¡Ay, Dios mío! ¿Se van a creer mucho estos políticos, raza? Claudia Dobles, la chica de Agenda Ciudadana, anda contando los debates a los que le echa puente Laura Fernández, la candidata de Pueblo Soberano. Parece que prefiere mandarse unas vacaciones en vez de echarle un ojo a las inquietudes de nosotros, los ciudadanos. Ya saben, esa movida de “yo soy importante y no necesito hablar con la gente”... qué pereza.
Todo esto salió a relucir porque Dobles participó en un foro sobre el IVM de la CCSS que organizó Jupema este miércoles. Ahí, rodeada de quince aspirantes presidenciales (¡quince, mándale!), aprovechó pa’ soltar la bomba: Fernández ha estado desaparecida en varias citas clave. Y no hablo de un par de veces, sino de una lista considerable que deja ver una clara falta de compromiso, vamos.
La jefa de Agenda Ciudadana no anduvo con rodeos. Lanzó una pulla directa: “Costa Rica merece una campaña con transparencia, respeto y rendición de cuentas”. Dijo que los debates son cruciales para que los aspirantes presenten sus ideas y asuman responsabilidades. Pero, ¿qué hacemos con una candidata que se esconde como si fuera a robar pan? La pregunta es seria, mae. Imaginen cómo nos va a dar la cara si llegáramos a tener problemas con la seguridad, las colas en los hospitales o cualquier otra vaina que salga mal.
Dobles recordó que incluso en la Universidad Nacional, el 5 de noviembre, Fernández decidió darle calabazas a la invitación. Y eso no es todo, ay bendito. Según ella, la rodriguista también se echó pa' r atrás en varios otros foros durante septiembre y octubre. La lista es larga: Foro del sector agro, CAMTIC, AZOFRAS, UCCAEP, y hasta el Consejo de Promoción de la Competitividad. ¡Un recorrido completo de ausencias!
Ahora, hablando de números, la encuesta más reciente de la Universidad Nacional, publicada la semana pasada, nos da una idea interesante. Fernández, pese a todo, sigue líder en intención de voto con un 28,1%, casi cuadriplicando a Álvaro Ramos, quien maneja un modesto 6,2%. Pero sumando todos los demás contendientes, apenas llegan al 19,5%. Así que todavía hay margen, mándale, pero… ¿realmente queremos a alguien que prefiere evitar el diálogo directo?
Para que se necesite una segunda vuelta, necesitamos que algún candidato saque más del 40% de los votos válidos. Si no, toca un nuevo emparejamiento entre los dos que hayan obtenido mayor respaldo. La encuesta, realizada a casi mil personas entrevistadas por teléfono, tiene un margen de error de +/- 3,3 puntos porcentuales. Bastante preciso, diría yo. Nos da una idea de dónde estamos, aunque claro, las cosas pueden cambiar rapidísimo.
Lo que me preocupa, realmente, es la actitud general. Parece que algunos políticos creen que pueden simplemente aparecer en la tele y esperar que les caigan los votos. Olvidándose de que la política es, fundamentalmente, escuchar a la gente y responder a sus necesidades. Esto de evadir los debates, te hace cuestionarte si realmente quieren saber qué pensamos los costarricenses.
Entonces, díganme, raza: ¿creen que esta estrategia de Fernández es un error político o simplemente una forma de mantenerse alejada de críticas innecesarias? ¿Deberían los medios exigir a los candidatos un mayor compromiso con los espacios públicos de debate, o es cada quien libre de hacer lo que quiera en campaña?
Todo esto salió a relucir porque Dobles participó en un foro sobre el IVM de la CCSS que organizó Jupema este miércoles. Ahí, rodeada de quince aspirantes presidenciales (¡quince, mándale!), aprovechó pa’ soltar la bomba: Fernández ha estado desaparecida en varias citas clave. Y no hablo de un par de veces, sino de una lista considerable que deja ver una clara falta de compromiso, vamos.
La jefa de Agenda Ciudadana no anduvo con rodeos. Lanzó una pulla directa: “Costa Rica merece una campaña con transparencia, respeto y rendición de cuentas”. Dijo que los debates son cruciales para que los aspirantes presenten sus ideas y asuman responsabilidades. Pero, ¿qué hacemos con una candidata que se esconde como si fuera a robar pan? La pregunta es seria, mae. Imaginen cómo nos va a dar la cara si llegáramos a tener problemas con la seguridad, las colas en los hospitales o cualquier otra vaina que salga mal.
Dobles recordó que incluso en la Universidad Nacional, el 5 de noviembre, Fernández decidió darle calabazas a la invitación. Y eso no es todo, ay bendito. Según ella, la rodriguista también se echó pa' r atrás en varios otros foros durante septiembre y octubre. La lista es larga: Foro del sector agro, CAMTIC, AZOFRAS, UCCAEP, y hasta el Consejo de Promoción de la Competitividad. ¡Un recorrido completo de ausencias!
Ahora, hablando de números, la encuesta más reciente de la Universidad Nacional, publicada la semana pasada, nos da una idea interesante. Fernández, pese a todo, sigue líder en intención de voto con un 28,1%, casi cuadriplicando a Álvaro Ramos, quien maneja un modesto 6,2%. Pero sumando todos los demás contendientes, apenas llegan al 19,5%. Así que todavía hay margen, mándale, pero… ¿realmente queremos a alguien que prefiere evitar el diálogo directo?
Para que se necesite una segunda vuelta, necesitamos que algún candidato saque más del 40% de los votos válidos. Si no, toca un nuevo emparejamiento entre los dos que hayan obtenido mayor respaldo. La encuesta, realizada a casi mil personas entrevistadas por teléfono, tiene un margen de error de +/- 3,3 puntos porcentuales. Bastante preciso, diría yo. Nos da una idea de dónde estamos, aunque claro, las cosas pueden cambiar rapidísimo.
Lo que me preocupa, realmente, es la actitud general. Parece que algunos políticos creen que pueden simplemente aparecer en la tele y esperar que les caigan los votos. Olvidándose de que la política es, fundamentalmente, escuchar a la gente y responder a sus necesidades. Esto de evadir los debates, te hace cuestionarte si realmente quieren saber qué pensamos los costarricenses.
Entonces, díganme, raza: ¿creen que esta estrategia de Fernández es un error político o simplemente una forma de mantenerse alejada de críticas innecesarias? ¿Deberían los medios exigir a los candidatos un mayor compromiso con los espacios públicos de debate, o es cada quien libre de hacer lo que quiera en campaña?