¡Ay, Dios mío, qué vaina! Aquí en Costa Rica nunca nos quedamos quietecitos, ¿verdad? Ahora tenemos un lío tremendo con un proyecto de ley que quiere prohibir las narconovelas. Parece sacado de una novela, pero es toda una realidad que está dando mucho de qué hablar entre los diputados y, claro, nosotros, la gente.
Resulta que unos legisladores, esos mismos de Nueva República, lanzaron esta propuesta con la intención de sacar la “narcocultura” de nuestras cabezas. Dicen que queremos proteger nuestra idiosincrasia, y bueno, suena lindo en teoría. Pero la cosa se pone más complicada cuando empiezas a pensar en las implicaciones legales y en si esto es justo o no.
El proyecto, básicamente, quiere que la Comisión de Censura tenga más poder para meterle mano a las plataformas digitales – ¡hasta Netflix y YouTube estarían incluidos! –, y también a la tele, radio, internet, todo. Además, quieren agregar “apología al narcotráfico” a la lista de cosas que no se pueden divulgar. Imagínate, ni siquiera mencionar el tema en algún concierto, porque eso también estaría prohibido. ¡Un brete!
Y si alguien se anima a transmitir alguna narconovela a pesar de todo, le caería una multa astronómica. Hablamos de más de ¢92 millones, ¡eso sí que duele al bolsillo! Es un dinero que, según dicen, podría usarse mejor en otras áreas, como educación o salud. ¿No les parece?
Pero no todo el mundo está convencido de que esta medida vaya a solucionar el problema de la inseguridad. Algunos diputados, como Gloria Navas, han dicho que aunque la intención es buena, podría chocar con la Constitución. Prisilla Vindas, del Frente Amplio, va aún más lejos, argumentando que esto podría llegar a ser censura previa, y eso es algo que no podemos tomarse a la ligera, chunches.
La verdad, es que me da pena ver cómo algunos políticos se andan colgando de estos temas para quedar bien con el pueblo. Prometen soluciones fáciles cuando lo que necesitamos es atacar las causas profundas del problema, como la pobreza y la falta de oportunidades. Porque mientras no arreglemos eso, las narconovelas serán el menor de nuestros problemas; luego aparecerán otros asuntos más graves por atender.
Ahora, algunos dicen que esta ley solo va a llevar a la gente a buscar estas series en sitios web clandestinos, donde no hay ningún control. Otros señalan que limitar la libertad de expresión puede ser peligroso, ya que nadie sabe dónde termina la línea entre proteger a la sociedad y coartar derechos fundamentales. Es un debate complicado y no hay respuestas fáciles, diay.
En fin, el proyecto sigue en discusión, así que todavía hay tiempo para analizarlo con detenimiento y escuchar todas las voces. Pero me pregunto, ¿creyeron que prohibiendo unas novelas, van a desaparecer las mafias o mejorar la seguridad nacional? ¿Ustedes qué piensan? ¿Deberíamos enfocarnos en otras soluciones o esta es una batalla que vale la pena librar?
Resulta que unos legisladores, esos mismos de Nueva República, lanzaron esta propuesta con la intención de sacar la “narcocultura” de nuestras cabezas. Dicen que queremos proteger nuestra idiosincrasia, y bueno, suena lindo en teoría. Pero la cosa se pone más complicada cuando empiezas a pensar en las implicaciones legales y en si esto es justo o no.
El proyecto, básicamente, quiere que la Comisión de Censura tenga más poder para meterle mano a las plataformas digitales – ¡hasta Netflix y YouTube estarían incluidos! –, y también a la tele, radio, internet, todo. Además, quieren agregar “apología al narcotráfico” a la lista de cosas que no se pueden divulgar. Imagínate, ni siquiera mencionar el tema en algún concierto, porque eso también estaría prohibido. ¡Un brete!
Y si alguien se anima a transmitir alguna narconovela a pesar de todo, le caería una multa astronómica. Hablamos de más de ¢92 millones, ¡eso sí que duele al bolsillo! Es un dinero que, según dicen, podría usarse mejor en otras áreas, como educación o salud. ¿No les parece?
Pero no todo el mundo está convencido de que esta medida vaya a solucionar el problema de la inseguridad. Algunos diputados, como Gloria Navas, han dicho que aunque la intención es buena, podría chocar con la Constitución. Prisilla Vindas, del Frente Amplio, va aún más lejos, argumentando que esto podría llegar a ser censura previa, y eso es algo que no podemos tomarse a la ligera, chunches.
La verdad, es que me da pena ver cómo algunos políticos se andan colgando de estos temas para quedar bien con el pueblo. Prometen soluciones fáciles cuando lo que necesitamos es atacar las causas profundas del problema, como la pobreza y la falta de oportunidades. Porque mientras no arreglemos eso, las narconovelas serán el menor de nuestros problemas; luego aparecerán otros asuntos más graves por atender.
Ahora, algunos dicen que esta ley solo va a llevar a la gente a buscar estas series en sitios web clandestinos, donde no hay ningún control. Otros señalan que limitar la libertad de expresión puede ser peligroso, ya que nadie sabe dónde termina la línea entre proteger a la sociedad y coartar derechos fundamentales. Es un debate complicado y no hay respuestas fáciles, diay.
En fin, el proyecto sigue en discusión, así que todavía hay tiempo para analizarlo con detenimiento y escuchar todas las voces. Pero me pregunto, ¿creyeron que prohibiendo unas novelas, van a desaparecer las mafias o mejorar la seguridad nacional? ¿Ustedes qué piensan? ¿Deberíamos enfocarnos en otras soluciones o esta es una batalla que vale la pena librar?
