¡Ay, Dios mío, qué bronca! Resulta que la cosa se puso bien caliente ayer frente a Casa Presidencial. Los agricultores, hartos de la situación con los precios y la competencia importada, salieron a protestar con toda la actitud. Y como si fuera cuento, terminaron arrestando a un compañero, Roy Fallas, lo cual encendió aún más los ánimos.
La movilización, que reunió a representantes de diversos gremios agrícolas, buscaba presionar al gobierno para que tome medidas urgentes para proteger al sector. Ya saben cómo va la cosa: precios bajos para ellos, importaciones baratas que les quitan el mercado. Una verdadera carga para los pequeños productores que le echan brete día y noche para alimentar al país.
El diputado Jonathan Acuña, del Frente Amplio, salió al paso en el Plenario Legislativo para confirmar que Fallas ya está en libertad. Pero, ¡aguante!, no dio el visto bueno porque advirtió que, pese a eso, le quieren meter un proceso judicial que calificó de “absolutamente injusto”. Dice que la detención fue desproporcionada, como si estos agricultores fueran criminales de pura cepa.
“Dichosamente, ya han dejado ir a Don Roy Fallas”, comentó Acuña visiblemente molesto, “pero no nos engañemos, quieren abrirle un calvario legal. ¿Pero qué esperaban? Que los agricultores se callaran y siguieran tragándose sapos?” La tensión en el ambiente era palpable y se sentía a kilómetros.
No precisamente fueron solos los que denunciaron lo sucedido. Pilar Cisneros, diputada del partido oficialista, decidió salirse del recinto en señal de protesta, aunque primero tuvo que dejar caer unas quejas a la presidenta interina del Congreso, Vanessa Castro. ¡Qué salado! Parece que no todas las bancadas ven la situación con la misma claridad.
Gloria Navas, diputada independiente, no tardó en fustigar la decisión de los demás diputados de abandonar el Plenario. “¡Se fueron corriendo!”, exclamó, dejando claro que considera que debían haber permanecido para discutir la problemática. Rocío Alfaro, jefa de la fracción del Frente Amplio, aprovechó la oportunidad para arengar al pueblo, llamándolos valientes y dignos, y acusando al gobierno de ser “agresor y sinvergüenza”.
Otros legisladores también se sumaron a las críticas. Luis Fernando Mendoza, del PLN, cuestionó la actuación de la Fuerza Pública, describiéndola como un atropello a un agricultor de Puntarenas. Paulina Ramírez, también liberacionista, enfatizó la falta de diálogo y apertura por parte del gobierno. Horacio Alvarado, del PUSC, prometió el apoyo de su partido a los agricultores, mientras que Kattia Cambronero llegó a afirmar que lo ocurrido fue un “acto de matonismo por parte de Zapote”. ¡Qué nivel de indignación!
En fin, la situación sigue hirviendo y parece que esto apenas comienza. Con tantas voces alzándose en defensa de los agricultores, ¿cree usted que el gobierno escuchará finalmente sus demandas o seguirá aferrado a una política que pone en riesgo la seguridad alimentaria del país? ¿Será posible encontrar una solución que beneficie tanto a los productores como a los consumidores?
La movilización, que reunió a representantes de diversos gremios agrícolas, buscaba presionar al gobierno para que tome medidas urgentes para proteger al sector. Ya saben cómo va la cosa: precios bajos para ellos, importaciones baratas que les quitan el mercado. Una verdadera carga para los pequeños productores que le echan brete día y noche para alimentar al país.
El diputado Jonathan Acuña, del Frente Amplio, salió al paso en el Plenario Legislativo para confirmar que Fallas ya está en libertad. Pero, ¡aguante!, no dio el visto bueno porque advirtió que, pese a eso, le quieren meter un proceso judicial que calificó de “absolutamente injusto”. Dice que la detención fue desproporcionada, como si estos agricultores fueran criminales de pura cepa.
“Dichosamente, ya han dejado ir a Don Roy Fallas”, comentó Acuña visiblemente molesto, “pero no nos engañemos, quieren abrirle un calvario legal. ¿Pero qué esperaban? Que los agricultores se callaran y siguieran tragándose sapos?” La tensión en el ambiente era palpable y se sentía a kilómetros.
No precisamente fueron solos los que denunciaron lo sucedido. Pilar Cisneros, diputada del partido oficialista, decidió salirse del recinto en señal de protesta, aunque primero tuvo que dejar caer unas quejas a la presidenta interina del Congreso, Vanessa Castro. ¡Qué salado! Parece que no todas las bancadas ven la situación con la misma claridad.
Gloria Navas, diputada independiente, no tardó en fustigar la decisión de los demás diputados de abandonar el Plenario. “¡Se fueron corriendo!”, exclamó, dejando claro que considera que debían haber permanecido para discutir la problemática. Rocío Alfaro, jefa de la fracción del Frente Amplio, aprovechó la oportunidad para arengar al pueblo, llamándolos valientes y dignos, y acusando al gobierno de ser “agresor y sinvergüenza”.
Otros legisladores también se sumaron a las críticas. Luis Fernando Mendoza, del PLN, cuestionó la actuación de la Fuerza Pública, describiéndola como un atropello a un agricultor de Puntarenas. Paulina Ramírez, también liberacionista, enfatizó la falta de diálogo y apertura por parte del gobierno. Horacio Alvarado, del PUSC, prometió el apoyo de su partido a los agricultores, mientras que Kattia Cambronero llegó a afirmar que lo ocurrido fue un “acto de matonismo por parte de Zapote”. ¡Qué nivel de indignación!
En fin, la situación sigue hirviendo y parece que esto apenas comienza. Con tantas voces alzándose en defensa de los agricultores, ¿cree usted que el gobierno escuchará finalmente sus demandas o seguirá aferrado a una política que pone en riesgo la seguridad alimentaria del país? ¿Será posible encontrar una solución que beneficie tanto a los productores como a los consumidores?
