¡Ay, Dios mío! Quién lo diría... El ex futbolista Andy Furtado, aquel que nos dio esperanzas de llegar a un Mundial, ahora tendrá que enfrentar un juicio larguísimo por presunto tráfico de drogas. La Fiscalía Adjunta de Limón ya programó las fechas: entre el 31 de mayo y el 25 de junio de 2027. ¡Imagínate, más de seis años después de su captura!
Para refrescarle la memoria a algunos, la movida salió a luz allá por septiembre del 2021. La Policía de Control de Drogas (PCD) realizó quince allanamientos buscando desarticular dos supuestas organizaciones dedicadas a enviar cocaína –casi cinco toneladas, ¡una barbaridad!– hacia Europa. Furtado fue agarrado en medio de esto, vinculado al uso del puerto de APM Terminals para mover contenedores llenos de la sustancia ilícita.
Y ni hablar de las otras personas implicadas en este brete. Además de Furtado, hay ocho más acusados: Anchía Pérez, Rojas Villalobos, Camacho Jara, Cubero Rodríguez, Montoya Ortíz, Mora Monge y Simpson Smith. Todos responden por el mismo cargo: tráfico internacional de drogas. Parece que la vaina está bastante prieta para todos los involucrados, y este juicio promete ser un circo mediático.
Después de su arresto, Furtado tuvo un respiro momentáneo porque lo liberaron bajo fuertes medidas cautelares. Tiene que firmar cada quince días, mantener un domicilio fijo y evitar molestar a los testigos. Una carga bien pesada, considerando que ya lleva más de dos años viviendo con esta incertidumbre encima. Espero que esté tomando café con calma y viendo cómo se desarrolla la cosa, porque se le viene encima.
Recordemos que la carrera deportiva de Furtado tuvo sus altos y bajos. En el 2009, brilló con la selección nacional, metiendo dos goles a Honduras camino al Mundial de Sudáfrica. Parecía que iba a tener una carrera internacional envidiable, pero entonces llegó el zarpazo: lo suspendieron por doping, por haber usado betametasona, un corticosteroide prohibido. ¡Un verdadero despiche! Ese incidente truncó sus aspiraciones de jugar en ligas extranjeras.
Luego de cumplir su suspensión, Furtado regresó al fútbol local, jugando en varios equipos hasta que decidió colgar los botines y buscarse el pan en el sector portuario. Pero parece que el pasado siempre vuelve para atormentarnos, y ahora tiene que lidiar con estas graves acusaciones. Uno se pregunta si realmente estaba tan involucrado en todo este negocio, o si simplemente fue un peón en un juego mucho más grande.
Lo cierto es que el juicio se avecina y, aunque aún faltan varios años, la sombra de la sospecha seguirá rondando a Furtado. El Tribunal Penal de Limón tendrá la tarea de analizar todas las pruebas y determinar si es culpable o inocente. Esperamos que todo salga bien, pero la verdad es que la situación pinta complicada. Este caso sirve para recordarnos que nadie está libre de meter la pata o caer en malos pasos, incluso aquellos que parecían destinados a la grandeza.
Bueno, pues ahí lo tienen, amigos. Un capítulo más en la vida de Andy Furtado, lleno de éxitos, decepciones y ahora, un largo y complejo proceso legal. ¿Ustedes creen que Furtado podrá demostrar su inocencia, o este episodio marcará el fin definitivo de su legado futbolístico?
Para refrescarle la memoria a algunos, la movida salió a luz allá por septiembre del 2021. La Policía de Control de Drogas (PCD) realizó quince allanamientos buscando desarticular dos supuestas organizaciones dedicadas a enviar cocaína –casi cinco toneladas, ¡una barbaridad!– hacia Europa. Furtado fue agarrado en medio de esto, vinculado al uso del puerto de APM Terminals para mover contenedores llenos de la sustancia ilícita.
Y ni hablar de las otras personas implicadas en este brete. Además de Furtado, hay ocho más acusados: Anchía Pérez, Rojas Villalobos, Camacho Jara, Cubero Rodríguez, Montoya Ortíz, Mora Monge y Simpson Smith. Todos responden por el mismo cargo: tráfico internacional de drogas. Parece que la vaina está bastante prieta para todos los involucrados, y este juicio promete ser un circo mediático.
Después de su arresto, Furtado tuvo un respiro momentáneo porque lo liberaron bajo fuertes medidas cautelares. Tiene que firmar cada quince días, mantener un domicilio fijo y evitar molestar a los testigos. Una carga bien pesada, considerando que ya lleva más de dos años viviendo con esta incertidumbre encima. Espero que esté tomando café con calma y viendo cómo se desarrolla la cosa, porque se le viene encima.
Recordemos que la carrera deportiva de Furtado tuvo sus altos y bajos. En el 2009, brilló con la selección nacional, metiendo dos goles a Honduras camino al Mundial de Sudáfrica. Parecía que iba a tener una carrera internacional envidiable, pero entonces llegó el zarpazo: lo suspendieron por doping, por haber usado betametasona, un corticosteroide prohibido. ¡Un verdadero despiche! Ese incidente truncó sus aspiraciones de jugar en ligas extranjeras.
Luego de cumplir su suspensión, Furtado regresó al fútbol local, jugando en varios equipos hasta que decidió colgar los botines y buscarse el pan en el sector portuario. Pero parece que el pasado siempre vuelve para atormentarnos, y ahora tiene que lidiar con estas graves acusaciones. Uno se pregunta si realmente estaba tan involucrado en todo este negocio, o si simplemente fue un peón en un juego mucho más grande.
Lo cierto es que el juicio se avecina y, aunque aún faltan varios años, la sombra de la sospecha seguirá rondando a Furtado. El Tribunal Penal de Limón tendrá la tarea de analizar todas las pruebas y determinar si es culpable o inocente. Esperamos que todo salga bien, pero la verdad es que la situación pinta complicada. Este caso sirve para recordarnos que nadie está libre de meter la pata o caer en malos pasos, incluso aquellos que parecían destinados a la grandeza.
Bueno, pues ahí lo tienen, amigos. Un capítulo más en la vida de Andy Furtado, lleno de éxitos, decepciones y ahora, un largo y complejo proceso legal. ¿Ustedes creen que Furtado podrá demostrar su inocencia, o este episodio marcará el fin definitivo de su legado futbolístico?
