¡Ay, Dios mío! La situación está que arde. Resulta que la Cruz Roja, esa institución que siempre ha estado ahí para sacarnos las castañas del fuego, anda al borde del precipicio financiero. El Sindicato Nacional de Enfermería y Afines (SINAE AFINES) soltó la bomba ayer, acusando duramente al gobierno de Don Rodri de haberla dejado prácticamente sin plata. Un despiche monumental, la verdad.
Y no es cuento, chavos. Según el sindicato, estamos hablando de recortes históricos, cortesitas que han ido dejando a la Benemérita con las manos atadas. Deudas acumuladas, proyectos paralizados y, lo más preocupante, la posibilidad real de que algunos servicios esenciales tengan que suspenderse. Imagine la bronca si necesita una ambulancia y no aparece… qué sal!
El problema, según explican desde SINAE AFINES, viene de múltiples flancos. Recortes directos en el presupuesto, negación de transferencias que la ley obliga al Ministerio de Hacienda a hacer, todo sumándose a una gestión caótica dentro del Ministerio de Salud. Parece que alguien allá arriba no entiende la importancia vital de la Cruz Roja, y eso nos afecta a todos, mae.
Lenin Hernández Navas, el secretario general del sindicato, no se anduvo con rodeos: "Cuando nuestra vida o la de un ser querido depende de segundos, nos esperanzamos en una sola institución: la Cruz Roja Costarricense." Y tiene toda la razón. Ese cuerpo de emergencias mueve más de medio millón de traslados al año, gente que necesita ayuda URGENTE. Que le quiten la capacidad de responder a esas necesidades es simplemente inaceptable.
Ahora bien, hablemos de números. Para el 2025, le quitaron ¢500 millones; para el 2026, la ministra de Salud, Mary Munive, propone recortarle otros ¢1.500 millones. ¡Una torta! Aunque la Asamblea Legislativa ha intentado ponerle parches, el Ministerio de Hacienda sigue negándose a liberar los fondos necesarios. Al final, se habla de un déficit cercano a los ¢1.700 millones. Eso, señores, significa que miles de emergencias podrían quedar desatendidas el próximo año.
Pero la cosa no termina ahí, chunches. El sindicato también señala que esta problemática no es aislada. El Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) y el Laboratorio de Genética Humana de la CCSS también han sufrido recortes significativos. Parece que hay un patrón, una estrategia deliberada de debilitamiento de los servicios públicos esenciales. Munive, dicen, parece andar sin entender ni papa de cómo funciona la salud pública, tomando decisiones basadas en criterios totalmente desconocidos.
Y vaya que se nota. En el caso del Laboratorio de Genética Humana, por ejemplo, para el 2026 solo le asignarían ¢194 millones, ¡una quinta parte de lo que realmente necesitan! Eso mientras la demanda de pruebas genéticas ha aumentado un 60% en tan solo tres meses. ¿Se dan cuenta del peligro que esto implica? Estamos hablando de retrasos en diagnósticos, tratamientos tardíos, sufrimiento innecesario... ¡qué carga!
En fin, la situación es crítica y requiere de una solución urgente. Hoy levantamos la voz porque no queremos esperar a que alguien salga herido o fallezca por falta de una ambulancia o atención médica adecuada. La pregunta es: ¿Qué medidas concretas deberían tomar el Gobierno y la Asamblea Legislativa para garantizar la sostenibilidad financiera de la Cruz Roja y evitar que esta crisis se agrave aún más? ¡Demos nuestro criterio!
Y no es cuento, chavos. Según el sindicato, estamos hablando de recortes históricos, cortesitas que han ido dejando a la Benemérita con las manos atadas. Deudas acumuladas, proyectos paralizados y, lo más preocupante, la posibilidad real de que algunos servicios esenciales tengan que suspenderse. Imagine la bronca si necesita una ambulancia y no aparece… qué sal!
El problema, según explican desde SINAE AFINES, viene de múltiples flancos. Recortes directos en el presupuesto, negación de transferencias que la ley obliga al Ministerio de Hacienda a hacer, todo sumándose a una gestión caótica dentro del Ministerio de Salud. Parece que alguien allá arriba no entiende la importancia vital de la Cruz Roja, y eso nos afecta a todos, mae.
Lenin Hernández Navas, el secretario general del sindicato, no se anduvo con rodeos: "Cuando nuestra vida o la de un ser querido depende de segundos, nos esperanzamos en una sola institución: la Cruz Roja Costarricense." Y tiene toda la razón. Ese cuerpo de emergencias mueve más de medio millón de traslados al año, gente que necesita ayuda URGENTE. Que le quiten la capacidad de responder a esas necesidades es simplemente inaceptable.
Ahora bien, hablemos de números. Para el 2025, le quitaron ¢500 millones; para el 2026, la ministra de Salud, Mary Munive, propone recortarle otros ¢1.500 millones. ¡Una torta! Aunque la Asamblea Legislativa ha intentado ponerle parches, el Ministerio de Hacienda sigue negándose a liberar los fondos necesarios. Al final, se habla de un déficit cercano a los ¢1.700 millones. Eso, señores, significa que miles de emergencias podrían quedar desatendidas el próximo año.
Pero la cosa no termina ahí, chunches. El sindicato también señala que esta problemática no es aislada. El Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) y el Laboratorio de Genética Humana de la CCSS también han sufrido recortes significativos. Parece que hay un patrón, una estrategia deliberada de debilitamiento de los servicios públicos esenciales. Munive, dicen, parece andar sin entender ni papa de cómo funciona la salud pública, tomando decisiones basadas en criterios totalmente desconocidos.
Y vaya que se nota. En el caso del Laboratorio de Genética Humana, por ejemplo, para el 2026 solo le asignarían ¢194 millones, ¡una quinta parte de lo que realmente necesitan! Eso mientras la demanda de pruebas genéticas ha aumentado un 60% en tan solo tres meses. ¿Se dan cuenta del peligro que esto implica? Estamos hablando de retrasos en diagnósticos, tratamientos tardíos, sufrimiento innecesario... ¡qué carga!
En fin, la situación es crítica y requiere de una solución urgente. Hoy levantamos la voz porque no queremos esperar a que alguien salga herido o fallezca por falta de una ambulancia o atención médica adecuada. La pregunta es: ¿Qué medidas concretas deberían tomar el Gobierno y la Asamblea Legislativa para garantizar la sostenibilidad financiera de la Cruz Roja y evitar que esta crisis se agrave aún más? ¡Demos nuestro criterio!