¡Ay, mae! Qué pena la noticia que nos llegó hoy. El pilote Eric Alfonso Dormond Estrada, un nombre que muchos conocen en los cielos de Costa Rica, falleció este martes 6 de diciembre tras una dura batalla contra el cáncer gástrico. Un golpe duro para su familia, amigos y toda la comunidad aeronáutica, diay.
Dormond, oriundo de Turrialba, Cartago, siempre tuvo la mirada fija en las nubes. Desde muy joven, inspirado por su tío Jean Paul, cultivó una pasión inmensa por volar. Se cuenta que prácticamente nació con alas, y así lo demostró cuando, a los 19 años, ya era copiloto en SANSA. Eso sí que es empezar con el pie derecho, ¡qué carga!
Según registros, Eric no se conformó con destacar en nuestro país. Después de dejar huella en SANSA, dio el salto a TACA y posteriormente se aventuró a trabajar en Asia, pilotando aeronaves Airbus A320. Imagínate, volando por ahí, cruzando continentes... un verdadero crack de la aviación. Sus colegas lo describen como un profesional respetado y bien querido, un mae entregado a su brete.
Las redes sociales se inundaron de mensajes de condolencias y recuerdos afectuosos hacia Eric. Amigos y familiares compartieron fotos y anécdotas que reflejan su espíritu alegre y su amor por la vida. El Registro de Accidentes e Incidentes Aéreos de la República de Costa Rica también expresó su pesar por la pérdida de este talentoso piloto.
Como muchos saben, en enero de este año, Eric recibió un diagnóstico devastador: cáncer gástrico. Ante esta realidad, decidió regresar a Turrialba para recibir tratamiento y estar rodeado del cariño de sus seres queridos: Adriano y Jacqueline, sus padres; Shawna, su esposa; Celeste y Luca, sus hijos; Adriana, su hermana; y Jean Paul, su tío, entre otros. Un proceso difícil, sin duda alguna, pero afrontado con valentía y fortaleza.
La noticia de su fallecimiento ha generado una gran tristeza en toda la comunidad costarricense. Eric Dormond Estrada representaba el orgullo de nuestros pilotos, la dedicación al trabajo y el amor por nuestra tierra. Su legado perdurará en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y compartir experiencias con él. De verdad, qué pesar perder a un talento como este.
Este es un momento de unión y solidaridad para la familia y amigos de Eric. Nos sumamos a sus lamentaciones y les enviamos un abrazo enorme. Recordemos que la vida es un regalo precioso y debemos valorarla cada día. A veces, te puedes llevar sorpresas… y esta, definitivamente, fue una sorpresa desagradable para todos nosotros.
Ahora, pensando en esto, ¿creen que el gobierno debería invertir más en programas de detección temprana de enfermedades como el cáncer, facilitando el acceso a chequeos médicos regulares para todos los ciudadanos? ¿O tal vez deberíamos enfocarnos más en apoyar psicológicamente a las familias afectadas por estas tragedias?
Dormond, oriundo de Turrialba, Cartago, siempre tuvo la mirada fija en las nubes. Desde muy joven, inspirado por su tío Jean Paul, cultivó una pasión inmensa por volar. Se cuenta que prácticamente nació con alas, y así lo demostró cuando, a los 19 años, ya era copiloto en SANSA. Eso sí que es empezar con el pie derecho, ¡qué carga!
Según registros, Eric no se conformó con destacar en nuestro país. Después de dejar huella en SANSA, dio el salto a TACA y posteriormente se aventuró a trabajar en Asia, pilotando aeronaves Airbus A320. Imagínate, volando por ahí, cruzando continentes... un verdadero crack de la aviación. Sus colegas lo describen como un profesional respetado y bien querido, un mae entregado a su brete.
Las redes sociales se inundaron de mensajes de condolencias y recuerdos afectuosos hacia Eric. Amigos y familiares compartieron fotos y anécdotas que reflejan su espíritu alegre y su amor por la vida. El Registro de Accidentes e Incidentes Aéreos de la República de Costa Rica también expresó su pesar por la pérdida de este talentoso piloto.
Como muchos saben, en enero de este año, Eric recibió un diagnóstico devastador: cáncer gástrico. Ante esta realidad, decidió regresar a Turrialba para recibir tratamiento y estar rodeado del cariño de sus seres queridos: Adriano y Jacqueline, sus padres; Shawna, su esposa; Celeste y Luca, sus hijos; Adriana, su hermana; y Jean Paul, su tío, entre otros. Un proceso difícil, sin duda alguna, pero afrontado con valentía y fortaleza.
La noticia de su fallecimiento ha generado una gran tristeza en toda la comunidad costarricense. Eric Dormond Estrada representaba el orgullo de nuestros pilotos, la dedicación al trabajo y el amor por nuestra tierra. Su legado perdurará en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y compartir experiencias con él. De verdad, qué pesar perder a un talento como este.
Este es un momento de unión y solidaridad para la familia y amigos de Eric. Nos sumamos a sus lamentaciones y les enviamos un abrazo enorme. Recordemos que la vida es un regalo precioso y debemos valorarla cada día. A veces, te puedes llevar sorpresas… y esta, definitivamente, fue una sorpresa desagradable para todos nosotros.
Ahora, pensando en esto, ¿creen que el gobierno debería invertir más en programas de detección temprana de enfermedades como el cáncer, facilitando el acceso a chequeos médicos regulares para todos los ciudadanos? ¿O tal vez deberíamos enfocarnos más en apoyar psicológicamente a las familias afectadas por estas tragedias?
