¡Ay, pata! Quién iba a decir que los mercados gastronómicos iban a convertirse en el brete más importante para muchos emprendedores y un verdadero impulsor de la economía local. Dejen de jalarse unas tortas pensando que esto es moda pasajera; la cosa está clara: estos lugares llegaron para quedarse y están moviendo billetes a toda máquina.
Desde hace un tiempo hemos visto cómo estos espacios han ido ganando terreno, pero ahora, con datos duros, se demuestra que no es solo ‘chisme’ de redes sociales. Estamos hablando de un cambio real en la forma en que consumimos, nos relacionamos y apoyamos a los negocios locales. Ya no es ir a un supermercado cualquiera, es buscar esa experiencia única que te ofrece un chuche diferente, preparado con cariño y sabor tico.
Un claro ejemplo de este fenómeno es el Núcleo Gastro, ubicado en la Sabana. Ese lugar ya no es solo un punto de encuentro; es una verdadera incubadora de talento y una vitrina para los emprendedores nacionales. Con alrededor de 20 mil visitas mensuales, sostiene unos 80 empleos directos y mantiene una red de más de 150 proveedores. ¡Imagínate qué vara! Eso significa que cada vez que vas a comer un casado o tomarte un café ahí, estás contribuyendo directamente a la economía de muchas familias.
Lo interesante es que Núcleo Gastro va mucho más allá de sus barras fijas. Organizan ferias periódicas para emprendedores, ofreciendo un espacio gratuito de exposición en un lugar con alta afluencia. Así, los pequeños negocios tienen la oportunidad de mostrar sus productos directamente a los clientes y venderlos sin intermediarios. Y no solo eso, dan prioridad a aquellas marcas que demuestran compromiso con prácticas sostenibles, porque, díganlo en voz alta, queremos un futuro más verde para nuestro país.
La desarrolladora RC Inmobiliaria lo puso bien claro: “Núcleo Gastro es mucho más que un mercado gastronómico, es el corazón que le da vida a Núcleo Sabana”. Y la verdad es que no le hacen falta palabras. Basta con caminar por allí un fin de semana para ver la energía vibrante, las risas, los sabores y los encuentros que se generan en ese espacio. Se siente el pulso de Costa Rica, pura vida y ganas de superarse.
Pero el impacto no se limita solo a los fines de semana. También durante la semana, oficinistas y turistas aprovechan para disfrutar de la variedad gastronómica que ofrece el lugar. Con un gasto promedio de ¢10.000 por persona, se construye un ecosistema donde las PyMEs costarricenses encuentran una vía segura y accesible para generar ingresos y expandir sus marcas. Esto, señores míos, es un boom empresarial que debemos seguir de cerca.
Las estadísticas hablan por sí solas: mercados gastronómicos consolidados, ferias que atraen multitudes, emprendedores felices y una economía local fortalecida. Todo esto demuestra que apostarle a lo nuestro, apoyar los negocios locales y valorar la calidad de nuestros productos es una inversión segura y rentable. Además, nos permite rescatar tradiciones culinarias que corren el riesgo de perderse en medio de la globalización.
Entonces, mi gente, ¿cree usted que el auge de los mercados gastronómicos es una tendencia duradera o simplemente una moda pasajera? ¿Será posible replicar este modelo en otras zonas del país y así impulsar aún más la economía local? Déjeme saber su opinión en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensa!
Desde hace un tiempo hemos visto cómo estos espacios han ido ganando terreno, pero ahora, con datos duros, se demuestra que no es solo ‘chisme’ de redes sociales. Estamos hablando de un cambio real en la forma en que consumimos, nos relacionamos y apoyamos a los negocios locales. Ya no es ir a un supermercado cualquiera, es buscar esa experiencia única que te ofrece un chuche diferente, preparado con cariño y sabor tico.
Un claro ejemplo de este fenómeno es el Núcleo Gastro, ubicado en la Sabana. Ese lugar ya no es solo un punto de encuentro; es una verdadera incubadora de talento y una vitrina para los emprendedores nacionales. Con alrededor de 20 mil visitas mensuales, sostiene unos 80 empleos directos y mantiene una red de más de 150 proveedores. ¡Imagínate qué vara! Eso significa que cada vez que vas a comer un casado o tomarte un café ahí, estás contribuyendo directamente a la economía de muchas familias.
Lo interesante es que Núcleo Gastro va mucho más allá de sus barras fijas. Organizan ferias periódicas para emprendedores, ofreciendo un espacio gratuito de exposición en un lugar con alta afluencia. Así, los pequeños negocios tienen la oportunidad de mostrar sus productos directamente a los clientes y venderlos sin intermediarios. Y no solo eso, dan prioridad a aquellas marcas que demuestran compromiso con prácticas sostenibles, porque, díganlo en voz alta, queremos un futuro más verde para nuestro país.
La desarrolladora RC Inmobiliaria lo puso bien claro: “Núcleo Gastro es mucho más que un mercado gastronómico, es el corazón que le da vida a Núcleo Sabana”. Y la verdad es que no le hacen falta palabras. Basta con caminar por allí un fin de semana para ver la energía vibrante, las risas, los sabores y los encuentros que se generan en ese espacio. Se siente el pulso de Costa Rica, pura vida y ganas de superarse.
Pero el impacto no se limita solo a los fines de semana. También durante la semana, oficinistas y turistas aprovechan para disfrutar de la variedad gastronómica que ofrece el lugar. Con un gasto promedio de ¢10.000 por persona, se construye un ecosistema donde las PyMEs costarricenses encuentran una vía segura y accesible para generar ingresos y expandir sus marcas. Esto, señores míos, es un boom empresarial que debemos seguir de cerca.
Las estadísticas hablan por sí solas: mercados gastronómicos consolidados, ferias que atraen multitudes, emprendedores felices y una economía local fortalecida. Todo esto demuestra que apostarle a lo nuestro, apoyar los negocios locales y valorar la calidad de nuestros productos es una inversión segura y rentable. Además, nos permite rescatar tradiciones culinarias que corren el riesgo de perderse en medio de la globalización.
Entonces, mi gente, ¿cree usted que el auge de los mercados gastronómicos es una tendencia duradera o simplemente una moda pasajera? ¿Será posible replicar este modelo en otras zonas del país y así impulsar aún más la economía local? Déjeme saber su opinión en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensa!