¡Ay, mi gente! Se armó un brete con estos bichitos dando vueltas por el país. Parece que estamos viviendo una película de terror, pero en lugar de fantasmas, tenemos rinovirus echándonos mano. Ya les digo, esto no es broma; las clínicas están colmadas y los hospitales al borde del colapso. Preparémonos porque parece que todavía nos toca sufrir un buen rato.
Según el Ministerio de Salud, llevamos acumulados más de 1,48 millones de diagnósticos de infecciones respiratorias. ¡Una cifra que da escalofríos! Y eso, pa' ponerle pausa, es hasta el 25 de noviembre. Si sigue así, vamos a superar los 1,5 millones antes de que termine el año. ¡Qué carga! Esto demuestra que la temporada de gripitas no solo existe, sino que este año llegó con toda la intención de quedarse.
Pero la sorpresa, diay, es que el culpable principal no es ni el VRS ni la influenza, esos que siempre andaban causando problemas. Esta vez, el que manda es el rinovirus, ese causante del resfriado común. Sí, ese mismo que te hace sentir fatal con la nariz tapada y la garganta raspada, pero que ahora está generando complicaciones serias, especialmente en los chiquitos y los abuelitos. Parece que los bichos cambiaron de estrategia, ¿eh?
Los epidemiólogos advierten que, aunque el rinovirus normalmente es inofensivo, con tanta gente contagiada, sus efectos pueden ser bastante fuertes. Imagínense lo que le pasa a un niño pequeño o a un adulto mayor cuando tienen que lidiar con una infección tan intensa. No es jaco, la situación está tensa y hay que tomarla con seriedad. El Hospital Nacional de Niños (HNN), en particular, está operando en “zona de alarma” con casi el 140% de su capacidad ocupada. ¡Menuda torta!
Y hablando del HNN, ahí no paran. Al final de noviembre, tenían 93 niños hospitalizados por enfermedades respiratorias. Eso es estar al límite, señores. El personal médico está haciendo maravillas tratando de atender a todos, pero la demanda es simplemente demasiada. Entre IRAS y IRAG, el hospital está manejando una emergencia constante y necesitan ayuda urgente. Que alguien le eche un ojo a eso, porfa.
Para darle más contexto, veamos las estadísticas. Tenemos 1.456.180 casos de Infecciones Respiratorias Agudas (IRAS), que son las más comunes. Luego vienen las Infecciones Respiratorias Agudas Graves (IRAG), con 13.201 casos – esas son las que realmente dan miedo. Y para completar el panorama, tenemos 19.450 diagnósticos de Enfermedad Tipo Influenza (ETI). Cada región del país está sintiendo el golpe, pero Brunca y Huetar Norte son las que están más complicadas con las IRAG. Todo depende del clima, la densidad de población y cómo nos movemos por el país, dicen los expertos.
Ahora bien, ¿qué podemos hacer nosotros? Pues lo básico, diay: lavarse las manos seguido, ventilar los espacios, evitar aglomeraciones y proteger a los más vulnerable. El Ministerio de Salud está intensificando la vigilancia epidemiológica y esperando ver si la cosa se calma o si nos espera otro pico respiratorio a fin de año. Con la llegada de la época seca, lo más probable es que la influenza también empiece a moverse, así que hay que estar preparados para lo peor. Y sí, ya sé que suena pesimista, pero es mejor prevenir que lamentar, ¿no creen?
En fin, amigos, la situación está complicada, pero no imposible. Hay que mantener la calma, seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias y cuidarnos unos a otros. Después de todo, somos ticos y sabemos salir adelante en las peores situaciones. Pero díganme, ¿ustedes qué opinan? ¿Creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para controlar esta ola de contagios, o deberíamos exigir más medidas y recursos para proteger nuestra salud?
Según el Ministerio de Salud, llevamos acumulados más de 1,48 millones de diagnósticos de infecciones respiratorias. ¡Una cifra que da escalofríos! Y eso, pa' ponerle pausa, es hasta el 25 de noviembre. Si sigue así, vamos a superar los 1,5 millones antes de que termine el año. ¡Qué carga! Esto demuestra que la temporada de gripitas no solo existe, sino que este año llegó con toda la intención de quedarse.
Pero la sorpresa, diay, es que el culpable principal no es ni el VRS ni la influenza, esos que siempre andaban causando problemas. Esta vez, el que manda es el rinovirus, ese causante del resfriado común. Sí, ese mismo que te hace sentir fatal con la nariz tapada y la garganta raspada, pero que ahora está generando complicaciones serias, especialmente en los chiquitos y los abuelitos. Parece que los bichos cambiaron de estrategia, ¿eh?
Los epidemiólogos advierten que, aunque el rinovirus normalmente es inofensivo, con tanta gente contagiada, sus efectos pueden ser bastante fuertes. Imagínense lo que le pasa a un niño pequeño o a un adulto mayor cuando tienen que lidiar con una infección tan intensa. No es jaco, la situación está tensa y hay que tomarla con seriedad. El Hospital Nacional de Niños (HNN), en particular, está operando en “zona de alarma” con casi el 140% de su capacidad ocupada. ¡Menuda torta!
Y hablando del HNN, ahí no paran. Al final de noviembre, tenían 93 niños hospitalizados por enfermedades respiratorias. Eso es estar al límite, señores. El personal médico está haciendo maravillas tratando de atender a todos, pero la demanda es simplemente demasiada. Entre IRAS y IRAG, el hospital está manejando una emergencia constante y necesitan ayuda urgente. Que alguien le eche un ojo a eso, porfa.
Para darle más contexto, veamos las estadísticas. Tenemos 1.456.180 casos de Infecciones Respiratorias Agudas (IRAS), que son las más comunes. Luego vienen las Infecciones Respiratorias Agudas Graves (IRAG), con 13.201 casos – esas son las que realmente dan miedo. Y para completar el panorama, tenemos 19.450 diagnósticos de Enfermedad Tipo Influenza (ETI). Cada región del país está sintiendo el golpe, pero Brunca y Huetar Norte son las que están más complicadas con las IRAG. Todo depende del clima, la densidad de población y cómo nos movemos por el país, dicen los expertos.
Ahora bien, ¿qué podemos hacer nosotros? Pues lo básico, diay: lavarse las manos seguido, ventilar los espacios, evitar aglomeraciones y proteger a los más vulnerable. El Ministerio de Salud está intensificando la vigilancia epidemiológica y esperando ver si la cosa se calma o si nos espera otro pico respiratorio a fin de año. Con la llegada de la época seca, lo más probable es que la influenza también empiece a moverse, así que hay que estar preparados para lo peor. Y sí, ya sé que suena pesimista, pero es mejor prevenir que lamentar, ¿no creen?
En fin, amigos, la situación está complicada, pero no imposible. Hay que mantener la calma, seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias y cuidarnos unos a otros. Después de todo, somos ticos y sabemos salir adelante en las peores situaciones. Pero díganme, ¿ustedes qué opinan? ¿Creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para controlar esta ola de contagios, o deberíamos exigir más medidas y recursos para proteger nuestra salud?