¡Ay, Dios mío, qué vaina! Resulta que toda la polémica por si la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) podía seguir mostrando sus sesiones en vivo por internet se solucionó más rápido que un rayo en el Valle Central. Después de que la presidencia de la Caja se asustó y apagó la tele por la veda electoral –como si la Caja fuera el único lugar donde se habla –, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) tuvo que aclarar las cosas. Al final, parece que la CCSS sí puede mandar directo al pueblo lo que están tramando en sus reuniones, ¡y eso que algunos querían mantenerlo todo en secreto!
Todo empezó porque, de forma “precautoria”, dicen, la junta directiva de la CCSS decidió parar las transmisiones en vivo. Fue justo cuando estaban discutiendo el viaje a Malasia de la presidenta ejecutiva, Mónica Taylor, autorizada por Don Rodri Chaves. Un viaje que, por cierto, costó unos $13.000 en boletos y viáticos. ¡Una clavada, diay! Y encima, resulta que la decisión de dejar de transmitir no se consultó con el TSE antes de tomarla. Parece que hubo algunas meteduras de pata, ¿verdad?
Taylor, ante los diputados, admitió que habían hecho lo suyo sin saber bien si era correcto. Confesaron que se dejaron llevar por el miedo a meter la pata con la veda electoral, aunque, al parecer, las instituciones autónomas tienen algunas libertades extras. El TSE, con su sabiduría ancestral, respondió rápidamente: “La Junta Directiva de la CCSS puede continuar transmitiendo, en vivo, por plataformas digitales sus sesiones. Además, no está prohibido que coloque el video de esas sesiones en el repositorio del canal institucional de YouTube”. ¡Así de claro, maes!
Andrea Álvarez Marín, la diputada liberacionista que anda investigando todas estas cositas en la CCSS, no tardó ni un segundo en compartir la respuesta del TSE en X (antes Twitter). Lo publicó con todo y captura de pantalla, como diciendo: 'Ya ven, pura mamarrachada lo que pasó'. Su tweet fue como pólvora: enseguida todos comentando, opinando y preguntándose qué habrá sido de tanto lío. ¡Esto se puso candela, chunches!
La presidenta de la CCSS salió a decir que todo fue por precaución, tratando de justificar el silencio temporal. Pero, bueno, ya sabemos cómo funciona esto, ¿no? Siempre hay una excusa. Muchos sospechan que querían evitar que se vieran ciertos debates incómodos durante este período de veda electoral, especialmente aquellos relacionados con el viaje a Malasia y otros temas delicados que están manejando en la Caja. Algunos incluso comentaban que se intentaba evitar la exposición pública de decisiones que podrían resultar impopulares.
Lo interesante de esta movida es que pone de manifiesto la importancia de la transparencia en las instituciones públicas. El pueblo tiene derecho a saber qué hacen sus representantes, qué deciden con nuestro dinero y cómo están administrando los recursos. Que se apaguen las cámaras es una afrenta a la democracia y abre la puerta a la corrupción y a las malas prácticas. Además, resalta la necesidad de que las instituciones sepan bien cuáles son sus límites y responsabilidades, especialmente durante períodos electorales.
Ahora, la CCSS volverá a mostrar sus sesiones en vivo, pero queda la pregunta abierta: ¿Será que esto significa que van a ser más transparentes y abiertos a la crítica pública? ¿O simplemente han tenido que ceder a la presión popular después de que el TSE les puso los pies en su lugar? Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos, pero por ahora, podemos respirar tranquilos sabiendo que tenemos acceso a información importante sobre cómo se gestiona nuestra salud y seguridad social. Este brete nos recuerda que la vigilancia ciudadana es fundamental para exigir cuentas a nuestros gobernantes y garantizar que trabajen en beneficio de todos nosotros.
Después de todo este revuelo, me pregunto: ¿Creen ustedes que la CCSS realmente va a cambiar su actitud y priorizar la transparencia, o esto ha sido solo una pausa momentánea antes de volver a intentar ocultarnos información? Dejen sus opiniones abajo, ¡quiero saber qué piensan mis compas del Foro!
Todo empezó porque, de forma “precautoria”, dicen, la junta directiva de la CCSS decidió parar las transmisiones en vivo. Fue justo cuando estaban discutiendo el viaje a Malasia de la presidenta ejecutiva, Mónica Taylor, autorizada por Don Rodri Chaves. Un viaje que, por cierto, costó unos $13.000 en boletos y viáticos. ¡Una clavada, diay! Y encima, resulta que la decisión de dejar de transmitir no se consultó con el TSE antes de tomarla. Parece que hubo algunas meteduras de pata, ¿verdad?
Taylor, ante los diputados, admitió que habían hecho lo suyo sin saber bien si era correcto. Confesaron que se dejaron llevar por el miedo a meter la pata con la veda electoral, aunque, al parecer, las instituciones autónomas tienen algunas libertades extras. El TSE, con su sabiduría ancestral, respondió rápidamente: “La Junta Directiva de la CCSS puede continuar transmitiendo, en vivo, por plataformas digitales sus sesiones. Además, no está prohibido que coloque el video de esas sesiones en el repositorio del canal institucional de YouTube”. ¡Así de claro, maes!
Andrea Álvarez Marín, la diputada liberacionista que anda investigando todas estas cositas en la CCSS, no tardó ni un segundo en compartir la respuesta del TSE en X (antes Twitter). Lo publicó con todo y captura de pantalla, como diciendo: 'Ya ven, pura mamarrachada lo que pasó'. Su tweet fue como pólvora: enseguida todos comentando, opinando y preguntándose qué habrá sido de tanto lío. ¡Esto se puso candela, chunches!
La presidenta de la CCSS salió a decir que todo fue por precaución, tratando de justificar el silencio temporal. Pero, bueno, ya sabemos cómo funciona esto, ¿no? Siempre hay una excusa. Muchos sospechan que querían evitar que se vieran ciertos debates incómodos durante este período de veda electoral, especialmente aquellos relacionados con el viaje a Malasia y otros temas delicados que están manejando en la Caja. Algunos incluso comentaban que se intentaba evitar la exposición pública de decisiones que podrían resultar impopulares.
Lo interesante de esta movida es que pone de manifiesto la importancia de la transparencia en las instituciones públicas. El pueblo tiene derecho a saber qué hacen sus representantes, qué deciden con nuestro dinero y cómo están administrando los recursos. Que se apaguen las cámaras es una afrenta a la democracia y abre la puerta a la corrupción y a las malas prácticas. Además, resalta la necesidad de que las instituciones sepan bien cuáles son sus límites y responsabilidades, especialmente durante períodos electorales.
Ahora, la CCSS volverá a mostrar sus sesiones en vivo, pero queda la pregunta abierta: ¿Será que esto significa que van a ser más transparentes y abiertos a la crítica pública? ¿O simplemente han tenido que ceder a la presión popular después de que el TSE les puso los pies en su lugar? Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos, pero por ahora, podemos respirar tranquilos sabiendo que tenemos acceso a información importante sobre cómo se gestiona nuestra salud y seguridad social. Este brete nos recuerda que la vigilancia ciudadana es fundamental para exigir cuentas a nuestros gobernantes y garantizar que trabajen en beneficio de todos nosotros.
Después de todo este revuelo, me pregunto: ¿Creen ustedes que la CCSS realmente va a cambiar su actitud y priorizar la transparencia, o esto ha sido solo una pausa momentánea antes de volver a intentar ocultarnos información? Dejen sus opiniones abajo, ¡quiero saber qué piensan mis compas del Foro!
