¡Ay, Dios mío, qué ganga de gente! La Ultra Morada, esa peña que vive y respira Saprissa, nos dejó boquiabiertos este sábado. No contentos con alzar la bandera morada en cada partido, estos muchachos demostraron que tienen corazón pa’ regalarlo, haciendo un donativo de ¢2.608.600 a la Teletón 2025. ¡Un saludo bien grande para ellos, diay!
Como saben, la Teletón de este año tuvo como sede el Anfiteatro de Grupo Moreno en Pavas, y el lema era “Un movimiento, una sonrisa”. La meta era ambiciosa: recolectar ¢600 millones para seguir apoyando a nuestros adultos mayores y al querido Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología Dr. Raúl Blanco Cervantes. Imagínense la bronca que se dieron todos para alcanzarla, ¡pero ya verán cómo lo lograron!
La Ultra Morada, fundada en 1995, ha sido siempre conocida por su entrega incondicional al Deportivo Saprissa, llenando las gradas de pasión y color morado. Pero este gesto demuestra que su compromiso va mucho más allá del fútbol, abrazando causas sociales con la misma intensidad con la que defienden a su equipo. Uno pensaría que solo les importa el resultado del partido, pero ¡qué va!, estos corazones morados latien por ayudar a los demás.
Y hablando de aplausos, la organización de la Teletón recibió el aporte con mucha alegría y reconocimiento. Destacaron que es importantísimo contar con el apoyo de diferentes sectores de la sociedad, incluyendo agrupaciones deportivas y sus aficiones. ¡Así se construye un país, con gente dispuesta a echarle ganas y a compartir lo poco que tiene!
Este acto de solidaridad no solo impulsa la recaudación para la Teletón, sino que también reafirma el espíritu de comunidad que caracteriza a Costa Rica. Ver a una barra brava –y a veces, eh, con cierta fama de mañosos– mostrando tanto compromiso social, da esperanza y nos recuerda que siempre hay cosas buenas pasando alrededor. Que lindo ver eso, chunches.
Pero no todo es jauja, necesitamos más gestos así. Con tanta nota negativa en las noticias últimamente, este tipo de acciones nos levantan el ánimo y nos recuerdan que todavía hay gente buena en este planeta. Que nadie piense que un par de ceros extras en una cuenta bancaria definen quién es realmente valioso, ¡porque la verdadera riqueza está en el corazón y en las acciones que hacemos por los demás!
Por cierto, mientras esto pasaba, otros temas estaban dando de qué hablar. Por ejemplo, la selección femenina de Costa Rica se prepara para recibir el Mundial Femenino 2031, ¡tremenda responsabilidad! Además, el ex técnico Miguel Herrera anda buscando chamba luego de su paso por nuestra selección, y en Nicaragua parece tener opciones interesantes. ¡Qué brete!
En fin, este episodio de la Ultra Morada y su donativo nos deja pensando… ¿Deberían otras barras bravas de nuestro país tomar ejemplo y organizarse para realizar acciones similares en beneficio de la comunidad? ¿Creen que el deporte puede ser una herramienta poderosa para fomentar la solidaridad y el cambio social? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero leerlas!
Como saben, la Teletón de este año tuvo como sede el Anfiteatro de Grupo Moreno en Pavas, y el lema era “Un movimiento, una sonrisa”. La meta era ambiciosa: recolectar ¢600 millones para seguir apoyando a nuestros adultos mayores y al querido Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología Dr. Raúl Blanco Cervantes. Imagínense la bronca que se dieron todos para alcanzarla, ¡pero ya verán cómo lo lograron!
La Ultra Morada, fundada en 1995, ha sido siempre conocida por su entrega incondicional al Deportivo Saprissa, llenando las gradas de pasión y color morado. Pero este gesto demuestra que su compromiso va mucho más allá del fútbol, abrazando causas sociales con la misma intensidad con la que defienden a su equipo. Uno pensaría que solo les importa el resultado del partido, pero ¡qué va!, estos corazones morados latien por ayudar a los demás.
Y hablando de aplausos, la organización de la Teletón recibió el aporte con mucha alegría y reconocimiento. Destacaron que es importantísimo contar con el apoyo de diferentes sectores de la sociedad, incluyendo agrupaciones deportivas y sus aficiones. ¡Así se construye un país, con gente dispuesta a echarle ganas y a compartir lo poco que tiene!
Este acto de solidaridad no solo impulsa la recaudación para la Teletón, sino que también reafirma el espíritu de comunidad que caracteriza a Costa Rica. Ver a una barra brava –y a veces, eh, con cierta fama de mañosos– mostrando tanto compromiso social, da esperanza y nos recuerda que siempre hay cosas buenas pasando alrededor. Que lindo ver eso, chunches.
Pero no todo es jauja, necesitamos más gestos así. Con tanta nota negativa en las noticias últimamente, este tipo de acciones nos levantan el ánimo y nos recuerdan que todavía hay gente buena en este planeta. Que nadie piense que un par de ceros extras en una cuenta bancaria definen quién es realmente valioso, ¡porque la verdadera riqueza está en el corazón y en las acciones que hacemos por los demás!
Por cierto, mientras esto pasaba, otros temas estaban dando de qué hablar. Por ejemplo, la selección femenina de Costa Rica se prepara para recibir el Mundial Femenino 2031, ¡tremenda responsabilidad! Además, el ex técnico Miguel Herrera anda buscando chamba luego de su paso por nuestra selección, y en Nicaragua parece tener opciones interesantes. ¡Qué brete!
En fin, este episodio de la Ultra Morada y su donativo nos deja pensando… ¿Deberían otras barras bravas de nuestro país tomar ejemplo y organizarse para realizar acciones similares en beneficio de la comunidad? ¿Creen que el deporte puede ser una herramienta poderosa para fomentar la solidaridad y el cambio social? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero leerlas!
