¡Ay, Dios mío! Esta historia salió como un balde de agua fría, mi gente. Un caso que te deja pensando si la vida a veces no es más dura que un guayacán seco. Resulta que un muchacho costarricense, Daniel Waterman, de apenas 22 años, falleció unos meses después de despertar de un coma terrible, producto de un accidente automovilístico en Florida. Pero eso no es lo peor... porque según sus últimas declaraciones, antes de partirnos, su propia novia lo mandó directo al caño.
Todo empezó con un choque brutal, un encontronazo contra un árbol que dejó a Daniel con lesiones muy serias – fracturas en la columna, traumatismo craneoencefálico, toda la obra. Estuvo ahí tirado, luchando por su vida en coma, mientras su pareja, Leigha Mumby, aseguraba que no recordaba absolutamente nada de lo ocurrido. Ahora, resulta que la cosa huele mucho a bronca y a traición, porque antes de cerrar los ojos definitivamente, Daniel nos soltó la bomba: dice que ella lo hizo a propósito.
Imagínate la escena: estaban en el carro, echándose humo, cuando supuestamente Leigha le avisó que estaba embarazada. Después, le llegó un mensaje a Daniel de una amiga y todo explotó. Según el testimonio que pudo dar a los detectives, ella empezó a manejar como loca, acelerando y frenando sin control. Él, desesperado por evitar la catástrofe, intentó tomar el volante, pero ella, con la frialdad de un iceberg, pisó el acelerador hasta el fondo, estrellándolos contra el árbol. ¡Qué sal! ¿Se imaginan el susto?
Y lo más escalofriante de todo es lo que nos cuenta la madre de Daniel, Doña Carmen. Parece que el pobre chico, con las secuelas del coma, se comunicaba escribiendo letras en una pizarra. Así, con esfuerzo, pudo contar a los investigadores cómo había pasado, dando fe de que su pareja lo quería ver irse al traste. Un detalle espeluznante es que antes del choque, Leigha le habría dicho: "No me importa lo que pase, recibirás lo que te mereces." ¡Qué cara de piedra!
Ahora, Leigha Mumby enfrenta cargos bien duros: homicidio vehicular, conducción temeraria y agresión agravada con un arma mortal. La audiencia está programada para noviembre, y vaya que va a estar interesante. Y ni hablar del juicio, donde seguramente van a salir todos los trapiches a la luz. Dicen que el bebe que estaba esperando sigue vivo, una verdadera bendición en medio de tanta tragedia. Imagínatelo, criandose con la sombra de semejante escándalo.
Pero la cosa no termina ahí, mis queridos foreros. La familia de Daniel ha puesto una demanda por la custodia del bebé. El abuelo del joven, Don Miguel, declaró que no pueden dejar que el niño crezca con una madre capaz de semejante barbaridad. Quieren asegurarse de que, si el bebé es suyo, tenga un hogar seguro y aprenda quién fue su papá. ¡Bien hecho, Don Miguel! Defiende a ese angelito con uñas y dientes. Qué carga tener que lidiar con esto encima del duelo...
Y hablando de cargas, ahora toca esperar a ver qué decide la justicia en este caso tan complejo y doloroso. Hay tantas preguntas flotando en el aire: ¿Por qué hizo eso Leigha? ¿Fue realmente el embarazo la detonante de su ira? ¿Cómo puede un ser humano desearle el mal a otro de esa forma? Esta historia nos recuerda que, a veces, la gente es capaz de pasar de cero a cien en un abrir y cerrar de ojos, dejando cicatrices profundas en quienes les rodean. Que pena, que pena, verdaderamente que sí.
En fin, mi gente, ¿qué opinan ustedes de este caso? ¿Creen que Leigha Mumby merece el castigo máximo, o hay circunstancias atenuantes que deberían considerarse? ¿Les parece justo que la familia de Daniel luche por la custodia del bebé? Dejen sus comentarios abajo y vamos a debatir esto con altura, como siempre hacemos aquí en el Foro de Costa Rica.
Todo empezó con un choque brutal, un encontronazo contra un árbol que dejó a Daniel con lesiones muy serias – fracturas en la columna, traumatismo craneoencefálico, toda la obra. Estuvo ahí tirado, luchando por su vida en coma, mientras su pareja, Leigha Mumby, aseguraba que no recordaba absolutamente nada de lo ocurrido. Ahora, resulta que la cosa huele mucho a bronca y a traición, porque antes de cerrar los ojos definitivamente, Daniel nos soltó la bomba: dice que ella lo hizo a propósito.
Imagínate la escena: estaban en el carro, echándose humo, cuando supuestamente Leigha le avisó que estaba embarazada. Después, le llegó un mensaje a Daniel de una amiga y todo explotó. Según el testimonio que pudo dar a los detectives, ella empezó a manejar como loca, acelerando y frenando sin control. Él, desesperado por evitar la catástrofe, intentó tomar el volante, pero ella, con la frialdad de un iceberg, pisó el acelerador hasta el fondo, estrellándolos contra el árbol. ¡Qué sal! ¿Se imaginan el susto?
Y lo más escalofriante de todo es lo que nos cuenta la madre de Daniel, Doña Carmen. Parece que el pobre chico, con las secuelas del coma, se comunicaba escribiendo letras en una pizarra. Así, con esfuerzo, pudo contar a los investigadores cómo había pasado, dando fe de que su pareja lo quería ver irse al traste. Un detalle espeluznante es que antes del choque, Leigha le habría dicho: "No me importa lo que pase, recibirás lo que te mereces." ¡Qué cara de piedra!
Ahora, Leigha Mumby enfrenta cargos bien duros: homicidio vehicular, conducción temeraria y agresión agravada con un arma mortal. La audiencia está programada para noviembre, y vaya que va a estar interesante. Y ni hablar del juicio, donde seguramente van a salir todos los trapiches a la luz. Dicen que el bebe que estaba esperando sigue vivo, una verdadera bendición en medio de tanta tragedia. Imagínatelo, criandose con la sombra de semejante escándalo.
Pero la cosa no termina ahí, mis queridos foreros. La familia de Daniel ha puesto una demanda por la custodia del bebé. El abuelo del joven, Don Miguel, declaró que no pueden dejar que el niño crezca con una madre capaz de semejante barbaridad. Quieren asegurarse de que, si el bebé es suyo, tenga un hogar seguro y aprenda quién fue su papá. ¡Bien hecho, Don Miguel! Defiende a ese angelito con uñas y dientes. Qué carga tener que lidiar con esto encima del duelo...
Y hablando de cargas, ahora toca esperar a ver qué decide la justicia en este caso tan complejo y doloroso. Hay tantas preguntas flotando en el aire: ¿Por qué hizo eso Leigha? ¿Fue realmente el embarazo la detonante de su ira? ¿Cómo puede un ser humano desearle el mal a otro de esa forma? Esta historia nos recuerda que, a veces, la gente es capaz de pasar de cero a cien en un abrir y cerrar de ojos, dejando cicatrices profundas en quienes les rodean. Que pena, que pena, verdaderamente que sí.
En fin, mi gente, ¿qué opinan ustedes de este caso? ¿Creen que Leigha Mumby merece el castigo máximo, o hay circunstancias atenuantes que deberían considerarse? ¿Les parece justo que la familia de Daniel luche por la custodia del bebé? Dejen sus comentarios abajo y vamos a debatir esto con altura, como siempre hacemos aquí en el Foro de Costa Rica.
