¡Aguántense! Resulta que los polis municipales de San José andan ahora mismo con un brete nuevo de preparativos. Después de varios meses de nervios y preocupaciones crecientes por la creciente ola de inseguridad en la capital, el ayuntamiento decidió ponerle camisa de fuerza al asunto y mandó a capacitar a un buen lote de oficiales.
Se trata de unos 65 elementos de la policía municipal, entre ellos los del ciclo, los que andan caminando por la calle hablando con la gente y esos que patrullan en carro. Estos mae recibieron un entrenamiento bastante pesado en el manejo de varias armas, desde escopetas calibre 12 hasta esas AR-15 que dan un poco de qué hablar, pasando también por las pistolas 9 milímetros. Todo esto, dicen, con “estrictos protocolos” y supervisión profesional, como pa' que no se jalen ninguna torta.
La inversión, vamos a ver, rondó los dos millones y medio colones. Dinero que salió de las arcas municipales y que, según justifican, cubrió los costos de los instructores (que claro, tienen que estar certificados), la renta de los polígonos de tiro, el material didáctico y, obvio, toda la muni, pa’ practicar bien. Claro que algunos ya empiezan a preguntar si este dinero no podría haberse usado en otras cosas, como mejorar la iluminación pública o contratar más personal administrativo. Pero bueno, eso ya es otra bronca.
Marco Rodríguez Darcia, el asesor legal y entrenador de estos polis, fue quien le echó ganas a la defensa de esta medida. Dijo que es crucial preparar a la policía municipal para enfrentar el panorama actual de inseguridad que se vive en el país. “Contar con oficiales mejor preparados y con una mayor capacidad de reacción nos permite cumplir de manera más eficiente con nuestra misión principal: proteger a la ciudadanía”, declaró, pa’ quedar bien con todos. Ya saben, el discurso oficial.
Lo que preocupa es cómo esta escalada en armamento afectará la relación entre la policía y la comunidad. Muchos vecinos han expresado su inquietud, preguntándose si ver a policías portando rifles de asalto no va a generar más miedo que seguridad. Digamos que no todos están convencidos de que este sea el camino correcto para combatir la delincuencia, aunque la municipalidad insiste en que busca modernizar y profesionalizar sus fuerzas de seguridad. Pa' algunos, parece que estamos dando pasos atrás hacia un modelo policíaco más agresivo.
Ahora, hay que analizar bien qué significa esto para el futuro. ¿Será que esta capacitación realmente ayudará a disminuir los índices de criminalidad en San José? ¿O simplemente estaremos creando una imagen de peligro que no se corresponde con la realidad? Porque, díganme la verdad, ¿quién se siente más seguro viendo un policía con una AR-15 en la esquina, o prefieren ver un policía acercándose a la gente con una sonrisa?
Desde la Municipalidad aseguran que van a seguir invirtiendo en la preparación de los policías, buscando mantenerlos actualizados y equipados para afrontar cualquier emergencia. Afirman que quieren tener un cuerpo de seguridad “moderno, capacitado y preparado”. Seamos claros, la delincuencia ha ido cambiando sus métodos y herramientas, así que, en cierta forma, la policía necesita adaptarse. Lo importante es encontrar el equilibrio, pa' que la seguridad no se convierta en opresión.
Y acá viene la pregunta clave para echarle hierbabuena al arroz: ¿Ustedes creen que entregar más armamento a la policía municipal es la solución para reducir la inseguridad en San José, o que existen alternativas más efectivas que podrían implementarse? Compartan sus opiniones en el foro, ¡queremos saber qué piensa la gente!
Se trata de unos 65 elementos de la policía municipal, entre ellos los del ciclo, los que andan caminando por la calle hablando con la gente y esos que patrullan en carro. Estos mae recibieron un entrenamiento bastante pesado en el manejo de varias armas, desde escopetas calibre 12 hasta esas AR-15 que dan un poco de qué hablar, pasando también por las pistolas 9 milímetros. Todo esto, dicen, con “estrictos protocolos” y supervisión profesional, como pa' que no se jalen ninguna torta.
La inversión, vamos a ver, rondó los dos millones y medio colones. Dinero que salió de las arcas municipales y que, según justifican, cubrió los costos de los instructores (que claro, tienen que estar certificados), la renta de los polígonos de tiro, el material didáctico y, obvio, toda la muni, pa’ practicar bien. Claro que algunos ya empiezan a preguntar si este dinero no podría haberse usado en otras cosas, como mejorar la iluminación pública o contratar más personal administrativo. Pero bueno, eso ya es otra bronca.
Marco Rodríguez Darcia, el asesor legal y entrenador de estos polis, fue quien le echó ganas a la defensa de esta medida. Dijo que es crucial preparar a la policía municipal para enfrentar el panorama actual de inseguridad que se vive en el país. “Contar con oficiales mejor preparados y con una mayor capacidad de reacción nos permite cumplir de manera más eficiente con nuestra misión principal: proteger a la ciudadanía”, declaró, pa’ quedar bien con todos. Ya saben, el discurso oficial.
Lo que preocupa es cómo esta escalada en armamento afectará la relación entre la policía y la comunidad. Muchos vecinos han expresado su inquietud, preguntándose si ver a policías portando rifles de asalto no va a generar más miedo que seguridad. Digamos que no todos están convencidos de que este sea el camino correcto para combatir la delincuencia, aunque la municipalidad insiste en que busca modernizar y profesionalizar sus fuerzas de seguridad. Pa' algunos, parece que estamos dando pasos atrás hacia un modelo policíaco más agresivo.
Ahora, hay que analizar bien qué significa esto para el futuro. ¿Será que esta capacitación realmente ayudará a disminuir los índices de criminalidad en San José? ¿O simplemente estaremos creando una imagen de peligro que no se corresponde con la realidad? Porque, díganme la verdad, ¿quién se siente más seguro viendo un policía con una AR-15 en la esquina, o prefieren ver un policía acercándose a la gente con una sonrisa?
Desde la Municipalidad aseguran que van a seguir invirtiendo en la preparación de los policías, buscando mantenerlos actualizados y equipados para afrontar cualquier emergencia. Afirman que quieren tener un cuerpo de seguridad “moderno, capacitado y preparado”. Seamos claros, la delincuencia ha ido cambiando sus métodos y herramientas, así que, en cierta forma, la policía necesita adaptarse. Lo importante es encontrar el equilibrio, pa' que la seguridad no se convierta en opresión.
Y acá viene la pregunta clave para echarle hierbabuena al arroz: ¿Ustedes creen que entregar más armamento a la policía municipal es la solución para reducir la inseguridad en San José, o que existen alternativas más efectivas que podrían implementarse? Compartan sus opiniones en el foro, ¡queremos saber qué piensa la gente!