¡Aguántense!, porque esto está feo. Resulta que el Servicio Nacional de Guardacostas (SNG), nuestra primera línea de defensa en el mar, anda metido en un brete bastante salado. Según un reporte de la Contraloría, la forma como se les ha equipado a nuestros guardacostas está poniendo en peligro sus misiones y, encima, generando reclamos laborales que le han costado al país más de ¢83 millones desde 2020. ¡Qué torta!
La auditoría, que lleva el número DFOE-GOB-IAD-00008-2025, detalla cómo una planificación inadecuada en la compra de equipos –desde chalecos hasta lanchas– está comprometiendo la operatividad del SNG. No hablamos solamente de los chuches nuevos; también señalan que simplemente no pueden encontrar 96 equipos de los ¢50,5 millones invertidos en material policial. Imagínense buscar un chaleco salvavidas en medio de una emergencia y no encontrarlo. ¡Qué despiche!
Este descuido administrativo no solo afecta las labores de vigilancia marítima, combate al narcotráfico y rescates en el agua, sino que además ha generado un panorama laboral caótico. Varios funcionarios se han ido al traste reclamando roles poco claros y diferencias en las funciones designadas. Esto, como dijimos, ha resultado en unos ¢83,2 millones en pagos por reclamos laborales, una suma considerable considerando la situación económica del país.
El Ministro de Seguridad, Mario Zamora, salió al frente para defender la gestión actual, afirmando que se han tomado medidas para solucionar el problema. Señala que la remoción del viceministro encargado del Guardacostas fue clave, culpando al periodo anterior por muchos de estos desórdenes administrativos. “Retiramos al viceministro que estaba a cargo de Guardacostas y muchos de los acontecimientos de desorden administrativos obedecen a esa época,” declaró Zamora en entrevista con Diario Extra.
Pero la diay es que si bien reconoce el pasado turbio, el presente tampoco pinta muy animador. La pérdida de equipos cruciales es un factor alarmante. ¿Cómo esperan que nuestros guardacostas hagan su trabajo eficientemente si no tienen las herramientas necesarias? Esto, como dicen por ahí, es como pedirle a un torero que luche con una pluma en lugar de un estoque.
Expertos en seguridad marítima han expresado su preocupación por esta situación, advirtiendo que la falta de inversión adecuada en el SNG puede tener consecuencias graves. No solo se trata de poner en riesgo vidas humanas, sino también de afectar la economía nacional, perjudicando sectores como el turismo y la pesca. Además, cualquier debilitamiento en la seguridad marítima abre la puerta al tráfico ilegal de drogas y personas, problemas que ya nos aquejan.
En resumen, parece que tenemos un barco a la deriva. Aunque el Ministro Zamora promete mejoras, la realidad es que la situación exige acciones contundentes e inmediatas. Se necesita una revisión completa de la planificación adquisiciones y una mayor transparencia en la gestión de los recursos destinados al SNG. Dejar esto así es jugar con fuego, y sabemos que el mar no perdona.
Ante este panorama preocupante, me pregunto: ¿Qué medidas concretas cree usted que debería implementar el gobierno para fortalecer el SNG y evitar que esta situación se agrave aún más, especialmente considerando el aumento del tráfico irregular de migrantes en nuestras costas?
La auditoría, que lleva el número DFOE-GOB-IAD-00008-2025, detalla cómo una planificación inadecuada en la compra de equipos –desde chalecos hasta lanchas– está comprometiendo la operatividad del SNG. No hablamos solamente de los chuches nuevos; también señalan que simplemente no pueden encontrar 96 equipos de los ¢50,5 millones invertidos en material policial. Imagínense buscar un chaleco salvavidas en medio de una emergencia y no encontrarlo. ¡Qué despiche!
Este descuido administrativo no solo afecta las labores de vigilancia marítima, combate al narcotráfico y rescates en el agua, sino que además ha generado un panorama laboral caótico. Varios funcionarios se han ido al traste reclamando roles poco claros y diferencias en las funciones designadas. Esto, como dijimos, ha resultado en unos ¢83,2 millones en pagos por reclamos laborales, una suma considerable considerando la situación económica del país.
El Ministro de Seguridad, Mario Zamora, salió al frente para defender la gestión actual, afirmando que se han tomado medidas para solucionar el problema. Señala que la remoción del viceministro encargado del Guardacostas fue clave, culpando al periodo anterior por muchos de estos desórdenes administrativos. “Retiramos al viceministro que estaba a cargo de Guardacostas y muchos de los acontecimientos de desorden administrativos obedecen a esa época,” declaró Zamora en entrevista con Diario Extra.
Pero la diay es que si bien reconoce el pasado turbio, el presente tampoco pinta muy animador. La pérdida de equipos cruciales es un factor alarmante. ¿Cómo esperan que nuestros guardacostas hagan su trabajo eficientemente si no tienen las herramientas necesarias? Esto, como dicen por ahí, es como pedirle a un torero que luche con una pluma en lugar de un estoque.
Expertos en seguridad marítima han expresado su preocupación por esta situación, advirtiendo que la falta de inversión adecuada en el SNG puede tener consecuencias graves. No solo se trata de poner en riesgo vidas humanas, sino también de afectar la economía nacional, perjudicando sectores como el turismo y la pesca. Además, cualquier debilitamiento en la seguridad marítima abre la puerta al tráfico ilegal de drogas y personas, problemas que ya nos aquejan.
En resumen, parece que tenemos un barco a la deriva. Aunque el Ministro Zamora promete mejoras, la realidad es que la situación exige acciones contundentes e inmediatas. Se necesita una revisión completa de la planificación adquisiciones y una mayor transparencia en la gestión de los recursos destinados al SNG. Dejar esto así es jugar con fuego, y sabemos que el mar no perdona.
Ante este panorama preocupante, me pregunto: ¿Qué medidas concretas cree usted que debería implementar el gobierno para fortalecer el SNG y evitar que esta situación se agrave aún más, especialmente considerando el aumento del tráfico irregular de migrantes en nuestras costas?
