¡Ay, Dios mío! Se armó un buen rollo en el caso de esos policías de Fuerza Pública que agarraron en Crucitas con una suma considerable de lana, unos ochomil quinientos colones, si mi memoria me sirve. Después de un par de días tras las rejas, ¡los soltaron!, sin ninguna medida cautelar. Esto ha encendido las alarmas entre muchos, porque sinceramente, parece que le están dando facilidades a estos señores.
Para refrescarle la memoria al que esté medio distraído, estos tres oficiales –de apellido Segura, Moraga y Ramírez– fueron arrestados el pasado fin de semana precisamente en Crucitas. La acusación era seria: supuesta legitimación de capitales. O sea, lavarle dinero a otro, man. Pero resulta que la Fiscalía, tras evaluar el caso, decidió que podían irse pa’ casa mientras siguen la investigación. ¡Un alivio pa’ ellos, preocupación pa' todos!
Según las autoridades judiciales, “tras valorarse la situación actual del caso, así como los arraigos procesales de los sospechosos, se determinó que, por ahora, pueden estar apegados al proceso, sin la necesidad de cumplir medidas cautelares”. En cristiano, que no encontraron motivos suficientes para mantenerlos presos. Eso sí, recalcan que la investigación sigue activa, recogiendo pruebas y analizándolas. Veremos qué sale de eso, porque ahorita mismo, queda como que el caso está estancado.
El detalle es que este caso llega en un momento delicado para la imagen de la policía. Ya sabemos cómo anda la cosa con la corrupción en general, y que salgan dos policías con semejante cantidad de dinero encima, obviamente levanta sospechas. Más aún, considerando que Crucitas ha sido históricamente un punto caliente con temas de minería ilegal y actividades turbias. No es precisamente el lugar más tranquilo del país, digámoslo así.
Muchos se preguntan qué tipo de negocio estaban haciendo estos oficiales. ¿Estaban involucrados en alguna operación ilícita? ¿Fueron utilizados como mulas por alguien más poderoso? Y lo más importante, ¿cómo lograron acumular semejante fortuna? Preguntas que necesitan respuestas urgentes, porque si esto se queda impune, la confianza del público en la policía seguirá cayendo en picada. Como dice el dicho, 'el pez por su boca muere', y este caso huele feísimo.
Lo que preocupa es que, aunque la Fiscalía diga que están investigando, la liberación de estos policías da la impresión de que hay algo raro detrás. Podríamos decir que se les facilitó mucho el camino, y eso alimenta la especulación. ¿Habrá influencias externas protegiéndolos? ¿Se cerrarán los ojos ante evidencia comprometedora? Son interrogantes que pesan demasiado y que merecen una revisión exhaustiva por parte de las autoridades competentes. Que no anden jugando con la credibilidad nacional, por favor.
Y hablando de eso, recordemos también que este caso no es aislado. Hemos visto varios casos similares en los últimos meses, donde funcionarios públicos son acusados de corrupción pero terminan quedando libres o recibiendo sentencias leves. ¿Será que nuestro sistema judicial no está preparado para combatir eficazmente este flagelo? ¿Estamos permitiendo que la corrupción se arraigue cada vez más en nuestras instituciones?
En fin, la verdad es que este caso de los policías liberados en Crucitas nos deja con más preguntas que respuestas. ¿Les parece justo que hayan quedado libres sin medidas cautelares? ¿Creen que la Fiscalía está actuando con la debida diligencia en esta investigación? ¡Den su opinión en el foro, quiero saber qué piensan mis panas de este mamarracho!
Para refrescarle la memoria al que esté medio distraído, estos tres oficiales –de apellido Segura, Moraga y Ramírez– fueron arrestados el pasado fin de semana precisamente en Crucitas. La acusación era seria: supuesta legitimación de capitales. O sea, lavarle dinero a otro, man. Pero resulta que la Fiscalía, tras evaluar el caso, decidió que podían irse pa’ casa mientras siguen la investigación. ¡Un alivio pa’ ellos, preocupación pa' todos!
Según las autoridades judiciales, “tras valorarse la situación actual del caso, así como los arraigos procesales de los sospechosos, se determinó que, por ahora, pueden estar apegados al proceso, sin la necesidad de cumplir medidas cautelares”. En cristiano, que no encontraron motivos suficientes para mantenerlos presos. Eso sí, recalcan que la investigación sigue activa, recogiendo pruebas y analizándolas. Veremos qué sale de eso, porque ahorita mismo, queda como que el caso está estancado.
El detalle es que este caso llega en un momento delicado para la imagen de la policía. Ya sabemos cómo anda la cosa con la corrupción en general, y que salgan dos policías con semejante cantidad de dinero encima, obviamente levanta sospechas. Más aún, considerando que Crucitas ha sido históricamente un punto caliente con temas de minería ilegal y actividades turbias. No es precisamente el lugar más tranquilo del país, digámoslo así.
Muchos se preguntan qué tipo de negocio estaban haciendo estos oficiales. ¿Estaban involucrados en alguna operación ilícita? ¿Fueron utilizados como mulas por alguien más poderoso? Y lo más importante, ¿cómo lograron acumular semejante fortuna? Preguntas que necesitan respuestas urgentes, porque si esto se queda impune, la confianza del público en la policía seguirá cayendo en picada. Como dice el dicho, 'el pez por su boca muere', y este caso huele feísimo.
Lo que preocupa es que, aunque la Fiscalía diga que están investigando, la liberación de estos policías da la impresión de que hay algo raro detrás. Podríamos decir que se les facilitó mucho el camino, y eso alimenta la especulación. ¿Habrá influencias externas protegiéndolos? ¿Se cerrarán los ojos ante evidencia comprometedora? Son interrogantes que pesan demasiado y que merecen una revisión exhaustiva por parte de las autoridades competentes. Que no anden jugando con la credibilidad nacional, por favor.
Y hablando de eso, recordemos también que este caso no es aislado. Hemos visto varios casos similares en los últimos meses, donde funcionarios públicos son acusados de corrupción pero terminan quedando libres o recibiendo sentencias leves. ¿Será que nuestro sistema judicial no está preparado para combatir eficazmente este flagelo? ¿Estamos permitiendo que la corrupción se arraigue cada vez más en nuestras instituciones?
En fin, la verdad es que este caso de los policías liberados en Crucitas nos deja con más preguntas que respuestas. ¿Les parece justo que hayan quedado libres sin medidas cautelares? ¿Creen que la Fiscalía está actuando con la debida diligencia en esta investigación? ¡Den su opinión en el foro, quiero saber qué piensan mis panas de este mamarracho!