¡Pura vida, fanáticos del raquetball! La neta, esto sí que está bueno. Nuestra selección nacional junior de raquetball ya llegó a República Dominicana, listos para pelearla en el Mundial Junior que arranca este fin de semana. Veinte seis atletas, entre los 10 y 21 años, representando al país, buscando meterse en los primeros lugares... ¡y nosotros vamos a estar pegaditos a la información!
Este mundial es la XXXVI edición, y la expectativa es alta. No es broma, lleva rato que Costa Rica no da un buen golpe en competencias internacionales de raquetball, y esta generación parece tener la chispa. Hay varios jugadores con experiencia previa en mundiales, esos que ya saben cómo se maneja la presión, pero también caras nuevas, jóvenes talentos que prometen romperla desde el primer partido. Uno se emociona, diay.
El campeonato va a durar toda la próxima semana, una verdadera maratón de pelotas y estrategia. Se esperan competidores duros de todas partes del mundo, muchachos y muchachas que le meten hasta el alma a este deporte. Pero nuestra gente, pura sangre tica, no se achicará. Han trabajado duro, entrenado con ganas y ahora les toca demostrar de qué están hechos. Varios meses de preparación intensiva quedan reflejados en sus rostros decididos. ¡Así se hace!
La delegación, además de los 26 atletas que van a jugar, cuenta con un cuerpo técnico de lujo. Jorge Rodríguez, Fernando Rodríguez y Felipe Camacho estarán dirigiendo las estrategias en la cancha, mientras que Javier Bonilla se encargará de mantener a los atletas en óptimas condiciones físicas y Angie Villalobos, con su magia de fisioterapeuta, estará lista para atender cualquier percance. Un verdadero dream team detrás de estos jóvenes guerreros, pa' que no haya excusas.
Entre los nombres propios que debemos tener en el radar, encontramos a Ignacio y Daniel Cartín, dos hermanos con un talento descomunal; Miranda y Leticia Chavarría, que vienen mostrando un juego muy consistente; y Adrián Elizondo, quien ya ha participado en torneos internacionales con resultados prometedores. Giuliana y Larissa Faeth, Enrique Fournier, Lucas y Samuel Fung, Marcelo y Jimena Gómez… ¡la lista es larga y llena de talento! Todos ellos representan el futuro del raquetball costarricense y nos dan motivos para ilusionarnos.
Y hablando de ilusiones, la verdad es que la última vez que Costa Rica tuvo un desempeño destacable en un mundial junior de raquetball fue hace bastante tiempo. Muchos creen que esta es la oportunidad ideal para cambiar esa historia. El apoyo del público es fundamental, y aunque estemos lejos, podemos transmitirles nuestra energía y nuestro aliento a través de las redes sociales y los medios de comunicación. ¡Vamos con todo, mae!
Pero no todo es color de rosa, diay. Competir a nivel mundial nunca es fácil. La presión es grande, las expectativas son altas y los rivales son formidables. Habrá momentos difíciles, partidos complicados y quizás alguna que otra decepción. Pero eso forma parte del juego. Lo importante es mantener la calma, confiar en el trabajo realizado y luchar hasta el final. Que no se les vaya el carrete con la primera derrota, que se levanten y sigan dando pelea. ¡Eso es espíritu tico!
Ahora bien, dejando atrás las predicciones y deseos, me pregunto, compañeros del Foro: ¿Con qué resultado soñamos para nuestra selección en este Mundial Junior de Raquetball? ¿Creen que realmente tenemos posibilidades de llegar al podio, o sería demasiado ambicioso? Compartan sus opiniones y hagan sentir el respaldo de todo Costa Rica a nuestros deportistas. ¡A darle con todo!
Este mundial es la XXXVI edición, y la expectativa es alta. No es broma, lleva rato que Costa Rica no da un buen golpe en competencias internacionales de raquetball, y esta generación parece tener la chispa. Hay varios jugadores con experiencia previa en mundiales, esos que ya saben cómo se maneja la presión, pero también caras nuevas, jóvenes talentos que prometen romperla desde el primer partido. Uno se emociona, diay.
El campeonato va a durar toda la próxima semana, una verdadera maratón de pelotas y estrategia. Se esperan competidores duros de todas partes del mundo, muchachos y muchachas que le meten hasta el alma a este deporte. Pero nuestra gente, pura sangre tica, no se achicará. Han trabajado duro, entrenado con ganas y ahora les toca demostrar de qué están hechos. Varios meses de preparación intensiva quedan reflejados en sus rostros decididos. ¡Así se hace!
La delegación, además de los 26 atletas que van a jugar, cuenta con un cuerpo técnico de lujo. Jorge Rodríguez, Fernando Rodríguez y Felipe Camacho estarán dirigiendo las estrategias en la cancha, mientras que Javier Bonilla se encargará de mantener a los atletas en óptimas condiciones físicas y Angie Villalobos, con su magia de fisioterapeuta, estará lista para atender cualquier percance. Un verdadero dream team detrás de estos jóvenes guerreros, pa' que no haya excusas.
Entre los nombres propios que debemos tener en el radar, encontramos a Ignacio y Daniel Cartín, dos hermanos con un talento descomunal; Miranda y Leticia Chavarría, que vienen mostrando un juego muy consistente; y Adrián Elizondo, quien ya ha participado en torneos internacionales con resultados prometedores. Giuliana y Larissa Faeth, Enrique Fournier, Lucas y Samuel Fung, Marcelo y Jimena Gómez… ¡la lista es larga y llena de talento! Todos ellos representan el futuro del raquetball costarricense y nos dan motivos para ilusionarnos.
Y hablando de ilusiones, la verdad es que la última vez que Costa Rica tuvo un desempeño destacable en un mundial junior de raquetball fue hace bastante tiempo. Muchos creen que esta es la oportunidad ideal para cambiar esa historia. El apoyo del público es fundamental, y aunque estemos lejos, podemos transmitirles nuestra energía y nuestro aliento a través de las redes sociales y los medios de comunicación. ¡Vamos con todo, mae!
Pero no todo es color de rosa, diay. Competir a nivel mundial nunca es fácil. La presión es grande, las expectativas son altas y los rivales son formidables. Habrá momentos difíciles, partidos complicados y quizás alguna que otra decepción. Pero eso forma parte del juego. Lo importante es mantener la calma, confiar en el trabajo realizado y luchar hasta el final. Que no se les vaya el carrete con la primera derrota, que se levanten y sigan dando pelea. ¡Eso es espíritu tico!
Ahora bien, dejando atrás las predicciones y deseos, me pregunto, compañeros del Foro: ¿Con qué resultado soñamos para nuestra selección en este Mundial Junior de Raquetball? ¿Creen que realmente tenemos posibilidades de llegar al podio, o sería demasiado ambicioso? Compartan sus opiniones y hagan sentir el respaldo de todo Costa Rica a nuestros deportistas. ¡A darle con todo!