¡Ay, Dios mío, qué level! Resulta que Costa Rica le pegó duro a la Fort Lauderdale International Boat Show 2025 (FLIBS) y ahora todos los gringos quieren venir a disfrutar de nuestros mares. Después de ir el año pasado, demostramos que sabemos movernos en esto del turismo náutico y estamos listos para recibir a los más exigentes.
Esta feria, digámoslo claro, es la onda máxima para la industria de barcos y yates. Imagínate, más de cien mil personas y unas mil trescientas embarcaciones reunidas en un solo lugar. Es como el Super Bowl del turismo acuático, pero en Florida. Y nosotros, como buenos ticos, fuimos a dejar clara nuestra gallardía.
Según la Comisión Interinstitucional de Marinas y Atracaderos Turísticos (CIMAT), estar presentes en el FLIBS es una jugada maestra para poner a Costa Rica en el mapa como un destino top para el turismo de lujo y las inversiones en temas marítimos. Luis Lemus, el director de CIMAT, soltó que hicimos una apuesta grande para que sepan que aquí tenemos marinas de clase mundial, dignas de cualquiera. ¡Y que no falten las olas!
Ahora, el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) también se suma a la conversación. Rafael Quesada, jefe del departamento de promoción, explica que esto va de la mano con el Plan Nacional de Desarrollo Turístico, buscando atraer inversionistas, mejorar la ley de permisos para barcos extranjeros (la famosa Ley 9977) y crear alianzas para construir cosas bacanes en nuestras costas que resistan cualquier tormenta. Claramente, no queremos que se vayan al traste las inversiones.
¿Por qué Costa Rica es tan atractiva, pues? Bueno, entre otras cosas, porque tenemos una ubicación soñada, marinas bien equipadas y una mezcla increíble de naturaleza exuberante y conciencia ambiental. Tenemos seis marinas en el Pacífico que ya dan empleo directo e indirecto a más de siete mil personas. ¡Imagínate la movida! Y encima, dicen que pronto van a hacer dos marinas más, una en Playas del Coco y otra en Limón, que sería la primera marina en la costa caribeña. ¡Qué bárbaro!
Este rollo de ir a la feria no es solo por presumir, no señor. Esto trae consigo inversión extranjera, atrae a gente con mucho dinero que busca experiencias únicas y crea empleos para los nuestros. Refuerza la idea de que Costa Rica es un destino sostenible, de primera categoría, donde podemos combinar el placer del mar con el cuidado del medio ambiente y el crecimiento de nuestras comunidades costeras. Un brete, vamos.
Además, hay que decir que el gobierno ha estado poniendo empeño en apoyar estas iniciativas. Han presentado casos de éxito de cómo las direcciones regionales del Ministerio de Educación Pública (MEP) han logrado mantener a los estudiantes en la escuela, demostrando que cuando trabajamos juntos, podemos lograr cosas increíbles. Y eso es clave para asegurar que esta ola de prosperidad llegue a todos los rincones del país, desde Guanacaste hasta Puerto Viejo.
Así que, dime tú, ¿crees que Costa Rica tiene todo lo necesario para convertirse en el próximo Gran Bretaña del Caribe? ¿Deberíamos enfocarnos aún más en promover el turismo náutico de lujo para impulsar la economía nacional y asegurar un futuro próspero para las próximas generaciones?
Esta feria, digámoslo claro, es la onda máxima para la industria de barcos y yates. Imagínate, más de cien mil personas y unas mil trescientas embarcaciones reunidas en un solo lugar. Es como el Super Bowl del turismo acuático, pero en Florida. Y nosotros, como buenos ticos, fuimos a dejar clara nuestra gallardía.
Según la Comisión Interinstitucional de Marinas y Atracaderos Turísticos (CIMAT), estar presentes en el FLIBS es una jugada maestra para poner a Costa Rica en el mapa como un destino top para el turismo de lujo y las inversiones en temas marítimos. Luis Lemus, el director de CIMAT, soltó que hicimos una apuesta grande para que sepan que aquí tenemos marinas de clase mundial, dignas de cualquiera. ¡Y que no falten las olas!
Ahora, el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) también se suma a la conversación. Rafael Quesada, jefe del departamento de promoción, explica que esto va de la mano con el Plan Nacional de Desarrollo Turístico, buscando atraer inversionistas, mejorar la ley de permisos para barcos extranjeros (la famosa Ley 9977) y crear alianzas para construir cosas bacanes en nuestras costas que resistan cualquier tormenta. Claramente, no queremos que se vayan al traste las inversiones.
¿Por qué Costa Rica es tan atractiva, pues? Bueno, entre otras cosas, porque tenemos una ubicación soñada, marinas bien equipadas y una mezcla increíble de naturaleza exuberante y conciencia ambiental. Tenemos seis marinas en el Pacífico que ya dan empleo directo e indirecto a más de siete mil personas. ¡Imagínate la movida! Y encima, dicen que pronto van a hacer dos marinas más, una en Playas del Coco y otra en Limón, que sería la primera marina en la costa caribeña. ¡Qué bárbaro!
Este rollo de ir a la feria no es solo por presumir, no señor. Esto trae consigo inversión extranjera, atrae a gente con mucho dinero que busca experiencias únicas y crea empleos para los nuestros. Refuerza la idea de que Costa Rica es un destino sostenible, de primera categoría, donde podemos combinar el placer del mar con el cuidado del medio ambiente y el crecimiento de nuestras comunidades costeras. Un brete, vamos.
Además, hay que decir que el gobierno ha estado poniendo empeño en apoyar estas iniciativas. Han presentado casos de éxito de cómo las direcciones regionales del Ministerio de Educación Pública (MEP) han logrado mantener a los estudiantes en la escuela, demostrando que cuando trabajamos juntos, podemos lograr cosas increíbles. Y eso es clave para asegurar que esta ola de prosperidad llegue a todos los rincones del país, desde Guanacaste hasta Puerto Viejo.
Así que, dime tú, ¿crees que Costa Rica tiene todo lo necesario para convertirse en el próximo Gran Bretaña del Caribe? ¿Deberíamos enfocarnos aún más en promover el turismo náutico de lujo para impulsar la economía nacional y asegurar un futuro próspero para las próximas generaciones?