¡Ay, mae! La vida te da unos giros rarísimos, ¿verdad? Resulta que nuestro querido Víctor Hugo Ruiz, el Gallito Ramírez de nuestros corazones, todavía anda compartiendo techo con su ex. Sí, así como lo escucharon. Después de tantos años actuando dramas en novelas, parece que ahora está viviendo uno en carne propia.
Para quienes no estén familiarizados, Ruiz saltó a la fama con papeles memorables en producciones como “Gallito Ramírez”, “Bella Calamidades” y “Los Victorinos”. Pero el éxito artístico no siempre se traduce en estabilidad financiera, aparentemente. Al parecer, una deuda acumulada lo mantiene atado a su ex pareja, en una situación que, según cuenta él mismo, no es precisamente romántica ni deseada.
La historia salió a relucir en una entrevista para el programa “La Red” de Caracol Televisión, donde el actor confesó que la relación original duró más de una década, terminando en 2022. Aunque rompieron sentimentalmente hace ya algunos años, la separación física se ha demorado considerablemente. Y la razón es bastante concreta: su ex lo obligó a saldar unas deudas pendientes antes de dejar la casa.
“Me dijo que no se iba de la casa hasta que yo le pagara algunas cositas,” reveló Ruiz en la entrevista. No se trata solo de un par de chinchorros, diay. Entre las deudas figuran un préstamo con la hermana de su ex y otro, más delicado, con su propia hija. Sumado a esto, hay otros procesos judiciales colgados que también contribuyen a mantenerlos unidos, a pesar de todo.
Ahora, imagínense la escena: dos personas que ya no tienen una relación romántica, obligadas a convivir diariamente en el mismo espacio. Ruiz asegura que la convivencia es prácticamente inexistente, dormidos en habitaciones separadas y evitando cruces innecesarios. Me pregunto cómo se come en esa casa... ¡Qué brete!
Este escenario, aunque particular, no es tan inusual en nuestra región. Las deudas, los problemas legales y la falta de recursos económicas, a menudo, complican las rupturas y retrasan la posibilidad de avanzar. Muchos salvadoreños, hondureños, nicaragüenses e incluso costarricenses, sabemos de historias similares; vidas entrelazadas por obligaciones financieras que impiden cortar lazos por completo. Es triste ver cómo el dinero puede afectar tanto las relaciones personales, ¡qué sal!
Ruiz ha mantenido un perfil bajo en los últimos años, enfocándose, supuestamente, en solucionar estos asuntos financieros lo antes posible. Esperemos que logre desenredar esta madeja y pueda empezar de nuevo, con la tranquilidad de tener su propio espacio. Deseándole lo mejor, porque mantenerse en esa dinámica, ¡seguro que es un verdadero dolor de cabeza!
Y hablando de eso… ¿ustedes qué opinan? ¿Creen que es justo que alguien se quede en una propiedad simplemente por una cuestión de deudas? ¿Hasta dónde llega la responsabilidad financiera después de una ruptura? Compartan sus ideas y experiencias en el foro, ¡me interesa mucho saber qué piensan ustedes sobre este caso peculiar!
Para quienes no estén familiarizados, Ruiz saltó a la fama con papeles memorables en producciones como “Gallito Ramírez”, “Bella Calamidades” y “Los Victorinos”. Pero el éxito artístico no siempre se traduce en estabilidad financiera, aparentemente. Al parecer, una deuda acumulada lo mantiene atado a su ex pareja, en una situación que, según cuenta él mismo, no es precisamente romántica ni deseada.
La historia salió a relucir en una entrevista para el programa “La Red” de Caracol Televisión, donde el actor confesó que la relación original duró más de una década, terminando en 2022. Aunque rompieron sentimentalmente hace ya algunos años, la separación física se ha demorado considerablemente. Y la razón es bastante concreta: su ex lo obligó a saldar unas deudas pendientes antes de dejar la casa.
“Me dijo que no se iba de la casa hasta que yo le pagara algunas cositas,” reveló Ruiz en la entrevista. No se trata solo de un par de chinchorros, diay. Entre las deudas figuran un préstamo con la hermana de su ex y otro, más delicado, con su propia hija. Sumado a esto, hay otros procesos judiciales colgados que también contribuyen a mantenerlos unidos, a pesar de todo.
Ahora, imagínense la escena: dos personas que ya no tienen una relación romántica, obligadas a convivir diariamente en el mismo espacio. Ruiz asegura que la convivencia es prácticamente inexistente, dormidos en habitaciones separadas y evitando cruces innecesarios. Me pregunto cómo se come en esa casa... ¡Qué brete!
Este escenario, aunque particular, no es tan inusual en nuestra región. Las deudas, los problemas legales y la falta de recursos económicas, a menudo, complican las rupturas y retrasan la posibilidad de avanzar. Muchos salvadoreños, hondureños, nicaragüenses e incluso costarricenses, sabemos de historias similares; vidas entrelazadas por obligaciones financieras que impiden cortar lazos por completo. Es triste ver cómo el dinero puede afectar tanto las relaciones personales, ¡qué sal!
Ruiz ha mantenido un perfil bajo en los últimos años, enfocándose, supuestamente, en solucionar estos asuntos financieros lo antes posible. Esperemos que logre desenredar esta madeja y pueda empezar de nuevo, con la tranquilidad de tener su propio espacio. Deseándole lo mejor, porque mantenerse en esa dinámica, ¡seguro que es un verdadero dolor de cabeza!
Y hablando de eso… ¿ustedes qué opinan? ¿Creen que es justo que alguien se quede en una propiedad simplemente por una cuestión de deudas? ¿Hasta dónde llega la responsabilidad financiera después de una ruptura? Compartan sus ideas y experiencias en el foro, ¡me interesa mucho saber qué piensan ustedes sobre este caso peculiar!