¡Diay, pero esto sí es movida! Resulta que los gringos andan implementando un nuevo sistema de seguridad en sus aeropuertos que ya está generando más que reacciones aquí en Costa Rica. Parece que ahora nos van a estar tomando fotos y sacando datos biométricos cada vez que entremos o salgamos del país, ya sea por avión, carro o barco. ¡Imagínate la fila!
Según el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS), este sistema busca combatir cosas así como el terrorismo, gente usando pasaportes falsos, quedarse más tiempo del que deberían los turistas y hasta corregir errores en los formularios de viaje. Dicen que quieren asegurarse de que la próxima vez que un turista pise suelo americano, sepan exactamente quién es y dónde va. Lo tienen bien pensado, para variar.
Lo que más preocupa a muchos es cómo se van a usar estos datos. Ya saben, la privacidad es un tema delicado y nadie quiere que le hagan seguimiento como si fuera película de espías. El DHS asegura que todo esto es para mejorar la seguridad nacional, pero bueno, a veces esas justificaciones dejan mucho que desear. Tenemos que estar ojo avizor con estas cosas, porque al final, nos toca a nosotros cargar con las consecuencias.
Y no crean que esto es algo nuevo, porque desde hace rato han estado recopilando huellas dactilares y escaneando rostros para ciertas visas, como la de intercambio estudiantil. Pero ahora, parece que van a hacerlo con todos, sin excepción. Se supone que el nuevo sistema será “integrado”, osea, conectará todas las bases de datos para poder identificar a cualquier persona que intente entrar o salir del país de forma irregular. Qué brete de tecnología, aunque me da un poco de escalofrío, siendo honesto.
Para los ticos que viajan seguido a Estados Unidos, esto significa prepararse mentalmente para la toma de fotos y el escaneo facial. Algunos ya andan comentando en redes sociales que les están tomando fotos justo al llegar al control migratorio, otras veces hacen preguntas más específicas sobre el motivo del viaje, pero la sensación general es que hay mucha más vigilancia que antes. ¡Y no es para sorprenderse, eh!
Además, este cambio podría afectar directamente al turismo. Imaginen que alguien decide no ir a comprar a Miami por temor a que le tomen foto y le guarden sus datos biométricos... Eso puede hacer mella en la economía, sin duda. Aunque, claro, los gringos probablemente tendrán sus razones y dirán que es por nuestra seguridad, pero siempre hay que analizarlo con lupa.
Lo interesante es ver cómo reaccionarán otros países ante esta medida. Seguramente habrá presiones internacionales para adoptar sistemas similares, lo cual podría cambiar radicalmente la forma en que viajamos por el mundo. Podríamos vernos obligados a llevar nuestros datos biométricos en una tarjeta o incluso tenerlos almacenados en algún dispositivo electrónico. Un futuro distópico, quizás, pero tampoco podemos descartarlo totalmente.
En fin, parece que nos toca adaptarnos a esta nueva realidad. Pero dime, ¿tú te sentirías cómodo sabiendo que el gobierno estadounidense tiene guardada tu foto y tus huellas dactilares? ¿Crees que este sistema realmente mejorará la seguridad o simplemente es una invasión a la privacidad?
Según el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS), este sistema busca combatir cosas así como el terrorismo, gente usando pasaportes falsos, quedarse más tiempo del que deberían los turistas y hasta corregir errores en los formularios de viaje. Dicen que quieren asegurarse de que la próxima vez que un turista pise suelo americano, sepan exactamente quién es y dónde va. Lo tienen bien pensado, para variar.
Lo que más preocupa a muchos es cómo se van a usar estos datos. Ya saben, la privacidad es un tema delicado y nadie quiere que le hagan seguimiento como si fuera película de espías. El DHS asegura que todo esto es para mejorar la seguridad nacional, pero bueno, a veces esas justificaciones dejan mucho que desear. Tenemos que estar ojo avizor con estas cosas, porque al final, nos toca a nosotros cargar con las consecuencias.
Y no crean que esto es algo nuevo, porque desde hace rato han estado recopilando huellas dactilares y escaneando rostros para ciertas visas, como la de intercambio estudiantil. Pero ahora, parece que van a hacerlo con todos, sin excepción. Se supone que el nuevo sistema será “integrado”, osea, conectará todas las bases de datos para poder identificar a cualquier persona que intente entrar o salir del país de forma irregular. Qué brete de tecnología, aunque me da un poco de escalofrío, siendo honesto.
Para los ticos que viajan seguido a Estados Unidos, esto significa prepararse mentalmente para la toma de fotos y el escaneo facial. Algunos ya andan comentando en redes sociales que les están tomando fotos justo al llegar al control migratorio, otras veces hacen preguntas más específicas sobre el motivo del viaje, pero la sensación general es que hay mucha más vigilancia que antes. ¡Y no es para sorprenderse, eh!
Además, este cambio podría afectar directamente al turismo. Imaginen que alguien decide no ir a comprar a Miami por temor a que le tomen foto y le guarden sus datos biométricos... Eso puede hacer mella en la economía, sin duda. Aunque, claro, los gringos probablemente tendrán sus razones y dirán que es por nuestra seguridad, pero siempre hay que analizarlo con lupa.
Lo interesante es ver cómo reaccionarán otros países ante esta medida. Seguramente habrá presiones internacionales para adoptar sistemas similares, lo cual podría cambiar radicalmente la forma en que viajamos por el mundo. Podríamos vernos obligados a llevar nuestros datos biométricos en una tarjeta o incluso tenerlos almacenados en algún dispositivo electrónico. Un futuro distópico, quizás, pero tampoco podemos descartarlo totalmente.
En fin, parece que nos toca adaptarnos a esta nueva realidad. Pero dime, ¿tú te sentirías cómodo sabiendo que el gobierno estadounidense tiene guardada tu foto y tus huellas dactilares? ¿Crees que este sistema realmente mejorará la seguridad o simplemente es una invasión a la privacidad?