soyloquesoy
ANÓNIMO
El encontro otra boca“¿Se la mamarías a un hetero?”
Con esa pregunta así de directa me contactó hace un par de años ya un gringo por Grindr. Obviamente el morbo se apoderó de mí y no dudé en responderle inmediatamente que sí. ¡¡¡Seguro que le iba decir que no!!! jajajaja
Me mandó su foto de cara con lentes oscuros y un pañuelo en la cabeza como si estuviera en la playa. Aunque no se miraba claro, el mae no se veía mal pero sobre todo me provocaba la malicia de la posibilidad de tener el pene de un hombre hetero en mi boca.
Me contó que vivía en Costa Rica desde hace ya varios años y que tenía una novia con la que hace poco había tenido una bebé que era la luz de sus ojos. Sin embargo, me confesó que andaba antojado desde hace rato ya que tenía ganas de una mamada de verdad y bueno, quién era yo para negarle mi ayuda a ese hombre necesitado.
Por varios días estuvimos compartiendo mensajes morbosos en los que me contaba lo duro que estaba y que no se la mamaban bien desde hace buen tiempo. Me contó que ya antes había tenido experiencias con otros maes, así que ya sabía lo que es bueno y que una mamada de mae no tiene comparación, según me aseguró.
Resulta que por fin quedamos de vernos debido a que su socio no iba a estar y entonces podíamos ir a su oficina donde yo podría masturbarlo con mi lengua y mi garganta. Quedé de llegar a Escazú a la mañana siguiente para el ansiado encuentro.
El mae era muy reservado pero yo entendía porqué era así. Llegué a la hora convenida y le puse un mensaje que ya estaba en el parque. Me respondió rápidamente con indicaciones de donde estaba parqueado. Me acerqué hacia el lugar y me monté en su Jeep. Era un mae muy masculino, suficientemente atractivo, cuarentón, rubio oscuro y de ojos verdes oscuros también.
Ya en su carro, echó a andar y me dijo que había un problema. No recuerdo bien las razones , pero no podíamos ir a su oficina. Yo lo primero que pensé fue qué lástima porque quería mamarlo arrodillado ante él y así venerar ese miembro en toda su máxima potencia.
Lo segundo que pensé, jajaja, fue y ¿si es pura trama? Y se me vinieron a la mente todos los demás pensamientos de peligro que siempre aparecen pero que no nos detienen cuando se trata de ir a mamar. Me dijo que ahí en las montañas de Escazú había un lugar solitario que él conocía y que ahí se la podía mamar en el carro. Confieso que sí me dio un toque de miedo cuando escuché la palabra montañas pero igual dije que sí.
Seguimos avanzando entre varias urbanizaciones mientras me palpitaba el corazón en una mezcla de miedo, deseo y adrenalina. Tan solo unos minutos después llegamos a una especie de condominio rodeado de algunos bosques y que todavía estaba a media construcción. Habían ya unas casas habitadas y hasta había un vigilante en la entrada que no prestó mayor interés. Ahí nos metimos. Y pude ver que esa era su versión de “montaña” y yo la verdad solté un suspiro de tranquilidad porque todavía estábamos suficientemente cerca del centro.
Este condominio estaba ubicado en una especie de colina y hacia el final en lo más alto había una rotonda con un árbol bastante grande en el centro. Manejó hacia ese lugar y se parqueó detrás del árbol. El sitio era perfecto porque no habían casas cerca y cómo estaba ubicado en lo más alto y distante de la entrada le daba chance de vigilar si alguien venía hacia nosotros.
Apenas parqueó, yo me solté el cinturón y me puse de rodillas y empecé a abrirle el pantalón. El mae ya estaba todo erecto y pude ver que tenía una picha hermosa grande y gruesa. Lo que yo llamo una verdadera picha de hombre. De inmediato me la metí a la boca para darle todo el placer que ese macho se merecía. Me la tragaba toda y a él le encantaba.
El mae empezó a hablarme sucio, lo cual, hasta la fecha, se ha convertido en unos de mis fetiches favoritos. Nada mejor que un top que le diga a uno lo bien que le está haciendo el brete. Recuerdo que me repetía excitado en inglés: “sos un mamapichas” (“cocksucker, ¡you’re a cocksucker!”) y eso me prendía aún más. Para él, yo solo era un playito que lo estaba complaciendo como no lo hacían en casa. Para mí, él era el machote que me usaba a su antojo y eso me excitaba.
Se la estuve mamando un buen rato, babeándosela toda, chupándole el gorrote grande como si yo estuviera enamorado de esa pichota que acababa de conocer. Nada mejor que mamar con pasión. Me la tragaba por completo aunque no era fácil pero eso me gustaba aún más. La tenía realmente dura y yo sentía que me iba a vomitar cuando me la comía toda, pero obvio, no iba a parar. Al contrario, tenía que disfrutar lo más que pudiera de esa picha de hetero que tanto había deseado.
Luego de un buen rato, ya el mae quería venirse así que me agarró la cabeza y empezó a cogerme la garganta mientras yo apenas podía respirar. Me la metía toda sin compasión. Era demasiado rico sentir a ese hombre a punto de explotar en mi boca. El mae empezó a usar mi garganta como su masturbador personal y ya sentía que se venía y no iba a parar hasta lograrlo sin importar que yo sentía que me ahogaba. Me agarró la cabeza, me metió toda la picha hasta lo más hondo y pude sentir y saborear cómo soltó toda la leche caliente dentro de mí mientras se retorcía y quejaba del placer y yo sentía que iba a morir atragantado pero muy feliz Por fin me la sacó mientras aún temblaba y recuerdo sentir cómo el aire volvía de un golpe a mi cuerpo y mis ojos estaban todos llorosos después de semejante esfuerzo. ¡Qué delicia de mamada!
Nos limpiamos y nos devolvimos al centro mientras el mae me decía que justo eso era lo que tanto andaba buscando. Que le había encantado que apenas llegamos al lugar no esperé y me hinqué a mamarlo y, en especial, la forma en la que me la comía toda. Me sentí todo un ganador jajaja
El mae me escribía de vez en cuando y me decía que tenía una carguita de leche para mí y obvio yo iba corriendo a recibirla. Repetimos un par de veces y fue exactamente igual de delicioso. Sentirlo venirse en mi garganta mientras me sujetaba la cabeza con fuerza contra su abdomen era lo mejor. De verdad, yo sentía que no iba a poder respirar pero no me quitaba y además me excitaba demasiado que me hablara tan sucio durante toda la mamada. Fueron uno de los mejores momentos de mi carrera como mamador experto jajaja.
Otra vez más me contactó para ofrecerme su lechita y le dije que porqué no venía a mi casa a lo cual se negó rotundamente ya que me aseguró que él no podía venir hasta el otro lado de la capital. Estúpidamente me enojé ya que siempre era yo el que tenía que ir por la descarga. El mae me insistió y me escribió varias veces más diciendo que tenía una carga lista para mí y yo lo ignoraba Hasta que por fin se cansó de escribir.
Años después, recordando las ricas cogidas de boca que me daba, me animé y le escribí preguntando que si tenía alguna carga lechera para mí. Me ignoró. Así que ya saben gente. Nada ganan con el orgullo y de verdad cuando consigan una picha así de deliciosa no la dejen ir tan fácilmente. El orgullo no les va a llenar la garganta de leche, una buena picha sí.