¡Ay, Dios mío! Qué pesar contar esta historia que nos llegó directo del corazón. El nene de dos añitos que salió lastimadito después de que lo atropellaron en Venecia de San Carlos la semana pasada, parece que anda agarrándole poquito a poquito, según nos cuentan desde el Hospital Nacional de Niños (HNN). Al parecer, ya se le quitó lo peor y hasta puede respirar solito, eso sí, todavía sigue en la UCI, cuidándose como oro en paño.
Carlos Jiménez, el director del HNN, nos comentó que el peque está avanzando, aunque todavía necesita que los doctores estén ahí pendientes de él. Dijo que esperan verlo en mejores condiciones para poder sacarlo de la unidad de cuidados intensivos y ponerlo en una habitación normal. ¡Uno no da más que rezarle para que salga pronto de ésta!
Desde el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), también dieron información, asegurando que la familia del nene no tiene ningún problema previo con ellos. Dicen que el departamento de Atención y Respuesta Inmediata de Huetar Norte ya se puso manos a la obra, hablando con el hospital y preparando todo lo que necesiten para ayudarle tanto médicamente como emocionalmente, una vez que esté dado de alta. Parece que van a darle seguimiento para asegurarse de que todo marche bien, qué buena onda que estén al tanto.
Pero, díganme, ¿cómo pasó esto? Pues resulta que el nene estaba caminando solito por la carretera, en plena madrugada del sábado pasado. De repente, apareció un picop, lo chocó y el chofer, con poca vergüenza, se echó a huir. ¡Una irresponsabilidad así no se queda impune! Por suerte, las cámaras de seguridad capturaron todo, así que el OIJ tendrá material de sobra para investigar.
Otro señor que iba por la ruta vio al nene tiradito en la calle y, con mucha rapidez, llamó al 9-1-1. Gracias a eso, los paramédicos llegaron rápido y pudieron llevarlo primero al hospital de San Carlos y luego al HNN. Imagínense el susto que se llevó este hombre, ¡seguro aún tiene pesadillas con la escena! Esto demuestra que siempre hay gente buena en nuestro país, dispuesta a echarle una mano.
Ahora, la Fiscalía no bromea y está revisando dos cosas muy serias: si hubo abandono de cuidado por parte de los padres, o directamente un abuso de autoridad, y también, obviamente, por los daños causados por el accidente. Si lo de los padres sale mal, podrían meterlos entre seis meses y dos años de pila, además de quitarles la patria potestad. Y al chofer, aparte de enfrentar cargos por lesiones culposas – lo que implica de tres meses a tres años de cárcel y perderse el privilegio de manejar por un tiempo –, también le caerá toda la ley encima por fugarse de la escena.
Esto nos deja pensando, ¿por qué un niño tan chiquito andaba solito por la calle a esas horas? Obviamente, alguien tuvo que descuidarlo o, peor aún, dejarlo andar sin supervisión. ¡Qué responsabilidad tienen los padres con sus hijos! Y qué triste es ver cómo algunas personas no cumplen con su rol. Esperemos que el OIJ aclare todas estas dudas y que los responsables paguen por lo que hicieron.
En fin, este caso nos toca la fibra sensible a todos los costarricenses. Uno se queda pensando en la fragilidad de la vida y en la importancia de cuidar a nuestros niños. Ahora me pregunto, ¿qué medidas creen ustedes que debería tomar el gobierno para evitar que tragedias como esta vuelvan a ocurrir, especialmente en zonas rurales donde la vigilancia puede ser más difícil?
Carlos Jiménez, el director del HNN, nos comentó que el peque está avanzando, aunque todavía necesita que los doctores estén ahí pendientes de él. Dijo que esperan verlo en mejores condiciones para poder sacarlo de la unidad de cuidados intensivos y ponerlo en una habitación normal. ¡Uno no da más que rezarle para que salga pronto de ésta!
Desde el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), también dieron información, asegurando que la familia del nene no tiene ningún problema previo con ellos. Dicen que el departamento de Atención y Respuesta Inmediata de Huetar Norte ya se puso manos a la obra, hablando con el hospital y preparando todo lo que necesiten para ayudarle tanto médicamente como emocionalmente, una vez que esté dado de alta. Parece que van a darle seguimiento para asegurarse de que todo marche bien, qué buena onda que estén al tanto.
Pero, díganme, ¿cómo pasó esto? Pues resulta que el nene estaba caminando solito por la carretera, en plena madrugada del sábado pasado. De repente, apareció un picop, lo chocó y el chofer, con poca vergüenza, se echó a huir. ¡Una irresponsabilidad así no se queda impune! Por suerte, las cámaras de seguridad capturaron todo, así que el OIJ tendrá material de sobra para investigar.
Otro señor que iba por la ruta vio al nene tiradito en la calle y, con mucha rapidez, llamó al 9-1-1. Gracias a eso, los paramédicos llegaron rápido y pudieron llevarlo primero al hospital de San Carlos y luego al HNN. Imagínense el susto que se llevó este hombre, ¡seguro aún tiene pesadillas con la escena! Esto demuestra que siempre hay gente buena en nuestro país, dispuesta a echarle una mano.
Ahora, la Fiscalía no bromea y está revisando dos cosas muy serias: si hubo abandono de cuidado por parte de los padres, o directamente un abuso de autoridad, y también, obviamente, por los daños causados por el accidente. Si lo de los padres sale mal, podrían meterlos entre seis meses y dos años de pila, además de quitarles la patria potestad. Y al chofer, aparte de enfrentar cargos por lesiones culposas – lo que implica de tres meses a tres años de cárcel y perderse el privilegio de manejar por un tiempo –, también le caerá toda la ley encima por fugarse de la escena.
Esto nos deja pensando, ¿por qué un niño tan chiquito andaba solito por la calle a esas horas? Obviamente, alguien tuvo que descuidarlo o, peor aún, dejarlo andar sin supervisión. ¡Qué responsabilidad tienen los padres con sus hijos! Y qué triste es ver cómo algunas personas no cumplen con su rol. Esperemos que el OIJ aclare todas estas dudas y que los responsables paguen por lo que hicieron.
En fin, este caso nos toca la fibra sensible a todos los costarricenses. Uno se queda pensando en la fragilidad de la vida y en la importancia de cuidar a nuestros niños. Ahora me pregunto, ¿qué medidas creen ustedes que debería tomar el gobierno para evitar que tragedias como esta vuelvan a ocurrir, especialmente en zonas rurales donde la vigilancia puede ser más difícil?
