¡Ay, Dios mío, qué vaina! El Presidente Rodrigo Chaves decidió hacer un escape digno de película durante la comisión que analizaba su inmunidad. Lo que prometía ser una sesión para aclarar algunas cosillas, terminó siendo un circo político que nos dejó a todos boquiabiertos. Imagínate, iba a haber preguntitas, iban a buscarle las cosquillas a Chaves, pero él, como buen fugazotto, prefirió irse para otro lado.
Todo empezó normal, él llegó, soltó su discurso de siempre, luego su abogado, don José Miguel Villalobos, hizo su papel de defensor a capa y espada. Pero ahí, justo cuando empezaban a lloverle las preguntas, Chaves anunció que ya no estaría dispuesto a responder y que se iba a encontrar con sus seguidoras que lo esperaban afuera del Congreso. ¡A darle paukes! Mandó llamar a unos autobuses, imagínate, como si fuera un mitin en campaña.
Los diputados, pobres diablos, quedaron patos. No entendían qué había pasado, si era broma o si realmente el Presidente se había tomado la ley en sus manos. La Presidenta de la Comisión, diputada Alejandra Larios, trató de mantener la compostura, dijo que le habían dado todas las garantías a Chaves para que se defendiera, pero que, bueno, se sintieron decepcionados porque no quiso jugar limpio y contestar las preguntas.
Pero la que puso hielito en el pastel fue la diputada Rocío Alfaro. ¡Uy, qué cachete! Ella no se anduvo con rodeos y acusó directamente a Chaves de huir porque tiene miedo. Dijo que su actitud demuestra una falta de respeto total hacia las instituciones y que lo único que hace es profundizar la crisis que tenemos en el país. "Es lamentable ver cómo la Presidencia ha caído a este nivel", exclamó Alfaro, defendiendo el trabajo duro que hicieron los miembros de la comisión.
Este caso, vamos, es otra cucharada encima del arroz con pollo de tensiones políticas que llevamos arrastrando desde hace tiempo. La comisión estaba evaluando si había suficientes pruebas para levantarle la inmunidad al Presidente, producto de la solicitud que presentó el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). Con esta escapada, la situación no se aclara precisamente, sino que se complica aún más. Ahora, la comisión tendrá que preparar un informe que será llevado al Plenario Legislativo para que decidan qué hacer con el caso.
Y ni hablar del ambiente que se vivió afuera del Congreso. Una turba de seguidores de Chaves lo esperaban con pancartas y cánticos de apoyo. Algunos decían que el Presidente es inocente y que lo están persiguiendo políticamente. Otros, bueno, parecían simplemente disfrutar del show. Era una mezcla extraña de fervor político y curiosidad morbosa, un verdadero espectáculo para los sentidos.
Ahora, entre tanto revuelo y tanto debate, queda claro que este caso de la inmunidad de Chaves es una vara alta que pondrá a prueba nuestra democracia. Ya hemos visto tantas cosas raras en estos últimos años que casi nada nos sorprende, pero esto sí, esto sí nos deja pensando. ¿Hasta dónde llegará la polarización política en nuestro país? ¿Seremos capaces de tener debates constructivos y respetuosos, o seguiremos cayendo en la pelea barata?
En fin, amigos, con este panorama, me pregunto... ¿Creen que la salida de Chaves de la comisión fue una estrategia bien pensada o simplemente un ataque de nervios? ¡Denme su opinión en los comentarios!
Todo empezó normal, él llegó, soltó su discurso de siempre, luego su abogado, don José Miguel Villalobos, hizo su papel de defensor a capa y espada. Pero ahí, justo cuando empezaban a lloverle las preguntas, Chaves anunció que ya no estaría dispuesto a responder y que se iba a encontrar con sus seguidoras que lo esperaban afuera del Congreso. ¡A darle paukes! Mandó llamar a unos autobuses, imagínate, como si fuera un mitin en campaña.
Los diputados, pobres diablos, quedaron patos. No entendían qué había pasado, si era broma o si realmente el Presidente se había tomado la ley en sus manos. La Presidenta de la Comisión, diputada Alejandra Larios, trató de mantener la compostura, dijo que le habían dado todas las garantías a Chaves para que se defendiera, pero que, bueno, se sintieron decepcionados porque no quiso jugar limpio y contestar las preguntas.
Pero la que puso hielito en el pastel fue la diputada Rocío Alfaro. ¡Uy, qué cachete! Ella no se anduvo con rodeos y acusó directamente a Chaves de huir porque tiene miedo. Dijo que su actitud demuestra una falta de respeto total hacia las instituciones y que lo único que hace es profundizar la crisis que tenemos en el país. "Es lamentable ver cómo la Presidencia ha caído a este nivel", exclamó Alfaro, defendiendo el trabajo duro que hicieron los miembros de la comisión.
Este caso, vamos, es otra cucharada encima del arroz con pollo de tensiones políticas que llevamos arrastrando desde hace tiempo. La comisión estaba evaluando si había suficientes pruebas para levantarle la inmunidad al Presidente, producto de la solicitud que presentó el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). Con esta escapada, la situación no se aclara precisamente, sino que se complica aún más. Ahora, la comisión tendrá que preparar un informe que será llevado al Plenario Legislativo para que decidan qué hacer con el caso.
Y ni hablar del ambiente que se vivió afuera del Congreso. Una turba de seguidores de Chaves lo esperaban con pancartas y cánticos de apoyo. Algunos decían que el Presidente es inocente y que lo están persiguiendo políticamente. Otros, bueno, parecían simplemente disfrutar del show. Era una mezcla extraña de fervor político y curiosidad morbosa, un verdadero espectáculo para los sentidos.
Ahora, entre tanto revuelo y tanto debate, queda claro que este caso de la inmunidad de Chaves es una vara alta que pondrá a prueba nuestra democracia. Ya hemos visto tantas cosas raras en estos últimos años que casi nada nos sorprende, pero esto sí, esto sí nos deja pensando. ¿Hasta dónde llegará la polarización política en nuestro país? ¿Seremos capaces de tener debates constructivos y respetuosos, o seguiremos cayendo en la pelea barata?
En fin, amigos, con este panorama, me pregunto... ¿Creen que la salida de Chaves de la comisión fue una estrategia bien pensada o simplemente un ataque de nervios? ¡Denme su opinión en los comentarios!
