¡Ay, Dios mío! Resulta que ahora, encima de los diez días de pura torta con el cierre de la ruta 32 por la roca gigante, el alcalde de Turrialba, don Carlos Hidalgo, le quiere ponerle peaje a cualquiera que quiera cruzar por sus tierras pa’ llegar al Caribe. Imagínate, mientras seguimos atascados esperando que limpien el camino, ahora también hay que sacarles plata. ¡Qué salga esto bien!
La jugada, según el alcalde, es montar unas casetas móviles justo cuando la ruta 32 esté cerrada. Dice que así podrán cobrarle a los vehículos que, desesperados por llegar a Limón, decidan tomar la ruta 10 por Turrialba. Él calcula que unas 7.500 máquinas podrían hacer ese rodeo diario, y con eso, juntarían unos dos millones ochocientos mil colones. Dinero que, asegura, irá directo a arreglar las carreteras del cantón: señalización, bachecitos, ampliaciones de curvas... Todo eso, claro, si el MOPT decide cerrar la 32.
Pero ojo, que no todo el mundo está contento con esta idea. El intendente de Tucurrique, Don Héctor Agüero, ha salido a recomendar a la gente que use la ruta 225, la alternativa por su cantón. Según él, es perfecta para carrocerías livianas y conductores que saben manejar bien las curvas. Además, aprovecha para promocionar los pejibayes más ricos del país y la belleza del río Pejibaye – agua limpia, ¿quién da más? – todo esto “sin tener que aguantar las presas infernales de Turrialba”.
Verás, la ruta 32 lleva diez días clausurada por culpa de esa roca que parecía Godzilla durmiendo en medio del camino. Le tuvieron que pegar dinamita pa' sacarla, ¡boom!, y ahora están limpiando el lodo y el polvo. Mauricio Sojo, el jefe del Conavi, dice que ya casi terminan y que esperan reabrir la ruta este viernes. Pero, mientras tanto, la gente anda buscando alternativas, y ahí es donde entra la propuesta del peaje.
Don Carlos insiste en que esto no es pa’ llenarle los bolsillos a nadie. Dice que el dinero va a ir directamente a mejorar las condiciones de las vías. “No es pa’ comérmela yo, ni pa’ exprimir al pueblo,” recalcó el alcalde, dejando claro que la intención es genuina. Aunque, siendo honestos, siempre surge la sospecha, ¿verdad, compa? Uno nunca sabe dónde termina quedando el dinerito.
Y hablando de rutas alternativas, además de la 225, también se puede ir por Bajos de Chilamate–Vuelta de Kooper o por Vara Blanca, pero esa última solo deja pasar carros pequeños. Así que, básicamente, tenemos varias opciones, todas con sus pros y contras. Lo único seguro es que el tráfico sigue siendo un problema, y que la paciencia de los viajeros está llegando al límite.
Ahora, la cosa es analizarla bien. Algunos dicen que el peaje es una medida necesaria para financiar mejoras viales y darle un respiro a las arcas públicas, especialmente en situaciones de emergencia como ésta. Otros argumentan que es solo otro impuesto injusto que recae sobre los ciudadanos que ya están sufriendo por el cierre de la ruta. Ya estamos viendo las redes explotando con comentarios, algunos a favor, otros en contra, y todos muy hartos de la situación.
En fin, parece que el asunto del peaje en Turrialba está lejos de resolverse. ¿Será esta una solución viable a largo plazo o simplemente una chapuza temporal que generará más conflictos? ¿Crees que es justo implementar un peaje solo cuando la ruta 32 está cerrada, o debería haber otras alternativas para financiar el mantenimiento de las carreteras?
La jugada, según el alcalde, es montar unas casetas móviles justo cuando la ruta 32 esté cerrada. Dice que así podrán cobrarle a los vehículos que, desesperados por llegar a Limón, decidan tomar la ruta 10 por Turrialba. Él calcula que unas 7.500 máquinas podrían hacer ese rodeo diario, y con eso, juntarían unos dos millones ochocientos mil colones. Dinero que, asegura, irá directo a arreglar las carreteras del cantón: señalización, bachecitos, ampliaciones de curvas... Todo eso, claro, si el MOPT decide cerrar la 32.
Pero ojo, que no todo el mundo está contento con esta idea. El intendente de Tucurrique, Don Héctor Agüero, ha salido a recomendar a la gente que use la ruta 225, la alternativa por su cantón. Según él, es perfecta para carrocerías livianas y conductores que saben manejar bien las curvas. Además, aprovecha para promocionar los pejibayes más ricos del país y la belleza del río Pejibaye – agua limpia, ¿quién da más? – todo esto “sin tener que aguantar las presas infernales de Turrialba”.
Verás, la ruta 32 lleva diez días clausurada por culpa de esa roca que parecía Godzilla durmiendo en medio del camino. Le tuvieron que pegar dinamita pa' sacarla, ¡boom!, y ahora están limpiando el lodo y el polvo. Mauricio Sojo, el jefe del Conavi, dice que ya casi terminan y que esperan reabrir la ruta este viernes. Pero, mientras tanto, la gente anda buscando alternativas, y ahí es donde entra la propuesta del peaje.
Don Carlos insiste en que esto no es pa’ llenarle los bolsillos a nadie. Dice que el dinero va a ir directamente a mejorar las condiciones de las vías. “No es pa’ comérmela yo, ni pa’ exprimir al pueblo,” recalcó el alcalde, dejando claro que la intención es genuina. Aunque, siendo honestos, siempre surge la sospecha, ¿verdad, compa? Uno nunca sabe dónde termina quedando el dinerito.
Y hablando de rutas alternativas, además de la 225, también se puede ir por Bajos de Chilamate–Vuelta de Kooper o por Vara Blanca, pero esa última solo deja pasar carros pequeños. Así que, básicamente, tenemos varias opciones, todas con sus pros y contras. Lo único seguro es que el tráfico sigue siendo un problema, y que la paciencia de los viajeros está llegando al límite.
Ahora, la cosa es analizarla bien. Algunos dicen que el peaje es una medida necesaria para financiar mejoras viales y darle un respiro a las arcas públicas, especialmente en situaciones de emergencia como ésta. Otros argumentan que es solo otro impuesto injusto que recae sobre los ciudadanos que ya están sufriendo por el cierre de la ruta. Ya estamos viendo las redes explotando con comentarios, algunos a favor, otros en contra, y todos muy hartos de la situación.
En fin, parece que el asunto del peaje en Turrialba está lejos de resolverse. ¿Será esta una solución viable a largo plazo o simplemente una chapuza temporal que generará más conflictos? ¿Crees que es justo implementar un peaje solo cuando la ruta 32 está cerrada, o debería haber otras alternativas para financiar el mantenimiento de las carreteras?