¡Ay, Dios mío! La cosa está más rara que gallina ciega con el tema de las próximas elecciones. Según el Idespo, casi la mitad de los jóvenes entre 18 y 34 años todavía no saben ni por quién van a echarle las piedras, ¡o mejor dicho, el voto!
Esto salió a relucir en un estudio que presentaron este lunes, donde nos dieron la macana: la gente joven es más volátil que el clima en enero. Siempre han sido así, pero ahora parece que la indecisión va a niveles estratosféricos, lo cual puede darle un giro inesperado a toda la papeleta del 2026. A ver si alguien les prende la chispa, porque así nomás, vamos a tener sorpresa.
Y hablando de nombres, aparentemente Laura Fernández, de Pueblo Soberano, está llevando la batuta entre los jóvenes que sí tienen alguna idea de a quién apoyar, con un 22,2%. Le siguen Ariel Robles del Frente Amplio (con un 7,9%), Claudia Dobles de Agenda Ciudadana (4,4%) y Álvaro Ramos del PLN, que anda un poco atrás con solo un 2,4%. ¡Pobre Álvaro! Parece que necesita un buen churrito de café para reanimarse.
Pero ojo, que la cosa no termina ahí, porque también hay un montón de chavones que prefieren irse al traste y votar nulo o en blanco, o simplemente no responden. Un 2,8% apoya a otros candidatos, el 2,4% piensa irse de vacío y otro 1,2% ni siquiera se molestó en dar una respuesta. Parece que a muchos les da más rollo decidir qué van a comer que elegir presidente, ¡chiste pa’ ustedes!
Ahora, si miramos a la población mayor de 50, la cosa cambia radicalmente. Ahí, la mayoría ya tiene claro a quién quiere mandar a la Asamblea, con solo un 33,8% indeciso. Y adivinen quién sigue liderando la carrera… ¡Otra vez Laura Fernández!, con un impresionante 40,1% de apoyo. Parece que los abuelos ya saben lo que quieren, y la señora Fernández les está ganando el corazón.
En cambio, Ariel Robles está teniendo más problemas para conectar con los adultos, apenas consiguiendo un 0,95% de apoyo. ¡Uy, uy, uy! Debe buscarse una estrategia diferente porque así no llega ni para comprar pan. Álvaro Ramos tiene un 10,9%, y Claudia Dobles un 5,7%, pero ninguno a la altura de la Fernández entre los mayores. Es una clara muestra de cómo las generaciones piensan distinto, ¿no?
Los expertos del Idespo dicen que esto refleja una “estructura etaria diferenciada en las preferencias electorales”, lo que significa que los viejos tienen sus gustos formados y nosotros, los jóvenes, estamos a la deriva. Y no es solo eso, sino que también casi el 7% de las mujeres dice que no va a votar, contra un 6% de los hombres. ¿Será que las mujeres se están hartando de tanta promesa incumplida? Aunque sea un número pequeño, es preocupante porque la participación es clave para fortalecer la democracia, ¿entienden?
En fin, la cosa está servida. Tenemos a los jóvenes más indecisos que nunca, los adultos ya tienen sus favoritos, y un buen porcentaje de ambos sexos pensando seriamente en quedarse en casa. Con tanto escenario posible, me pregunto: ¿cree usted que la juventud costarricense realmente se involucrará en las elecciones del 2026, o seguirá prefiriendo estar tirados en el sofá viendo Netflix?
Esto salió a relucir en un estudio que presentaron este lunes, donde nos dieron la macana: la gente joven es más volátil que el clima en enero. Siempre han sido así, pero ahora parece que la indecisión va a niveles estratosféricos, lo cual puede darle un giro inesperado a toda la papeleta del 2026. A ver si alguien les prende la chispa, porque así nomás, vamos a tener sorpresa.
Y hablando de nombres, aparentemente Laura Fernández, de Pueblo Soberano, está llevando la batuta entre los jóvenes que sí tienen alguna idea de a quién apoyar, con un 22,2%. Le siguen Ariel Robles del Frente Amplio (con un 7,9%), Claudia Dobles de Agenda Ciudadana (4,4%) y Álvaro Ramos del PLN, que anda un poco atrás con solo un 2,4%. ¡Pobre Álvaro! Parece que necesita un buen churrito de café para reanimarse.
Pero ojo, que la cosa no termina ahí, porque también hay un montón de chavones que prefieren irse al traste y votar nulo o en blanco, o simplemente no responden. Un 2,8% apoya a otros candidatos, el 2,4% piensa irse de vacío y otro 1,2% ni siquiera se molestó en dar una respuesta. Parece que a muchos les da más rollo decidir qué van a comer que elegir presidente, ¡chiste pa’ ustedes!
Ahora, si miramos a la población mayor de 50, la cosa cambia radicalmente. Ahí, la mayoría ya tiene claro a quién quiere mandar a la Asamblea, con solo un 33,8% indeciso. Y adivinen quién sigue liderando la carrera… ¡Otra vez Laura Fernández!, con un impresionante 40,1% de apoyo. Parece que los abuelos ya saben lo que quieren, y la señora Fernández les está ganando el corazón.
En cambio, Ariel Robles está teniendo más problemas para conectar con los adultos, apenas consiguiendo un 0,95% de apoyo. ¡Uy, uy, uy! Debe buscarse una estrategia diferente porque así no llega ni para comprar pan. Álvaro Ramos tiene un 10,9%, y Claudia Dobles un 5,7%, pero ninguno a la altura de la Fernández entre los mayores. Es una clara muestra de cómo las generaciones piensan distinto, ¿no?
Los expertos del Idespo dicen que esto refleja una “estructura etaria diferenciada en las preferencias electorales”, lo que significa que los viejos tienen sus gustos formados y nosotros, los jóvenes, estamos a la deriva. Y no es solo eso, sino que también casi el 7% de las mujeres dice que no va a votar, contra un 6% de los hombres. ¿Será que las mujeres se están hartando de tanta promesa incumplida? Aunque sea un número pequeño, es preocupante porque la participación es clave para fortalecer la democracia, ¿entienden?
En fin, la cosa está servida. Tenemos a los jóvenes más indecisos que nunca, los adultos ya tienen sus favoritos, y un buen porcentaje de ambos sexos pensando seriamente en quedarse en casa. Con tanto escenario posible, me pregunto: ¿cree usted que la juventud costarricense realmente se involucrará en las elecciones del 2026, o seguirá prefiriendo estar tirados en el sofá viendo Netflix?
