¡Ay, Dios mío! Se armó un berrinche en la Asamblea Legislativa, pero al final salió todo bien. La Comisión de la provincia de Limón le dio el visto bueno al proyecto para crear el Depósito Libre Comercial (DELI), así que ya casi tenemos esto caminando. Esto quiere decir que la idea de tener un lugar donde puedan entrar productos extranjeros sin pagarle impuestos al país, va directo al plenario para que los diputados se echen encima y voten si lo aprueban o no. ¡A ver si esta vez sí nos hacen caso!
Ahora, pa' ponerlos al día, este brete lleva tiempo cocinándose. La Junta Administrativa Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) viene batallando por esto desde hace un buen rato, buscando una forma de inyectarle vida a la economía de Limón. Pa’ aquellos que no estén muy familiarizados, el DELI es básicamente como un parque industrial especial, pero enfocado en el comercio internacional. La idea es atraer empresas, generar empleos y, vamos, darle un respiro a la provincia que ha tenido sus propios problemas.
Lo interesante de este proyecto es que no solamente quieren traer productos exentos de impuestos. También piensan meterle mano a la cultura local. Dicen que van a destinar hasta el 25% de las instalaciones para negocios que promuevan nuestra comida típica, nuestras artes y toda esa riqueza cultural que nos caracteriza. ¡Imagínate ir a comprar unos raspao’s mientras revisas unas importaciones! Eso sí que es aprovechar, chunche.
Y ni hablar del financiamiento, porque ahí hay movida. Proponen usar un fideicomiso en el Banco Nacional para mantener todo funcionando como relojito suizo. Además, quieren crear fondos tanto reembolsables como no reembolsables para echarle una manito a programas que ayuden a conseguir trabajo y mejorar la calidad de vida de los vecinos de Limón. Uno piensa, ¡qué buena vara!, pero también hay que estar ojo avizor pa' que todo salga bien.
Pero eso no es todo, maes. Los diputados limonenses, esos sí que quieren impulsar la cosa, proponen ofrecer incentivos fiscales especiales para las empresas que decidan mudarse a Limón desde otras partes del país. Quieren que más gente invierta acá, que generemos más empleos y que dejemos de depender tanto de otros sectores. ¡Es como hacer un imán pa’ que lleguen las empresas!
La diputada del Frente Amplio, Rocío Alfaro Molina, resaltó que el DELI no solo trae beneficios económicos, sino que también piensa en los más necesitados. Aseguró que se aplicarán medidas afirmativas para ayudar a las mujeres, a las personas con discapacidad y a las comunidades indígenas y afrodescendientes. Esperemos que estas promesas se cumplan, porque a veces estos proyectos terminan siendo más papel mojado que otra cosa, diay.
Muchos analistas ven esto como una oportunidad única para revitalizar la economía limonense y reducir la desigualdad social. Otros, más escépticos, recuerdan otros proyectos similares que quedaron a medias y advierten que hay que estar pendientes de cómo se gestiona el DELI para evitar que se convierta en otro despilfarro de recursos públicos. Claro, siempre hay quien anda a buscarle cinco patas al gato, pero a nosotros nos gusta ver el lado positivo de la cosa.
En fin, parece que Limón podría tener una nueva bocanada de aire fresco, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Ahora me pregunto, ¿creen ustedes que el Depósito Libre Comercial realmente traerá el cambio prometido a Limón, o será solo más humo y espejitos para engañar a la población? Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan mis compas del Foro!
Ahora, pa' ponerlos al día, este brete lleva tiempo cocinándose. La Junta Administrativa Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) viene batallando por esto desde hace un buen rato, buscando una forma de inyectarle vida a la economía de Limón. Pa’ aquellos que no estén muy familiarizados, el DELI es básicamente como un parque industrial especial, pero enfocado en el comercio internacional. La idea es atraer empresas, generar empleos y, vamos, darle un respiro a la provincia que ha tenido sus propios problemas.
Lo interesante de este proyecto es que no solamente quieren traer productos exentos de impuestos. También piensan meterle mano a la cultura local. Dicen que van a destinar hasta el 25% de las instalaciones para negocios que promuevan nuestra comida típica, nuestras artes y toda esa riqueza cultural que nos caracteriza. ¡Imagínate ir a comprar unos raspao’s mientras revisas unas importaciones! Eso sí que es aprovechar, chunche.
Y ni hablar del financiamiento, porque ahí hay movida. Proponen usar un fideicomiso en el Banco Nacional para mantener todo funcionando como relojito suizo. Además, quieren crear fondos tanto reembolsables como no reembolsables para echarle una manito a programas que ayuden a conseguir trabajo y mejorar la calidad de vida de los vecinos de Limón. Uno piensa, ¡qué buena vara!, pero también hay que estar ojo avizor pa' que todo salga bien.
Pero eso no es todo, maes. Los diputados limonenses, esos sí que quieren impulsar la cosa, proponen ofrecer incentivos fiscales especiales para las empresas que decidan mudarse a Limón desde otras partes del país. Quieren que más gente invierta acá, que generemos más empleos y que dejemos de depender tanto de otros sectores. ¡Es como hacer un imán pa’ que lleguen las empresas!
La diputada del Frente Amplio, Rocío Alfaro Molina, resaltó que el DELI no solo trae beneficios económicos, sino que también piensa en los más necesitados. Aseguró que se aplicarán medidas afirmativas para ayudar a las mujeres, a las personas con discapacidad y a las comunidades indígenas y afrodescendientes. Esperemos que estas promesas se cumplan, porque a veces estos proyectos terminan siendo más papel mojado que otra cosa, diay.
Muchos analistas ven esto como una oportunidad única para revitalizar la economía limonense y reducir la desigualdad social. Otros, más escépticos, recuerdan otros proyectos similares que quedaron a medias y advierten que hay que estar pendientes de cómo se gestiona el DELI para evitar que se convierta en otro despilfarro de recursos públicos. Claro, siempre hay quien anda a buscarle cinco patas al gato, pero a nosotros nos gusta ver el lado positivo de la cosa.
En fin, parece que Limón podría tener una nueva bocanada de aire fresco, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Ahora me pregunto, ¿creen ustedes que el Depósito Libre Comercial realmente traerá el cambio prometido a Limón, o será solo más humo y espejitos para engañar a la población? Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan mis compas del Foro!