¡Ay, Dios mío! Parece que vamos a vivir a oscuras unos días, mi gente. El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) soltó la bomba ayer anunciando suspensiones eléctricas programadas para esta semana en varios rincones del país. Ya sé, nadie quiere quedarse sin luz, especialmente ahora que estamos casi en diciembre y los preparativos navideños están a toda marcha. Pero bueno, ahí les va la lista para que vayan agendando sus actividades.
La justificación oficial, como siempre, es “mantenimiento”. Sí, mantenimiento, pero para algunos afectados esto suena más a despiste que a otra cosa. El ICE dice que estos cortes son necesarios para mejorar la infraestructura eléctrica, pero la verdad es que muchos vecinos ya están sacando pecho y cuestionando si realmente hay tanta necesidad de hacer todo esto justo ahora. Algunos murmuran que deberían haberlo avisado con más anticipación para poder organizarse mejor, mae. Imagínate tener una cena familiar importante y justo se vaya la luz... ¡qué vara!
Empecemos por Limón y Puntarenas, dos provincias que van a sufrir bastante este recorte energético. El martes, Anita Grande, cerca de Arcelor, se quedará a oscuras desde las nueve de la mañana hasta las cuatro de la tarde. Luego, el miércoles, La Palma en Puntarenas y Rincón de Papá en San José también perderán la luz durante buena parte del día. Y ni hablar del jueves, cuando Un sector de San Rafael en Siquirres y Damas en Quepos sufrirán la misma suerte. ¿Y qué decir del viernes? El Chorro y La Cuesta en Puntarenas, San Fernando en Sámara y Las Vueltas en La Cruz se sumarán a la lista de afectados.
Pero eso no es todo, porque la cosa se pone aún más complicada con Geranios de Guácimo en Limón, que se enfrentarán a otro corte el viernes por la tarde. En resumen, parece que el ICE decidió poner a prueba nuestra paciencia y adaptabilidad. Y claro, los reclamos no se han hecho esperar. Muchos se preguntan si el problema no radica en la falta de inversión en la red eléctrica a lo largo del tiempo. La verdad es que es un brete estar dependiendo de que te avisen con poca antelación cuándo te van a dejar sin luz.
Lo que más preocupa es cómo estos cortes afectarán a los negocios locales, especialmente en las zonas rurales. Piensa en las panaderías, los pequeños almacenes, e incluso los agricultores que dependen de la electricidad para refrigerar sus productos. Para ellos, un corte de luz puede significar pérdidas económicas significativas. Además, queda la pregunta de si realmente todos estos mantenimientos eran tan urgentes como para interrumpir el servicio en medio de diciembre. No digo que no sean importantes, pero quizás podrían haber planificado mejor las cosas. ¡Qué despiche!
En redes sociales, la indignación es palpable. Vecinos de todas las zonas afectadas están compartiendo fotos y videos denunciando la situación y exigiendo respuestas al ICE. Algunos recuerdan otros apagones anteriores y aseguran que la calidad del servicio eléctrico ha ido empeorando año tras año. Hay quienes incluso piden la renuncia de los directivos del ICE, argumentando que no están cumpliendo con su labor de garantizar un suministro confiable de energía. Y otros, más pragmáticos, simplemente están buscando alternativas para pasar estos días de oscuridad, como comprar velas, linternas y baterías. ¡Menos mal que todavía tenemos esos chunches para salir adelante!
Por supuesto, el ICE ha emitido comunicados asegurando que estos cortes son inevitables y que buscan mejorar el sistema eléctrico a largo plazo. Han pedido disculpas a los usuarios afectados y prometen trabajar arduamente para minimizar las molestias. Pero la gente ya está cansada de promesas vacías y espera ver resultados tangibles. Después de todo, pagamos impuestos y merecemos un servicio eléctrico decente. Ahora bien, dime tú, ¿crees que el ICE debería ofrecer algún tipo de compensación económica a los usuarios afectados por estos cortes de luz?
La justificación oficial, como siempre, es “mantenimiento”. Sí, mantenimiento, pero para algunos afectados esto suena más a despiste que a otra cosa. El ICE dice que estos cortes son necesarios para mejorar la infraestructura eléctrica, pero la verdad es que muchos vecinos ya están sacando pecho y cuestionando si realmente hay tanta necesidad de hacer todo esto justo ahora. Algunos murmuran que deberían haberlo avisado con más anticipación para poder organizarse mejor, mae. Imagínate tener una cena familiar importante y justo se vaya la luz... ¡qué vara!
Empecemos por Limón y Puntarenas, dos provincias que van a sufrir bastante este recorte energético. El martes, Anita Grande, cerca de Arcelor, se quedará a oscuras desde las nueve de la mañana hasta las cuatro de la tarde. Luego, el miércoles, La Palma en Puntarenas y Rincón de Papá en San José también perderán la luz durante buena parte del día. Y ni hablar del jueves, cuando Un sector de San Rafael en Siquirres y Damas en Quepos sufrirán la misma suerte. ¿Y qué decir del viernes? El Chorro y La Cuesta en Puntarenas, San Fernando en Sámara y Las Vueltas en La Cruz se sumarán a la lista de afectados.
Pero eso no es todo, porque la cosa se pone aún más complicada con Geranios de Guácimo en Limón, que se enfrentarán a otro corte el viernes por la tarde. En resumen, parece que el ICE decidió poner a prueba nuestra paciencia y adaptabilidad. Y claro, los reclamos no se han hecho esperar. Muchos se preguntan si el problema no radica en la falta de inversión en la red eléctrica a lo largo del tiempo. La verdad es que es un brete estar dependiendo de que te avisen con poca antelación cuándo te van a dejar sin luz.
Lo que más preocupa es cómo estos cortes afectarán a los negocios locales, especialmente en las zonas rurales. Piensa en las panaderías, los pequeños almacenes, e incluso los agricultores que dependen de la electricidad para refrigerar sus productos. Para ellos, un corte de luz puede significar pérdidas económicas significativas. Además, queda la pregunta de si realmente todos estos mantenimientos eran tan urgentes como para interrumpir el servicio en medio de diciembre. No digo que no sean importantes, pero quizás podrían haber planificado mejor las cosas. ¡Qué despiche!
En redes sociales, la indignación es palpable. Vecinos de todas las zonas afectadas están compartiendo fotos y videos denunciando la situación y exigiendo respuestas al ICE. Algunos recuerdan otros apagones anteriores y aseguran que la calidad del servicio eléctrico ha ido empeorando año tras año. Hay quienes incluso piden la renuncia de los directivos del ICE, argumentando que no están cumpliendo con su labor de garantizar un suministro confiable de energía. Y otros, más pragmáticos, simplemente están buscando alternativas para pasar estos días de oscuridad, como comprar velas, linternas y baterías. ¡Menos mal que todavía tenemos esos chunches para salir adelante!
Por supuesto, el ICE ha emitido comunicados asegurando que estos cortes son inevitables y que buscan mejorar el sistema eléctrico a largo plazo. Han pedido disculpas a los usuarios afectados y prometen trabajar arduamente para minimizar las molestias. Pero la gente ya está cansada de promesas vacías y espera ver resultados tangibles. Después de todo, pagamos impuestos y merecemos un servicio eléctrico decente. Ahora bien, dime tú, ¿crees que el ICE debería ofrecer algún tipo de compensación económica a los usuarios afectados por estos cortes de luz?