¡Ay, Dios mío! Ya huele a tamales, a buñuelos y... a un posible incendio en casa. El cuerpo de bomberos nos está tirando balones fuera con las luces navideñas, amigos. Parece que este año vamos a tener que estar más atentos que gato amojonado si no queremos que nuestra celebración termine en tragedia.
Resulta que cada diciembre, cuando sacamos los adornos y encendemos las lucecitas brillantes, los bomberos tienen que ir corriendo a apagar fuego en más casas de lo normal. Un 10% a 15% más de emergencias, dicen. ¡Eso es un montón, mae! Cortocircuitos y sistemas eléctricos viejos y desgastados son los culpables principales, así que hay que ponerle el turbo a la prevención.
Natalia Gutiérrez, de Ferreterías Novex, le dio en el clavo: "La gente se confía, qué pena. Uno piensa que porque puso las luces y todo está brillando, entonces todo está bien. Pero la seguridad es pa’ to’ tiempo, no solo mientras duran las fiestas”. Por eso, esos listos de Novex armaron una guía con consejos esenciales para que no nos hagamos tortazos eléctricos. ¡Y vaya que deberíamos leerla!
Lo primero, y lo más importante, es verificar la calidad de las luces que estamos usando. No vayan a comprar unas baratas que se calienten como un horno y terminen causando un problemón. Busquen sellos de seguridad, amigos, léanse las etiquetas. ¡No sean olvidados! Porque luego van a estar lamentándose cuando tengan que llamar al 9-1-1.
También revisen a fondo todos los cables, enchufes y bombillos. Hasta esas luces que guardaron desde hace mil años y les siguen sirviendo. Si ven algún cable pelado, roto, o con señales de daño, ¡tírenlo a la basura sin pensarlo dos veces! No intenten arreglarlos con cinta aislante, que eso es pura ilusión. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
Y ojo con dónde ponen las luces, ¡eso es crucial! Las que son pa’ dentro, que queden adentro. No las vayan a meter en la calle o en el jardín a recibir la lluvia, que ahí sí que se mandan al traste. Además, recuerden no conectar demasiados adornos a un mismo tomacorriente, que eso puede causar una sobrecarga terrible. Usa regletas con protección contra picos de tensión, son una inversión inteligentísima.
Por último, pero no menos importante, ¡mantengan la vista puesta! Asegúrense de apagar todas las luces antes de irse a dormir o de salir de casa. Ni siquiera por cinco minutos, que un descuido puede bastar. Y tampoco obstruyan las salidas con árboles o adornos grandes, que si pasa algo, necesitan poder escapar rápido como alma que lleva diablo.
En fin, amigos, que estas fiestas navideñas sean llenas de alegría, amor y… ¡seguridad! Ahora me digan, ¿qué medidas extra toman ustedes para proteger sus hogares de posibles incendios eléctricos durante la temporada navideña? ¡Compartan sus tips en el foro, que siempre hay algo nuevo que aprender!
Resulta que cada diciembre, cuando sacamos los adornos y encendemos las lucecitas brillantes, los bomberos tienen que ir corriendo a apagar fuego en más casas de lo normal. Un 10% a 15% más de emergencias, dicen. ¡Eso es un montón, mae! Cortocircuitos y sistemas eléctricos viejos y desgastados son los culpables principales, así que hay que ponerle el turbo a la prevención.
Natalia Gutiérrez, de Ferreterías Novex, le dio en el clavo: "La gente se confía, qué pena. Uno piensa que porque puso las luces y todo está brillando, entonces todo está bien. Pero la seguridad es pa’ to’ tiempo, no solo mientras duran las fiestas”. Por eso, esos listos de Novex armaron una guía con consejos esenciales para que no nos hagamos tortazos eléctricos. ¡Y vaya que deberíamos leerla!
Lo primero, y lo más importante, es verificar la calidad de las luces que estamos usando. No vayan a comprar unas baratas que se calienten como un horno y terminen causando un problemón. Busquen sellos de seguridad, amigos, léanse las etiquetas. ¡No sean olvidados! Porque luego van a estar lamentándose cuando tengan que llamar al 9-1-1.
También revisen a fondo todos los cables, enchufes y bombillos. Hasta esas luces que guardaron desde hace mil años y les siguen sirviendo. Si ven algún cable pelado, roto, o con señales de daño, ¡tírenlo a la basura sin pensarlo dos veces! No intenten arreglarlos con cinta aislante, que eso es pura ilusión. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
Y ojo con dónde ponen las luces, ¡eso es crucial! Las que son pa’ dentro, que queden adentro. No las vayan a meter en la calle o en el jardín a recibir la lluvia, que ahí sí que se mandan al traste. Además, recuerden no conectar demasiados adornos a un mismo tomacorriente, que eso puede causar una sobrecarga terrible. Usa regletas con protección contra picos de tensión, son una inversión inteligentísima.
Por último, pero no menos importante, ¡mantengan la vista puesta! Asegúrense de apagar todas las luces antes de irse a dormir o de salir de casa. Ni siquiera por cinco minutos, que un descuido puede bastar. Y tampoco obstruyan las salidas con árboles o adornos grandes, que si pasa algo, necesitan poder escapar rápido como alma que lleva diablo.
En fin, amigos, que estas fiestas navideñas sean llenas de alegría, amor y… ¡seguridad! Ahora me digan, ¿qué medidas extra toman ustedes para proteger sus hogares de posibles incendios eléctricos durante la temporada navideña? ¡Compartan sus tips en el foro, que siempre hay algo nuevo que aprender!