¡Ay, Dios mío, qué historia! Resulta que un campeón de jiu-jitsu brasileño, Ivan Skoko, un tipo de esos que le ponen empeño a las cosas, se convirtió en el héroe inesperado en Londres. El mae, que anda entrenando duro pa'l circuito internacional, le puso el freno a un ladrón que quería robarle el celular a una señora en el metro. ¡Imagínate la escena! Puro estrés y el tipo apareciendo como caído del cielo con sus técnicas.
Según cuentan las malas lenguas – perdón, según el reporte oficial –, todo pasó alrededor de las siete y media de la noche del 28 de octubre, plena hora pico para volver a casa después del curro. Habían varias personas esperando el tren en la estación Borough, cuando este tipo, sinvergüenza, agarró la señora y le jaló el teléfono. Ella gritó, obviamente, y ahí fue cuando entró en acción nuestro campeón. ¡Menudo brete!
Skoko, que parece que siempre anda listo pa' cualquier cosa, saltó del vagón sin pensarlo dos veces. El mae identificó al ladrón que la señora señaló, y le aplicó un barrido de pie, una técnica de jiu-jitsu pura cepa. ¡Sin pamplinas! Lo bajó al piso rapidito y lo mantuvo controlado mientras llegaba la poli. Dicen que no hubo violencia extrema, pero el mensaje quedó clarito: ¡mejor no te metas con un cinturón negro!
Y aquí viene la parte que da risa y miedo al mismo tiempo. Mientras tenía al ladrón inmovilizado, el mae le soltó la frase: “Soy cinturón negro”. ¡Dile eso a un delincuente! Qué cara de sorpresa debe haber puesto el tipo. Resulta que el sujeto, además de querer robar un celular, llevaba escondido un martillo y otros dos teléfonos robados. ¡Una carga de problemas encima! La Policía de Transporte Británico (BTP) lo agarró con todo y pruebas.
Ahora, esto me lleva a pensar... ¿qué tan seguro estamos nosotros aquí en Costa Rica? Todos los días escuchamos sobre asaltos, robos y atracos, principalmente en San José y alrededores. Parece que la paciencia de algunos maes se va acabando y se arman líos a todas horas. El caso de Skoko nos enseña que tener conocimientos de defensa personal puede ser útil, pero también nos recuerda que lo importante es la prevención y la conciencia ciudadana.
La verdad, el mae Skoko no se cree un héroe, dice que simplemente hizo lo que debía hacerse. Asegura que ha visto varios robos en esa área de Londres y le preocupa la actitud pasiva de muchas personas. “La gente a veces se queda viendo como si no fuera asunto suyo. Pero si todos diéramos un paso al frente, el crimen perdería terreno”, comentó al Daily Mail. ¡Qué razón tiene el tipo! ¿Será que necesitamos retomar un poco más de civismo y valentía?
Este caso ha levantado polvareda entre los practicantes de artes marciales de todo el mundo, quienes ven en Skoko un ejemplo de cómo aplicar la disciplina y el control aprendidos en el tatami a la vida cotidiana. Aquí en Costa Rica, los instructores de jiu-jitsu han recalcado la importancia de usar estas habilidades con responsabilidad. Allan Chaves, entrenador del club Gracie Barra Escazú, dice que la esencia del jiu-jitsu es la defensa personal, no la agresión. Con toda razón, el mae dice que la técnica puede salvar vidas si se usa con cabeza y calma.
Al final de cuentas, la historia de Ivan Skoko nos deja una reflexión interesante sobre el valor del civismo y la acción consciente. Con tantos problemas en el mundo, a veces basta con una sola persona dispuesta, con un buen par de manos y unas técnicas bien aplicadas, para poner a ese ladrón en su lugar y recordarnos que, a pesar de todo, todavía hay esperanza. Pero dime tú, ¿crees que deberíamos fomentar más programas de defensa personal en nuestras comunidades para empoderar a la gente y enfrentar la inseguridad que vivimos? ¿O sería mejor enfocarnos en mejorar la presencia policial y fortalecer las medidas preventivas?
Según cuentan las malas lenguas – perdón, según el reporte oficial –, todo pasó alrededor de las siete y media de la noche del 28 de octubre, plena hora pico para volver a casa después del curro. Habían varias personas esperando el tren en la estación Borough, cuando este tipo, sinvergüenza, agarró la señora y le jaló el teléfono. Ella gritó, obviamente, y ahí fue cuando entró en acción nuestro campeón. ¡Menudo brete!
Skoko, que parece que siempre anda listo pa' cualquier cosa, saltó del vagón sin pensarlo dos veces. El mae identificó al ladrón que la señora señaló, y le aplicó un barrido de pie, una técnica de jiu-jitsu pura cepa. ¡Sin pamplinas! Lo bajó al piso rapidito y lo mantuvo controlado mientras llegaba la poli. Dicen que no hubo violencia extrema, pero el mensaje quedó clarito: ¡mejor no te metas con un cinturón negro!
Y aquí viene la parte que da risa y miedo al mismo tiempo. Mientras tenía al ladrón inmovilizado, el mae le soltó la frase: “Soy cinturón negro”. ¡Dile eso a un delincuente! Qué cara de sorpresa debe haber puesto el tipo. Resulta que el sujeto, además de querer robar un celular, llevaba escondido un martillo y otros dos teléfonos robados. ¡Una carga de problemas encima! La Policía de Transporte Británico (BTP) lo agarró con todo y pruebas.
Ahora, esto me lleva a pensar... ¿qué tan seguro estamos nosotros aquí en Costa Rica? Todos los días escuchamos sobre asaltos, robos y atracos, principalmente en San José y alrededores. Parece que la paciencia de algunos maes se va acabando y se arman líos a todas horas. El caso de Skoko nos enseña que tener conocimientos de defensa personal puede ser útil, pero también nos recuerda que lo importante es la prevención y la conciencia ciudadana.
La verdad, el mae Skoko no se cree un héroe, dice que simplemente hizo lo que debía hacerse. Asegura que ha visto varios robos en esa área de Londres y le preocupa la actitud pasiva de muchas personas. “La gente a veces se queda viendo como si no fuera asunto suyo. Pero si todos diéramos un paso al frente, el crimen perdería terreno”, comentó al Daily Mail. ¡Qué razón tiene el tipo! ¿Será que necesitamos retomar un poco más de civismo y valentía?
Este caso ha levantado polvareda entre los practicantes de artes marciales de todo el mundo, quienes ven en Skoko un ejemplo de cómo aplicar la disciplina y el control aprendidos en el tatami a la vida cotidiana. Aquí en Costa Rica, los instructores de jiu-jitsu han recalcado la importancia de usar estas habilidades con responsabilidad. Allan Chaves, entrenador del club Gracie Barra Escazú, dice que la esencia del jiu-jitsu es la defensa personal, no la agresión. Con toda razón, el mae dice que la técnica puede salvar vidas si se usa con cabeza y calma.
Al final de cuentas, la historia de Ivan Skoko nos deja una reflexión interesante sobre el valor del civismo y la acción consciente. Con tantos problemas en el mundo, a veces basta con una sola persona dispuesta, con un buen par de manos y unas técnicas bien aplicadas, para poner a ese ladrón en su lugar y recordarnos que, a pesar de todo, todavía hay esperanza. Pero dime tú, ¿crees que deberíamos fomentar más programas de defensa personal en nuestras comunidades para empoderar a la gente y enfrentar la inseguridad que vivimos? ¿O sería mejor enfocarnos en mejorar la presencia policial y fortalecer las medidas preventivas?
