¡Ay, viejito! La vida nos da sorpresas así nomás, y esta vez le tocó a nuestra querida Coco Roper. La influenciadora, conocida por su energía y positivismo contagioso, está pasando un momento delicado de salud que la tiene a todos sus seguidores preocupados.
Como muchos recuerdan, Coco lleva tiempo batallando con problemas renales, producto de una serie de complicaciones médicas que la han tenido dando vueltas entre hospitales y tratamientos. Después de haber logrado estabilizarse y hasta darse el lujo de disfrutar de unas merecidas vacaciones con su pareja, parece que la enfermedad decidió darle otra vuelta de tuerca.
Según dio a conocer ella misma a través de sus redes sociales, recibió una llamada de su doctora con noticias poco alentadoras. Dolores intensos en los tubos de nefrostomía, esos aparatitos que ayudan a drenar líquido de sus riñones, fueron la señal de alerta. Esto sumado a los niveles de creatinina por las nubes, la obligaron a interrumpir su viaje y volver corriendo a buscar ayuda médica. ¡Qué despache!
“Recibí noticias no muy buenas… voy a orar demasiado para que los exámenes mañana salgan mejor y no tener que entrar al hospital”, escribió Coco en una publicación donde se veía visiblemente angustiada. Ese ‘orar demasiado’ lo entendimos todos, mae. La preocupación era palpable, y la incertidumbre sobre su futuro inmediato se respiraba en cada letra.
Para ponernos en contexto, la creatinina es una sustancia que nuestros riñones deberían eliminar del cuerpo. Cuando los niveles están altos, como en el caso de Coco, significa que hay algún problema con la función renal. Su doctora le informó que sus niveles llegaron a 2.75, cifra alarmante considerando que su valor habitual ronda los 1.3, y el rango considerado normal está por debajo de 1.1. ¡Un verdadero toque de atención!
Ahora, la agenda de Coco está llena de citas médicas y pruebas de laboratorio. Tiene que hacerse exámenes durante tres días consecutivos para verificar si su condición está mejorando. Si no es así, la posibilidad de ingresar al hospital se hace cada vez más inminente. Imagínate el brete, justo cuando estaba disfrutando de un respiro, la vida le lanza esta prueba más.
Pero Coco, como bien nos tiene acostumbrados, no se deja vencer fácilmente. Con fe inquebrantable y el apoyo de sus seres queridos, está luchando con todas sus fuerzas para superar este obstáculo. “Tengo que hacer todo lo que tengo en mi poder para no entrar al hospital y que los resultados mañana estén mejor, es lo único que puedo hacer. Confiar en Dios que mañana los resultados mejoren”, sentenció con optimismo. Esa actitud es pura miel, mae. Nos inspira a seguir adelante sin importar las adversidades.
Esta situación nos recuerda la importancia de cuidarnos y prestar atención a nuestro cuerpo. Pero también nos invita a reflexionar sobre la fragilidad de la vida y la necesidad de valorar cada instante. Ahora, dígame usted: ¿Cree que Coco logrará salir ilesa de esta batalla contra la enfermedad y podrá retomar sus actividades pronto, o piensa que la situación será más complicada?
Como muchos recuerdan, Coco lleva tiempo batallando con problemas renales, producto de una serie de complicaciones médicas que la han tenido dando vueltas entre hospitales y tratamientos. Después de haber logrado estabilizarse y hasta darse el lujo de disfrutar de unas merecidas vacaciones con su pareja, parece que la enfermedad decidió darle otra vuelta de tuerca.
Según dio a conocer ella misma a través de sus redes sociales, recibió una llamada de su doctora con noticias poco alentadoras. Dolores intensos en los tubos de nefrostomía, esos aparatitos que ayudan a drenar líquido de sus riñones, fueron la señal de alerta. Esto sumado a los niveles de creatinina por las nubes, la obligaron a interrumpir su viaje y volver corriendo a buscar ayuda médica. ¡Qué despache!
“Recibí noticias no muy buenas… voy a orar demasiado para que los exámenes mañana salgan mejor y no tener que entrar al hospital”, escribió Coco en una publicación donde se veía visiblemente angustiada. Ese ‘orar demasiado’ lo entendimos todos, mae. La preocupación era palpable, y la incertidumbre sobre su futuro inmediato se respiraba en cada letra.
Para ponernos en contexto, la creatinina es una sustancia que nuestros riñones deberían eliminar del cuerpo. Cuando los niveles están altos, como en el caso de Coco, significa que hay algún problema con la función renal. Su doctora le informó que sus niveles llegaron a 2.75, cifra alarmante considerando que su valor habitual ronda los 1.3, y el rango considerado normal está por debajo de 1.1. ¡Un verdadero toque de atención!
Ahora, la agenda de Coco está llena de citas médicas y pruebas de laboratorio. Tiene que hacerse exámenes durante tres días consecutivos para verificar si su condición está mejorando. Si no es así, la posibilidad de ingresar al hospital se hace cada vez más inminente. Imagínate el brete, justo cuando estaba disfrutando de un respiro, la vida le lanza esta prueba más.
Pero Coco, como bien nos tiene acostumbrados, no se deja vencer fácilmente. Con fe inquebrantable y el apoyo de sus seres queridos, está luchando con todas sus fuerzas para superar este obstáculo. “Tengo que hacer todo lo que tengo en mi poder para no entrar al hospital y que los resultados mañana estén mejor, es lo único que puedo hacer. Confiar en Dios que mañana los resultados mejoren”, sentenció con optimismo. Esa actitud es pura miel, mae. Nos inspira a seguir adelante sin importar las adversidades.
Esta situación nos recuerda la importancia de cuidarnos y prestar atención a nuestro cuerpo. Pero también nos invita a reflexionar sobre la fragilidad de la vida y la necesidad de valorar cada instante. Ahora, dígame usted: ¿Cree que Coco logrará salir ilesa de esta batalla contra la enfermedad y podrá retomar sus actividades pronto, o piensa que la situación será más complicada?