¡Paté, paté! La campaña presidencial ya está candela, y la educación, como siempre, está en medio del rifirrafe. Resulta que los candidatos nos traen propuestas pa' tratar de arreglar el brete educativo, que vamos, lleva años teniendo tos rara. Desde que le pegaron duro al MEPE, pasando por las pruebas del Faro, y ahora, la incertidumbre de qué va a pasar con la educación técnica… ¡huele a cambio!
El Diario Extra hizo el deber de revisar los planes de gobierno de todos los aspirantes al TSE, poniéndolos en orden según las encuestas más recientes. Así que ya saben, de los que andan arriba en las preferencias, ¿quién nos da la vara más interesante para ponerle parche a nuestro sistema educativo? No nos andamos por las ramas, porque esto afecta a to’los, desde el chaval que empieza en preescolar hasta el universitario que busca un futuro.
Empezando por David Hernández Brenes, de Clase Trabajadora, el mae llegó con la idea más radical: ¡expropiar todo el sistema educativo! Sí, sí, usted me escucha bien. Universidades, colegios, guarderías… to’ pa’l Estado. Además propone quitar las pruebas como el Faro y PISA, diciendo que son cosas de afuera que no nos sirven pa’ solucionar nuestros problemas. Una propuesta fuerte, sin lugar a dudas, pero ¿será factible en la realidad?
Luego tenemos a Boris Molina Acevedo, de UCD, quien va con una propuesta más moderada. Él dice que hay que cambiar esas pruebas estandarizadas por algo más participativo, que incluya a maestros y expertos. También promete cumplir con el famoso 8% del PIB pa’ la educación, y hacer control ciudadano pa’ que no se les vaya el avión con el dinero. Un plan sólido, pero ¿logrará realmente controlar cómo se gasta la plata?
Marco Rodríguez Badilla, de Esperanza y Libertad, se enfoca en ampliar las becas, los comedores escolares, y llevar internet a las zonas rurales. Su apuesta es crear escuelas técnicas en cada cantón, enfocándose en áreas como la tecnología y el turismo. ¡Un buen empujón pa’ los jóvenes que quieren aprender un oficio! Pero, ¿tendrán las empresas suficientes interés en recibir a estos estudiantes para que la educación dual funcione de verdad?
Walter Rubén Hernández, de Justicia Social Costarricense, quiere dignificar la labor de los maestros y mejorar sus condiciones de trabajo. También quiere facilitar el acceso a internet pa’ los estudiantes más necesitados y revisar cómo funciona el Consejo Superior de Educación. Un enfoque importante, sin embargo, ¿será suficiente pa’ combatir la deserción escolar, que sigue siendo un problema grave?
Y cerrando con Douglas Caamaño Quirós, de Alianza Costa Rica Primero, este trae ideas como reducir la deserción escolar en un 40% y actualizar los programas de estudio hacia habilidades prácticas. Quiere crear una red nacional de educación técnica y digital, conectando colegios, el INA y las universidades. ¡Parece que le pone mucho empeño a la parte técnica! Pero, ¿cómo hará para evitar que esta red se convierta en otro papelito burocrático que no llega a ningún lado?
En fin, cada candidato tiene su propia visión sobre cómo rescatar la educación en Costa Rica. Las propuestas van desde la expropiación total hasta alianzas público-privadas. Con tantas opciones, ¿cuál creen ustedes que es la propuesta más viable y realista para enfrentar la crisis educativa? ¿Están a favor de radicalizar el asunto o prefieren un cambio gradual, poniendo énfasis en la eficiencia y la transparencia? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
El Diario Extra hizo el deber de revisar los planes de gobierno de todos los aspirantes al TSE, poniéndolos en orden según las encuestas más recientes. Así que ya saben, de los que andan arriba en las preferencias, ¿quién nos da la vara más interesante para ponerle parche a nuestro sistema educativo? No nos andamos por las ramas, porque esto afecta a to’los, desde el chaval que empieza en preescolar hasta el universitario que busca un futuro.
Empezando por David Hernández Brenes, de Clase Trabajadora, el mae llegó con la idea más radical: ¡expropiar todo el sistema educativo! Sí, sí, usted me escucha bien. Universidades, colegios, guarderías… to’ pa’l Estado. Además propone quitar las pruebas como el Faro y PISA, diciendo que son cosas de afuera que no nos sirven pa’ solucionar nuestros problemas. Una propuesta fuerte, sin lugar a dudas, pero ¿será factible en la realidad?
Luego tenemos a Boris Molina Acevedo, de UCD, quien va con una propuesta más moderada. Él dice que hay que cambiar esas pruebas estandarizadas por algo más participativo, que incluya a maestros y expertos. También promete cumplir con el famoso 8% del PIB pa’ la educación, y hacer control ciudadano pa’ que no se les vaya el avión con el dinero. Un plan sólido, pero ¿logrará realmente controlar cómo se gasta la plata?
Marco Rodríguez Badilla, de Esperanza y Libertad, se enfoca en ampliar las becas, los comedores escolares, y llevar internet a las zonas rurales. Su apuesta es crear escuelas técnicas en cada cantón, enfocándose en áreas como la tecnología y el turismo. ¡Un buen empujón pa’ los jóvenes que quieren aprender un oficio! Pero, ¿tendrán las empresas suficientes interés en recibir a estos estudiantes para que la educación dual funcione de verdad?
Walter Rubén Hernández, de Justicia Social Costarricense, quiere dignificar la labor de los maestros y mejorar sus condiciones de trabajo. También quiere facilitar el acceso a internet pa’ los estudiantes más necesitados y revisar cómo funciona el Consejo Superior de Educación. Un enfoque importante, sin embargo, ¿será suficiente pa’ combatir la deserción escolar, que sigue siendo un problema grave?
Y cerrando con Douglas Caamaño Quirós, de Alianza Costa Rica Primero, este trae ideas como reducir la deserción escolar en un 40% y actualizar los programas de estudio hacia habilidades prácticas. Quiere crear una red nacional de educación técnica y digital, conectando colegios, el INA y las universidades. ¡Parece que le pone mucho empeño a la parte técnica! Pero, ¿cómo hará para evitar que esta red se convierta en otro papelito burocrático que no llega a ningún lado?
En fin, cada candidato tiene su propia visión sobre cómo rescatar la educación en Costa Rica. Las propuestas van desde la expropiación total hasta alianzas público-privadas. Con tantas opciones, ¿cuál creen ustedes que es la propuesta más viable y realista para enfrentar la crisis educativa? ¿Están a favor de radicalizar el asunto o prefieren un cambio gradual, poniendo énfasis en la eficiencia y la transparencia? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!