertidumbre legal, y eso a nadie le gusta, especialmente si estás invirtiendo en un negocio que depende de tener permiso para funcionar.
Lo bueno es que Casa Presidencial se puso contenta con la reunión, diciendo que el Presidente les dio las gracias a todos los que asistieron, incluyendo a los líderes evangélicos y a la gente de Radio Chorotega de Tilarán. Ese medio, al parecer, respondió a la invitación y se unieron al esfuerzo conjunto. Un gesto amable, sin duda, aunque a veces esos gestos esconden otras intenciones, ¿no creen?
Ahora bien, vamos a analizar la cosa con calma. Este tema de las frecuencias no es nuevo, y siempre ha sido un caldo de cultivo para intereses políticos y económicos. Lo que preocupa es que, con la polarización que vivimos, cualquier decisión pueda ser interpretada como un ataque a la libertad de expresión o como un favor político. Y vaya que tenemos memoria de las movidas que se hicieron en otros gobiernos, ¡ufff!
En fin, la pelota ahora está en el tejado del gobierno. Tendrán que demostrar que esta subasta es transparente, justa y que respeta la pluralidad de voces en nuestro país. Pero me pregunto, ¿creen ustedes que este gobierno realmente tiene la voluntad política para evitar influencias externas y garantizar un proceso limpio? ¡Vamos a debatirlo en los comentarios, a ver qué nos dicen!
La movida, como muchos ya saben, es que el gobierno está reorganizando cómo se reparten esas frecuencias, y eso ha levantado algunas cejas. Algunos dicen que hay cosas raras en las leyes, otros temen que esto pueda afectar cómo se transmite contenido religioso, y vaya que en Costa Rica eso mueve gallinas. Imagínate, el tema de la fe es más caliente que un carrete en diciembre.
La Ministra Paula Bogantes, la encargada de Micitt, tuvo que explicar hasta dónde llega la ley y qué pueden hacer los operadores de radio y tele. Fue una especie de clase magistral para aclarar dudas y tratar de dejar claro que todo va conforme a la mariposa. Pero, díganme, ¿ustedes realmente le creen?
El Presidente, por supuesto, salió a negar cualquier sospecha de censura. Afirmó que no van a mandar a nadie a cerrar, sino que quieren asegurarse de que todos tengan la oportunidad de transmitir... “la palabra de Dios y promover valores judeocristianos”. Eso sí que da mucho de qué hablar, ¿verdad? ¿Hasta dónde puede llegar el Estado en apoyar un tipo específico de mensaje?
Y ahí entró otra vara que no había salido a relucir: preocupaciones sobre decisiones de la Sala Constitucional. Parece que algunas sentencias han generado incertidumbre legal, y eso a nadie le gusta, especialmente si estás invirtiendo en un negocio que depende de tener permiso para funcionar.
Lo bueno es que Casa Presidencial se puso contenta con la reunión, diciendo que el Presidente les dio las gracias a todos los que asistieron, incluyendo a los líderes evangélicos y a la gente de Radio Chorotega de Tilarán. Ese medio, al parecer, respondió a la invitación y se unieron al esfuerzo conjunto. Un gesto amable, sin duda, aunque a veces esos gestos esconden otras intenciones, ¿no creen?
Ahora bien, vamos a analizar la cosa con calma. Este tema de las frecuencias no es nuevo, y siempre ha sido un caldo de cultivo para intereses políticos y económicos. Lo que preocupa es que, con la polarización que vivimos, cualquier decisión pueda ser interpretada como un ataque a la libertad de expresión o como un favor político. Y vaya que tenemos memoria de las movidas que se hicieron en otros gobiernos, ¡ufff!
En fin, la pelota ahora está en el tejado del gobierno. Tendrán que demostrar que esta subasta es transparente, justa y que respeta la pluralidad de voces en nuestro país. Pero me pregunto, ¿creen ustedes que este gobierno realmente tiene la voluntad política para evitar influencias externas y garantizar un proceso limpio? ¡Vamos a debatirlo en los comentarios, a ver qué nos dicen!
