¡Ay, Dios mío! Esto sí que es un bronco. Resulta que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) anda moviéndose porque desaparecieron 21 mil dosis de fentanilo del Hospital México. Imagínate la bronca que eso causa, con toda la problemática que ya tenemos con las drogadicciones por to' lados. Parece que alguien no estaba poniendo atención a sus deberes, y ahora nos toca lidiar con esto.
Según el director del OIJ, Rándall Zúñiga, abrieron una investigación de oficio porque, aunque nadie puso la denuncia formal, la cosa salió a la luz pública y no podían hacerse los dormidos. El mae dice que van a investigar a fondo el asunto para ver qué pasó y quiénes fueron los responsables. Como bien dijo el mismo Zúñiga, “No han interpuesto denuncia, pero viendo la publicación como noticia criminis vamos a proceder a abrir una investigación de oficio”. ¿Se imaginan la responsabilidad que tienen?
La cosa empezó a olfatearse durante una inspección que hizo el Ministerio de Salud el pasado dos de septiembre. Ahí descubrieron que el sistema de inventario decía que tenían 31.500 unidades de fentanilo, pero solo habían entregado 10.500. ¡Una diferencia considerable! Además, le faltaban 1.100 unidades de morfina por una falla en cómo estaban cargando los datos. Pura rifa, diay. Y lo peor es que esto pone en peligro el acceso de los pacientes a estos medicamentos, además de abrirle la puerta al narcotráfico… ¡Qué sal!
El reporte del Ministerio de Salud va duro: el sistema informático ERP-SAP de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) está fallando a diestra y siniestra. Errores en pedidos, facturas, despachos… Todo desorganizado y sin control alguno. ¡Parece un brete el que tienen por allá! Por si fuera poco, dicen que el manejo del inventario quedó “en manos de terceros”, lo que aumenta el riesgo de que alguien robe los fármacos. La CCSS ahora tiene 10 días para presentar un plan correctivo, o sino, ¡la van a meter en el lío profundo con la Dirección de Drogas y Estupefacientes!
Ahora, recuerden que esto no es nuevo. El OIJ lleva tiempo investigando robos de medicamentos en hospitales públicos, aunque siempre en cantidades más pequeñas. Michael Soto, el subdirector del OIJ, explica que han encontrado ampolletas de fentanilo en poder de vendedoras de droga. En el primer trimestre de este año, seis personas murieron por sobredosis de fentanilo sin receta médica. Un dato triste, pero que nos muestra la magnitud del problema que enfrentamos, compas.
Y ni hablar de lo que pasa con las drogas sintéticas. Ya no solo se mezcla fentanilo con crack y cocaína, sino que también lo están poniendo en MDMA, éxtasis y otras cosas peores. ¡Qué carga! Esto hace que las drogas sean mucho más peligrosas y adictivas. El OIJ está tratando de entender cómo está circulando el fentanilo y quiénes son las víctimas, pero la verdad es que es un trabajo muy difícil, porque el tema cambia rápido y hay mucha gente involucrada.
El caso del Pacífico Central fue particularmente alarmante: encontraron una ampolleta de fentanilo en poder de un vendedora que la usaba para hacer la droga más potente. Dice el OIJ que así intentan enganchar más clientes. ¡Qué torta! Esta situación demuestra lo desesperados que están los narcos por conseguir dinero y no les importa poner en peligro la vida de las personas. Es un círculo vicioso que parece no tener fin.
En fin, este caso del Hospital México es una muestra clara de que necesitamos mejorar la seguridad y el control de los medicamentos en nuestros hospitales. Pero, más allá de eso, me pregunto: ¿Cómo podemos proteger a nuestros jóvenes de las drogas y evitar que caigan en manos del narcotráfico? ¿Creen que la educación preventiva es suficiente o necesitamos medidas más drásticas?
Según el director del OIJ, Rándall Zúñiga, abrieron una investigación de oficio porque, aunque nadie puso la denuncia formal, la cosa salió a la luz pública y no podían hacerse los dormidos. El mae dice que van a investigar a fondo el asunto para ver qué pasó y quiénes fueron los responsables. Como bien dijo el mismo Zúñiga, “No han interpuesto denuncia, pero viendo la publicación como noticia criminis vamos a proceder a abrir una investigación de oficio”. ¿Se imaginan la responsabilidad que tienen?
La cosa empezó a olfatearse durante una inspección que hizo el Ministerio de Salud el pasado dos de septiembre. Ahí descubrieron que el sistema de inventario decía que tenían 31.500 unidades de fentanilo, pero solo habían entregado 10.500. ¡Una diferencia considerable! Además, le faltaban 1.100 unidades de morfina por una falla en cómo estaban cargando los datos. Pura rifa, diay. Y lo peor es que esto pone en peligro el acceso de los pacientes a estos medicamentos, además de abrirle la puerta al narcotráfico… ¡Qué sal!
El reporte del Ministerio de Salud va duro: el sistema informático ERP-SAP de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) está fallando a diestra y siniestra. Errores en pedidos, facturas, despachos… Todo desorganizado y sin control alguno. ¡Parece un brete el que tienen por allá! Por si fuera poco, dicen que el manejo del inventario quedó “en manos de terceros”, lo que aumenta el riesgo de que alguien robe los fármacos. La CCSS ahora tiene 10 días para presentar un plan correctivo, o sino, ¡la van a meter en el lío profundo con la Dirección de Drogas y Estupefacientes!
Ahora, recuerden que esto no es nuevo. El OIJ lleva tiempo investigando robos de medicamentos en hospitales públicos, aunque siempre en cantidades más pequeñas. Michael Soto, el subdirector del OIJ, explica que han encontrado ampolletas de fentanilo en poder de vendedoras de droga. En el primer trimestre de este año, seis personas murieron por sobredosis de fentanilo sin receta médica. Un dato triste, pero que nos muestra la magnitud del problema que enfrentamos, compas.
Y ni hablar de lo que pasa con las drogas sintéticas. Ya no solo se mezcla fentanilo con crack y cocaína, sino que también lo están poniendo en MDMA, éxtasis y otras cosas peores. ¡Qué carga! Esto hace que las drogas sean mucho más peligrosas y adictivas. El OIJ está tratando de entender cómo está circulando el fentanilo y quiénes son las víctimas, pero la verdad es que es un trabajo muy difícil, porque el tema cambia rápido y hay mucha gente involucrada.
El caso del Pacífico Central fue particularmente alarmante: encontraron una ampolleta de fentanilo en poder de un vendedora que la usaba para hacer la droga más potente. Dice el OIJ que así intentan enganchar más clientes. ¡Qué torta! Esta situación demuestra lo desesperados que están los narcos por conseguir dinero y no les importa poner en peligro la vida de las personas. Es un círculo vicioso que parece no tener fin.
En fin, este caso del Hospital México es una muestra clara de que necesitamos mejorar la seguridad y el control de los medicamentos en nuestros hospitales. Pero, más allá de eso, me pregunto: ¿Cómo podemos proteger a nuestros jóvenes de las drogas y evitar que caigan en manos del narcotráfico? ¿Creen que la educación preventiva es suficiente o necesitamos medidas más drásticas?
