La tranquilidad de Vara Blanca, Heredia, se vio sacudida ayer tarde cuando un vehículo, aparentemente fuera de control, terminó incrustado en las aguas de la emblemática catarata La Paz. Un despiche tremendo que ha movilizado tanto a equipos de rescate como a curiosos, generando gran preocupación por la posible existencia de una tercera persona involucrada.
Según testigos y confirmando lo que ya circulaba en las redes sociales –videos que muestran el carro sumergido y a dos jóvenes aferrándose desesperadamente a unas rocas–, todo ocurrió poco después de las cuatro de la tarde. Las causas del accidente aún se desconocen, aunque se especula con una falla mecánica o quizás, simplemente, una distracción fatal en una carretera conocida por sus curvas cerradas y vistas espectaculares, pero también peligrosas.
Al principio, la escena era dantesca: esos dos muchachos, agarrados a esa roca como si no hubiera mañana, luchando contra la corriente. Después, vieron cómo subían, visiblemente golpeados, buscando ayuda. El reporte llegó rápido a la central de la Cruz Roja y Bomberos, que respondieron con todas las unidades disponibles. Llegaron rapidísimo, diay, tienen reflejos muy buenos estos señores, y lograron atender a los dos jóvenes, quienes, con evidentes signos de trauma y lesiones, fueron trasladados de urgencia a un centro médico cercano.
Uno de los afectados presenta, al parecer, una fractura en una pierna, según fuentes cercanas a la Cruz Roja. Lo demás, golpes contusos y mucho susto, porque vaya si se llevaron un buen susto. “La situación fue tensa”, comentó Cristian Quesada, coordinador de la Cruz Roja presente en el lugar. “Nosotros priorizamos la atención de los dos muchachos que logramos rescatar rápidamente. Pero existe la posibilidad de que haya otra persona adentro del vehículo”.
Y ahí radica la preocupación: información extraoficial indica que podría haber habido un tercer ocupante en el vehículo, lo cual desencadenó la movilización de recursos especializados. No cualquiera puede meterse ahí abajo, entre esas rocas y esa corriente, por lo que se requirió personal capacitado en buceo y técnicas de rescate con cuerdas. Movilizaron a los mejores, maes experimentados en este tipo de situaciones delicadas.
“Estamos realizando una inspección exhaustiva del lugar, utilizando equipos de última generación, para descartar la presencia de una tercera víctima”, añadió Quesada. “Es un brete, la visibilidad es prácticamente nula debido a la profundidad y turbiedad del agua. Estamos trabajando con sumo cuidado para evitar cualquier riesgo adicional para nuestros socorristas.” De hecho, la dificultad del terreno ha complicado bastante las labores de búsqueda, obligando a los equipos a trabajar con cautela extrema.
Mientras tanto, la comunidad de Vara Blanca permanece consternada ante este lamentable incidente. Vecinos y visitantes se acercan al área acordonada para observar lo ocurrido, expresando solidaridad con los afectados y esperando ansiosamente novedades sobre el paradero de la posible tercera persona. Se han habilitado puntos de apoyo para los equipos de rescate, ofreciéndoles hidratación y alimentos mientras continúan con la búsqueda. Una muestra más de la unión y el corazón grande que tiene el pueblo tico cuando alguien necesita ayuda.
La búsqueda continúa, y la incertidumbre pesa sobre la comunidad. ¿Será que efectivamente había una tercera persona en el carro? ¿Lograrán los equipos de rescate encontrarla a tiempo? La esperanza se mantiene viva, pero urge que se brinden nuevas actualizaciones sobre el avance de las operaciones de rescate. ¿Ustedes creen que deberíamos exigir una revisión más rigurosa de las medidas de seguridad en zonas turísticas de alto riesgo como la catarata La Paz?
Según testigos y confirmando lo que ya circulaba en las redes sociales –videos que muestran el carro sumergido y a dos jóvenes aferrándose desesperadamente a unas rocas–, todo ocurrió poco después de las cuatro de la tarde. Las causas del accidente aún se desconocen, aunque se especula con una falla mecánica o quizás, simplemente, una distracción fatal en una carretera conocida por sus curvas cerradas y vistas espectaculares, pero también peligrosas.
Al principio, la escena era dantesca: esos dos muchachos, agarrados a esa roca como si no hubiera mañana, luchando contra la corriente. Después, vieron cómo subían, visiblemente golpeados, buscando ayuda. El reporte llegó rápido a la central de la Cruz Roja y Bomberos, que respondieron con todas las unidades disponibles. Llegaron rapidísimo, diay, tienen reflejos muy buenos estos señores, y lograron atender a los dos jóvenes, quienes, con evidentes signos de trauma y lesiones, fueron trasladados de urgencia a un centro médico cercano.
Uno de los afectados presenta, al parecer, una fractura en una pierna, según fuentes cercanas a la Cruz Roja. Lo demás, golpes contusos y mucho susto, porque vaya si se llevaron un buen susto. “La situación fue tensa”, comentó Cristian Quesada, coordinador de la Cruz Roja presente en el lugar. “Nosotros priorizamos la atención de los dos muchachos que logramos rescatar rápidamente. Pero existe la posibilidad de que haya otra persona adentro del vehículo”.
Y ahí radica la preocupación: información extraoficial indica que podría haber habido un tercer ocupante en el vehículo, lo cual desencadenó la movilización de recursos especializados. No cualquiera puede meterse ahí abajo, entre esas rocas y esa corriente, por lo que se requirió personal capacitado en buceo y técnicas de rescate con cuerdas. Movilizaron a los mejores, maes experimentados en este tipo de situaciones delicadas.
“Estamos realizando una inspección exhaustiva del lugar, utilizando equipos de última generación, para descartar la presencia de una tercera víctima”, añadió Quesada. “Es un brete, la visibilidad es prácticamente nula debido a la profundidad y turbiedad del agua. Estamos trabajando con sumo cuidado para evitar cualquier riesgo adicional para nuestros socorristas.” De hecho, la dificultad del terreno ha complicado bastante las labores de búsqueda, obligando a los equipos a trabajar con cautela extrema.
Mientras tanto, la comunidad de Vara Blanca permanece consternada ante este lamentable incidente. Vecinos y visitantes se acercan al área acordonada para observar lo ocurrido, expresando solidaridad con los afectados y esperando ansiosamente novedades sobre el paradero de la posible tercera persona. Se han habilitado puntos de apoyo para los equipos de rescate, ofreciéndoles hidratación y alimentos mientras continúan con la búsqueda. Una muestra más de la unión y el corazón grande que tiene el pueblo tico cuando alguien necesita ayuda.
La búsqueda continúa, y la incertidumbre pesa sobre la comunidad. ¿Será que efectivamente había una tercera persona en el carro? ¿Lograrán los equipos de rescate encontrarla a tiempo? La esperanza se mantiene viva, pero urge que se brinden nuevas actualizaciones sobre el avance de las operaciones de rescate. ¿Ustedes creen que deberíamos exigir una revisión más rigurosa de las medidas de seguridad en zonas turísticas de alto riesgo como la catarata La Paz?
